Por un pacto nacional por la vivienda
Las propuestas de PP y PSOE coinciden en el diagnóstico, pero difieren en el enfoque. Sería conveniente un debate sereno
Resulta esperanzador que los dos principales partidos políticos de nuestro país hayan presentado sus propuestas para tratar de paliar el problema del acceso a la vivienda con apenas 48 horas de diferencia. Los planteamientos que el PP y el PSOE han presentado esta semana coinciden en el diagnóstico: existe un profundo desequilibrio entre oferta y demanda. Un desajuste que está disparando los precios y el alquiler. Es un fenómeno que aleja a toda una generación de la posibilidad de tener un hogar digno. Los pisos turísticos y de temporada contribuyen a encarecer el mercado. El Banco de España calcula que hacían falta 600.000 pisos para equilibrar el mercado inmobiliario. Las estadísticas oficiales constatan que en España se crean algo más de 260.000 hogares al año. Por el contrario, solo se construyen unas 90.000 inmuebles al año. La diferencia dibuja el drama que sufren miles de españoles.
Mismo diagnóstico, pero distintas soluciones. Las 10 propuestas planteadas por Núñez Feijóo en Asturias ponen el foco en la propiedad. Plantea medidas para facilitar la compra, pero prácticamente olvida la otra gran vía para acceder a una vivienda como es el mercado del alquiler. Un ámbito en el que se echan en falta más medidas por parte de los populares, obsesionados con las rebajas de impuestos, algunas de las cuales plantean dudas sobre su eficacia y favorecen a quienes menos dificultades tienen para comprar.
Las 12 medidas presentadas por Pedro Sánchez son de amplio espectro. Ofrece soluciones más realistas para intervenir en el mercado y establece incentivos para aumentar la oferta. Destaca el embrión para crear un parque de vivienda pública y novedades como incentivos fiscales a los propietarios que saquen viviendas en alquiler, la penalización fiscal a la compra por parte de extranjeros o la penalización fiscal a las viviendas turísticas. Aunque algunas de estas pueden ser de ayuda en el corto plazo, otras aún no están definidas y las medidas más ambiciosas necesitan varios años para ser efectivas.
Muchas de las propuestas de los dos grandes partidos requieren la participación de otras administraciones públicas, como Ayuntamientos, comunidades autónomas y el propio Estado. Son medidas que deben concertarse y para las que se deberían buscar consensos para que puedan desplegar todos sus efectos. Otras deben pasar por el examen del Congreso, donde el clima político hace difícil el consenso. Sería bueno un gran pacto nacional por la vivienda para abordar esta crisis.