La temporada de resultados va a guiar al sentimiento del mercado

Los datos macroeconómicos son positivos

SANTA CLARA, CALIFORNIA - MAY 21: A sign is posted in front of Nvidia headquarters on May 21, 2024 in Santa Clara, California. Chip maker Nvidia will report first quarter earnings on Wednesday, May 22nd. (Photo by Justin Sullivan/Getty Images)Justin Sullivan (Getty Images)

El intento de atentado contra el expresidente Donald Trump representa un episodio significativo en el contexto actual. Sin embargo, las elecciones de noviembre en Estados Unidos podrían introducir mayores niveles de incertidumbre. Estados Unidos enfrenta un déficit presupuestario considerablemente elevado, y el mercado de bonos muestra preocupación ante la limitada capacidad fiscal del país, independientemente del partido político que resulte vencedor. De acuerdo con proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. se espera un incremento del déficit federal la próxima década, principalmente por los intereses a medida que el país refinancia su deuda. El caso es que ambos candidatos presidenciales, Joe Biden y Donald Trump han mostrado una tendencia hacia una alta acumulación de deuda.

La temporada de resultados va a guiar al sentimiento del mercado

De momento, la temporada de resultados empresariales que acaba de empezar está configurando el ánimo del mercado. Es importante destacar que el mercado de valores global ha experimentado un aumento del 26 % en los últimos ocho meses y que desde el inicio del año la capitalización bursátil del índice S&P 500 ha crecido en 5,8 billones de dólares, 31% atribuible a NVIDIA, que ha visto una impresionante apreciación del 150 % en ese periodo. Algunos valores tecnológicos parecen sobrevalorados y hemos ajustado nuestro enfoque a neutral en el sector de tecnologías de la información. Sin embargo, observamos que la fortaleza del mercado se está extendiendo hacia otros sectores, más allá de los llamados “7 Magníficos”.

Los datos macroeconómicos son positivos

Desde la perspectiva de indicadores macroeconómicos, mantenemos un optimismo cauteloso, pues apoyan un entorno favorable para los mercados. Predecimos que el crecimiento económico de EE.UU. se desacelerará hasta 1% anualizado hacia finales de año, aproximadamente la mitad de su capacidad potencial, debido a una disminución del consumo y la inversión residencial. Los ahorros acumulados durante la pandemia se han agotado y la tasa de ahorro, actualmente en 3,5 %, deberá ajustarse al promedio histórico de 7 %. Además, los últimos datos sobre inflación confirman tendencia a la baja, esperándose que finalice 2024 en torno a 3 % en EE.UU., nivel considerado psicológicamente importante. Puede descender a 2,4% a 2,5% para 2025. Esto puede llevar a la Reserva Federal a suavizar su política monetaria para evitar una recesión más profunda. Adicionalmente, el balance de la Reserva Federal ha disminuido de 37 % a 25 % del PIB, aunque el promedio histórico es 19 % y puede continuar reduciéndose.

En Europa, a pesar de un crecimiento inicialmente bajo, se observa ligera mejora en comparación con 2023, con reducción en la inflación. El Banco Central Europeo ha tomado la delantera sobre la Reserva Federal en el recorte de tipos de interés y se espera que continúe haciéndolo de manera gradual. Por su parte, el Banco de Japón está retrasando el endurecimiento de su política monetaria, en un esfuerzo por evitar que su economía recaiga en la deflación.

En conjunto, anticipamos que la inflación en países desarrollados, aunque disminuya ligeramente, será más alta que los últimos 15 a 20 años. Por lo tanto, es probable que veamos reducciones de tipos de interés muy gradual y acompañado de volatilidad. Estos recortes suelen ser seguidos de mejoras en los indicadores adelantados con desfase de nueve meses, así que si la proporción de bancos centrales que relajan sus políticas sigue aumentando, podremos observar mejora de las condiciones económicas. Actualmente 50 % de los bancos centrales está en modo de espera, 13 % está endureciendo su política monetaria -principalmente Japón- y 37 % está implementando políticas expansivas.

Mayor potencial para acciones de la eurozona

En lo referente al potencial de las acciones, vemos mayores oportunidades en la eurozona, Suiza y Japón, donde las valoraciones son mucho más atractivas que en EE.UU., que sigue siendo, con diferencia, la región más cara. Europa ofrece acceso a una recuperación cíclica sostenida, con valoraciones atractivas. La renta variable suiza se beneficia de una dinámica positiva de beneficios, valoraciones atractivas y exposición a empresas de alta calidad. Asimismo, la renta variable japonesa continúa beneficiándose de mejoras en el gobierno corporativo y una política monetaria aún expansiva, favorecida por la debilidad del yen como economía exportadora.

En cuanto a mercados emergentes, deben mejorar a medida que la flexibilización monetaria surte efecto. Se benefician del aumento de los precios de las materias primas y la mejora en el comercio mundial. Un dólar debilitado puede actuar como catalizador. Sin embargo, no se puede ignorar a China, que posee empresas invertibles, aunque no representa una apuesta macroeconómica y requiere un enfoque selectivo.

De liquidez a rentas

En relación con la gestión de liquidez, el nivel en las carteras de muchos inversores alcanza entre 25 y 30 %. Pero con la proyección a la baja de los tipos de interés hacia 3 % en doce meses es crucial realizar una transición desde liquidez hacia una estrategia de rentas, tanto por cupones como dividendos. Es un paso significativo para el ahorrador español conservador. En este contexto, la renta fija ofrecerá ingresos por cupones y existen estrategias que permiten generar ingresos periódicos por encima de la inflación.

En este momento, encontramos valor en deuda del Tesoro de EE.UU., dada su atractiva rentabilidad a vencimiento, especialmente en sus bonos ligados a la inflación. Además, sobre ponderamos crédito grado de inversión de EE.UU., que presenta precios atractivos con rentabilidades a vencimiento excepcionalmente altas, especialmente por la solidez de los beneficios empresariales y posibilidad de que la Reserva Federal relaje su política monetaria. Incluso en deuda empresarial grado de inversión europea encontramos rentabilidades a vencimiento del 4 al 5 %. Adicionalmente, las rentabilidades por dividendos de muchas compañías son también atractivas.

Gonzalo Rengifo es director general de Pictet AM en Iberia y Latam

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