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Los inversores interrumpen su idilio con las tecnológicas: claves del desencanto

Frente a los cuestionamientos sobre las valoraciones de la IA, nunca tan ruidosos, los analistas recomiendan cautela antes de salir del sector

Un glitch en la jerga tecnológica significa un fallo momentáneo. Una irregularidad. Esa palabra conocida de los amantes de los videojuegos describe bien la semana que se han enfrentado el sector de las tecnológicas, una de las más duras desde el inicio de la carrera por la IA. Meta perdió en cuatro días casi el 17% de todo su valor en Bolsa, después de presentar el pasado 30 de octubre un aumento en gastos en inversiones en IA: 307.000 millones de dólares se esfumaron. La compañía de Mark Zuckerberg no había sentido un batacazo tan fuerte desde 2022. También cae por encima del 11,24% esta semana Palantir, la empresa de IA estrella en materia de defensa, con importantes contratos con el Gobierno estadounidense. Otras tecnológicas con pérdidas relevantes en la semana han sido Nvidia, la fabricante de chips favorita del sector, y la compañía de semiconductores AMD. Frente a los cuestionamientos sobre las valoraciones de la IA, nunca tan ruidosos, los analistas recomiendan cautela antes de salir del sector. Estas son las claves que explican una semana de glitch de las tecnológicas en Bolsa.

Dudas sobre la economía de EE UU

Nadie sabe con certeza cómo va la primera economía del mundo desde hace un mes, porque el Gobierno no publica datos oficiales en medio del cierre federal más largo de su historia. En este sentido, algunos índices alternativos han ganado peso entre los inversores, a pesar de dibujar panoramas opuestos sobre la economía estadounidense.

El miércoles, la firma ADP informó de que el sector privado volvió en octubre a crear más empleos de los que destruyó por primera vez en dos meses. Al día siguiente, Challenger, Gray & Christmas anunciaba que los despidos en octubre habían sido los mayores para el mes desde 2003. El viernes, la Universidad de Michigan informó que su índice de confianza del consumidor cayó hasta el segundo peor nivel en casi cincuenta años de serie histórica. El mercado carece de claves para calibrar si la debilidad económica que se vislumbraba antes del cierre federal se está agravando. La reacción de la Bolsa al dato de despidos y a la confianza del consumidor sugiere un temor latente a que el motor se apague.

¿Qué planea la Reserva Federal?

Estas mismas dudas sobre la verdadera situación macro implican también una gran incertidumbre sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal. El presidente de la Fed, Jerome Powell, tendrá que cambiar de tono. El pasado 29 de octubre, después de anunciar el segundo recorte de tipos de 0,25 puntos porcentuales en dos meses, Powell dijo que una reducción en diciembre “no es en absoluto un hecho asegurado, ni mucho menos”.

“Si no hay una resolución pronto, la Reserva Federal no podrá evaluar el informe de empleo de noviembre en el momento de la reunión de diciembre, lo que dejaría a economistas y responsables de política monetaria temporalmente a ciegas (o, al menos, con visión parcial)”, alerta Mark Dowding, el director de inversiones de BlueBay. De momento, los futuros de los fondos federales calculados por la herramienta FedWatch de CME aumentaron la probabilidad de un recorte de tipos en diciembre del 60% al 70%, después de la publicación del informe de Challenger, Gray & Christmas. Pero esta semana varios miembros del consejo de la Fed han apelado a la prudencia a la hora de recortar más los tipos. La falta de claridad, en Bolsa, suele suponer más aversión al riesgo.

Advertencias de corrección

Las alarmas sobre una posible sobrevaloración del sector de la IA suenan en Wall Street a un volumen cada vez mayor. Mike Gitlin, presidente ejecutivo de Capital Group, ha afirmado esta semana: “Diría que estamos en un punto intermedio entre una valoración razonable y una plena, pero no creo que mucha gente diga que estamos entre barato y razonable”.

En la misma línea se han expresado los primeros ejecutivos de Goldman Sachs y Morgan Stanley. Ted Pick y David Solomon, afirmaron a Bloomberg que los inversores deberían prepararse para una corrección bursátil superior al 10 % en los próximos 12 a 24 meses. Las preocupaciones han traspasado Wall Street. El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, expresó el jueves pasado su inquietud por unas posibles pérdidas de beneficios en el futuro: “Tenemos que estar muy alerta ante este riesgo”.

El miedo ha reactivado a los inversores bajistas, como Michael Burry, que la semana pasada volvió a publicar en su perfil de X un mensaje enigmático sobre “burbujas”, y dio a conocer nuevas posiciones cortas contra Palantir y Nvidia, lo que echó leña a la caída del 8% de la primera aquel día.

¿Las tecnológicas están sobrevaloradas?

Burry no ha eligido Palantir por casualidad. Es una empresa que vale 407.000 millones de dólares en Bolsa pero genera un beneficio de menos de 480 millones, como mostraron los resultados presentados el pasado martes. El inversor paga unos 240 dólares por cada dólar que genera la compañía, una ratio de precio-beneficio seis veces superior a la del promedio del sector (S&P 500 Information Technology).

Muchos analistas sostienen que las valoraciones del sector de la IA se justifican mientras los beneficios de las empresas sigan subiendo. “La volatilidad reciente del mercado refleja cambios en el sentimiento más que un deterioro de los fundamentales”, afirma Mathieu Racheter, responsable de Estrategia de renta variable de Julius Baer.

Los ingresos de Meta crecieron en el tercer trimestre algo más del 25%, pero los costes avanzaron mucho más (por encima del 30%), según los resultados presentados esta semana. La ratio precio-beneficio de la empresa de Mark Zuckerberg a diciembre se sitúa en 25, ligeramente por debajo de la media del sector. Comparte su visión Dowding, de BlueBay: “Es probable que el sólido impulso de los beneficios del sector tecnológico se mantenga a corto plazo, y todo indica que el ritmo de la inversión continúa acelerándose, en lugar de frenarse”.

François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management, zanja: “Aún es demasiado pronto para preocuparse”. Estima que las inversiones seguirán por muchos meses, porque, como recuerda, Nvidia tiene comprometida toda su capacidad de venta por los próximos seis trimestres.

¿La inversión en ‘capex’ seguirá al alza?

El sector de la inteligencia artificial todavía se encuentra en una “fase temprana”, argumenta Erling Thune, gestor del fondo tecnológico de DNB Asset Management. Dado que la construcción de la infraestructura que demanda la IA —como los grandes centros de datos o hiperescaladores— lleva años, Thune sostiene que las inversiones seguirán fluyendo.

De hecho, en un informe publicado a mediados de octubre, UBS prevé que la inversión mundial en IA alcance los 500.000 millones de dólares el próximo año, frente a los 375.000 millones estimados para 2025. Al comentar la estimación del banco suizo, el director general de Wedbush Securities, Dan Ives, afirmó que se trata del “comienzo de una inversión de billones en el desarrollo de la cuarta revolución industrial”.

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