China abre a la inversión extranjera el sector manufacturero y el sanitario

El gobierno chino sigue tomando medidas para frenar la desaceleración de la economía del país

Fábrica de chips de OPPO en China.

El Gobierno chino continúa tomando medidas que frenen la desaceleración económica que sufre el país y este domingo anunció la eliminación de restricciones a la inversión extranjera en el sector de manufacturas, del que desaparecerán en su totalidad, y del sector sanitario, un área de enorme potencial en el país más poblado del mundo.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas, el órgano encargado de la planificación económica del país, ha anunciado este domingo la primera actualización en tres años del listado de actividades vetadas a la inversión extranjera, y esa revisión incluye importantes cambios dirigidos a atraer más fondos del exterior hacia los sectores productivos del país.

Uno de los cambios más significativos es que se suprime la totalidad de las restricciones al capital extranjero en la poderosa industria manufacturera china, que suministra bienes de consumo a escala mundial. Se eliminan las dos últimas restricciones que quedaban, relativas a la publicación e impresión, que debían estar controladas por capital chino, y a las actividades relacionadas con técnicas y recetas para medicamentos chinos. La apertura total de la industria manufacturera china al capital extranjero entrará en vigor el próximo 1 de noviembre.

“Levantar todas las restricciones de acceso a la inversión extranjera en el sector manufacturero es una medida importante para construir nuevos sistemas para un alto nivel de apertura de la economía. Esta medida demuestra la inquebrantable determinación de promover la liberalización de la inversión”, declaró Hua Zhong, director del Departamento de Capital Extranjero e Inversiones en el Extranjero del gobierno chino.

Pero las medidas de apertura incluyen a otros sectores de actividad que hasta el momento habían estado muy restringidos o directamente vetados para la inversión extranjera, como sucede con el sector de la sanidad. El capital extranjero podrá dedicarse al desarrollo y la aplicación de tecnologías que abarquen las células madre y el diagnóstico y tratamiento genéticos en las zonas piloto de libre comercio de Pekín, Shanghai, Guangdong y Hainan, según una declaración publicada en el sitio web del Ministerio de Comercio. Todos los productos registrados, comercializados y aprobados para la producción podrán utilizarse después en todo el país. Sin embargo, la adquisición de hospitales públicos y centros que practican la medicina tradicional china sigue sin estar permitida.

Estas medida de liberalización de la economía están en la línea emprendida recientemente por el gobierno chino con el objetivo de impulsar el crecimiento del país y evitar una recesión, una amenaza permanente ante el frágil estado del gigantesco mercado inmobiliario. La atracción de capital extranjero es clave, para lo que Pekín también ha impulsado medidas de apertura de su mercado de valores.

La inversión directa de los negocios extranjeros en China aumentó en 2023 en unos 33.000 millones de dólares en términos netos, según una estadística ofrecida por la Administración Estatal de Divisas (SAFE). Se trata de la cifra más baja en los últimos 30 años, un retroceso que el gobierno chino ahora quiere revertir. Las previsiones del ejecutivo apuntan a un crecimiento del PIB este año de entorno al 5%, un objetivo que ha insistido en mantener pese a las señales de debilidad y a pesar de que el crecimiento se ralentizara al 4,7% en el segundo trimestre del año.






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