1.000 millones en 24 horas: los ETF de ethereum se disparan y prometen una nueva revolución para los inversores institucionales
Estos vehículos de inversión permiten alternativas sencillas para que clientes minoristas, fondos de inversión y grandes empresas diversifiquen su portfolio de criptomonedas
Si no hablan de ti, no eres nadie. Esta frase parece encontrar en ethereum su excepción: la segunda gran criptomoneda, con una capitalización tres veces inferior a la de bitcoin, ha aprovechado su desconocimiento entre el público general para batir las expectativas en las horas posteriores a la aprobación de los ETF al contado en Estados Unidos. Desde el pasado martes, ocho gestoras comercializan estos fondos en el mercado norteamericano y solo en la primera jornada han recibido fondos por 1.000 millones de dólares. BlackRock, la mayor gestora a nivel global, reconfirma su posición como líder entre los fondos cripto, al recibir más de 267 millones de dólares por parte de sus clientes, seguida por Bitwise y Fidelity, con 204 y 71 millones, respectivamente.
“El ETF de ethereum, al igual que el de bitcoin, hará que fluya más capital institucional hacia ethereum”, apunta Mireya Fernández, Country Lead del exchange Bitpanda en el sur de Europa y CEE. Una encuesta de finales de abril realizada por la consultora EY señala que el 35% de las firmas encuestadas apuntan a que asigna entre el 1% y el 5% de su patrimonio a activos digitales, que podría incrementar al aumentar el número de opciones que cotizan en la Bolsa y tienen el respaldo de los pesos pesados del sector financiero, como BlackRock y Fidelity.
De momento, los formularios en los que los administradores de inversiones deben revelar el valor de sus inversiones, prueban que la revolución recién está empezando. Más de 1.000 grandes inversores revelaron inversiones significativas en sus informes 13F, presentados a principios de mayo ante el regulador norteamericano (la SEC). Entre estos se encuentra la gran banca, con nombres como BNY Mellon y BNP Paribas. Además de validar el interés de los clientes institucionales, esto permite dar un nuevo nivel de transparencia en la propiedad de bitcoin, marcando un avance en cómo se maneja la visibilidad de las inversiones dentro del sector de las criptomonedas.
Tras la aprobación, la cotización de ethereum reaccionó con cautela, y se mantuvo casi sin cambios. Sin embargo, en la jornada del jueves, este token se desploma más de 8% y se deja casi 10% en los últimos siete días. Por su lado, bitcoin se muestra más moderado y solo pierde un 3% y pierde poco más del 1% en la semana. El contraste se hace más evidente cuando se alarga la ventana temporal: en lo que va del año, la principal criptomoneda gana un 47,5% mientras que Ethereum gana un 36%. La entrada de nuevos capitales, apunta Fernández, “podría reducir la volatilidad y favorecer aún más su precio”.
“Existen algunas diferencias entre bitcoin y ethereum, que justifican así la precaución al extrapolar la dinámica del mercado tras la aprobación del BTC y la situación ahora con ETH”, apuntan por su lado los expertos de la plataforma Binance. En particular, el bitcoin ha quedado asociado a la narrativa del oro digital, lo que facilita explicar el activo y su valor a los inversores más tradicionales. Ethereum, en cambio, cuenta con una fortaleza más difícil de explicar, que son los desarrollos tecnológicos y los servicios financieros que se pueden desarrollar sobre ether, la tecnología sobre la que opera este token. “El mercado de ether es mucho más pequeño que el de bitcoin, por lo que la educación es crítica dado que estamos empezando recién este viaje”, apunta Rebecca Sin, analista de Bloomberg Intelligence.
Diversificación
De igual manera, el mercado insiste que no se trata de una competencia entre criptomonedas o fondos, sino de una complementariedad para que los inversores diversifiquen su exposición a las cripto. Aunque los analistas creen que es demasiado pronto para asegurarlo, la expectativa es que los nuevos ETF de Ethereum puedan capturar parte de los flujos de inversión que antes se dirigían a los fondos de bitcoin, dado que eran la única opción disponible en la Bolsa norteamericana. Al mismo tiempo, desde Binance señalan que esto podría generar mayor interés entre los inversores más aversos al riesgo. Un reciente análisis de Bloomberg Intelligence estima que los nuevos fondos podrán captar alrededor del 20% de los ingresos totales de los ETF de bitcoin,
Los efectos de estas nuevas opciones igual tendrá un impacto limitado. “Esta decisión no tendrá un impacto directo en los inversores europeos ya que estos ETF solo estarán disponibles en Estados Unidos. Sin embargo, esta nueva situación sí que tendrá un gran impacto al permitir una mayor adopción de esta clase de activos por parte de los inversores institucionales”, comenta Fernández.
Por ejemplo, en Europa la firma 21Shares ya comercializa dos productos de Ethereum, que en total gestionan activos por más de 538 millones. A esto se suman otras compañías como VanEck, que comercializa una alternativa similar que cotiza en la Bolsa alemana con más de 167 millones en activos. Todas estas alternativas están disponibles tanto para inversores profesionales como para minoristas. Por su parte, en España los fondos criptos de A&G Banco y Renta 4, limitados a profesionales, invierten en una cesta de monedas que también incluyen Ethereum.
¿Comprar un Ferrari con criptomonedas?
Si bien el rally de las criptomonedas se ha apoyado fuertemente en su uso como activos de inversión, esto no significa que no sigan siendo una opción a la hora de pagar productivos y servicios. La compañía italiana Ferrari ha hecho público este miércoles que ampliará su aceptación de pagos en criptomonedas a Europa a finales de julio, ha informado la agencia Reuters, quien señala que el fabricante de coches de lujo ya había habilitado esta opción en Estados Unidos en octubre pasado.
Bitcoin, Ethereum y la stablecoin USDC son los tokens aceptados en el mercado norteamericano, y se espera que suceda lo mismo en el Viejo Continente. La compañía ha justificado esta decisión como una manera de "ayudar a los concesionarios a abordar mejor las necesidades cambiantes de sus clientes".
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