Los cinco motivos por los que el Deutsche Bank espera un “aterrizaje forzoso” del bitcoin
La entidad alemana mantiene su escepticismo sobre el futuro del principal activo digital, aunque no descarta que la criptomoneda multiplique por diez su cotización
El fin del criptoinvierno no es suficiente para todos los inversores. Los máximos históricos del bitcoin esconden, pero no olvidan, las dudas de reguladores y entidades financieras sobre la naturaleza misma de los criptoactivos. Para los más escépticos, entre donde sobresalen la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, las monedas digitales son una burbuja potencial que, si se dan las condiciones, pueden afectar a la e...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
El fin del criptoinvierno no es suficiente para todos los inversores. Los máximos históricos del bitcoin esconden, pero no olvidan, las dudas de reguladores y entidades financieras sobre la naturaleza misma de los criptoactivos. Para los más escépticos, entre donde sobresalen la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, las monedas digitales son una burbuja potencial que, si se dan las condiciones, pueden afectar a la economía real. Un informe publicado por los estrategas Ulrich Stephan y Patrick Kellenberger de Deutsche Bank mantiene su escepticismo sobre el futuro de los principales activos digitales. La desconfianza es tal que incluso, como reconocen los investigadores, si el precio del bitcoin se situara por encima de los 700.000 dólares — diez veces su valor actual —, los fundamentos siguen dando lugar a dudas.
“Bitcoin está atravesando un proceso de adopción que puede dar lugar a grandes ganancias, pero también a un fracaso total que lo expondría como una burbuja”, resumen ambos autores, tras dar cinco razones para explicar su posición.
Depósito de valor
La investigación no deja lugar a dudas al desestimar al bitcoin como depósito de valor. Y va un paso más allá: asegura que las criptomonedas, aunque distingue a las stablecoins, “se han comercializado principalmente para obtener beneficios especulativos”. Además, insiste, pese a la descentralización propuesta por el nuevo universo cripto, el 93% de todos los bitcoins están en propiedad del 2% de monederos. Incluso si la verdadera concentración de la oferta fuera menor, apuntan desde la entidad, los grandes propietarios han manipulado los precios de las criptomonedas en el pasado.
Sin embargo, ambos investigadores resaltan algunas cualidades positivas que, con el tiempo, podrían hacer que el bitcoin se imponga como depósito de valor comparable con el oro. “Su oferta limitada, divisibilidad, fungibilidad, descentralización, seguridad y accesibilidad por parte de los participantes” podrían asegurar esta transición, aseguran.
Volatilidad
Los dos estrategas apuntan a la volatilidad como la principal razón para que el uso del bitcoin sea para la especulación. De acuerdo a la investigación, la principal criptomoneda ha registrado caídas de más del 50% en un mes y descensos de pico a valle de hasta el 90%. De cualquier manera, ambos estrategas reconocen que la cotización ha aumentado casi un 22.000% en los últimos diez años frente al euro. Al mismo tiempo, desde Deutsche Bank se muestran escépticos de que los cambios violentos de cotización pueda cambiar debido a “la falta de correlación estable con otras clases de activos y con los fundamentos macroeconómicos”.
Altos costes
La investigación también critica directamente otro de los grandes propósitos de bitcoin: su uso como moneda. Además de la volatilidad, lo que hace casi imposible la fijación de precios, los analistas destacan las limitadas capacidades de transacción y los altos costes asociados, que hacen casi imposible la adopción de este activo para la compra y venta de productos y servicios. “En la actualidad, el blockchain solo puede procesar unas siete transacciones por segundo, lo que palidece al lado de la capacidad de la red europea de pagos que es de 2.000″, ejemplifican estos expertos.
Al igual que su uso como depósito de valor, el estudio resalta que las posibles soluciones se basan en complementos, tecnologías adicionales por fuera del blockchain que tienen sus riesgos asociados “como la centralización, la seguridad y la fiabilidad de la red”
Cotización
La verdadera incógnita, plantean ambos autores, es cómo se fija el precio del bitcoin. Según estos, “la falta de flujos de caja, activos tangibles subyacentes o utilidad hacen imposible una valoración directa” de la moneda. Para esto, sí deslizan una alternativa y proponen utilizar el coste de producción, básicamente la inversión en electricidad y elementos de informática. A largo plazo, indican Stephan y Kellenberger, el pilar fundamental que guiará la demanda de la principal criptomoneda deberá ser la demanda, atada a la aceptación del bitcoin como depósito de valor.
Riesgos tecnológicos
Desde Deutsche Bank se resalta también algunos riesgos sustanciales que son parte de la propia naturaleza del bitcoin. Por un lado, destaca “la gran huella medioambiental” del minado de nuevas criptomonedas, que podría hacer que “competidores más eficientes” rivalicen por el predominio del sector.
Por otro lado, destaca que la seguridad para la generación y almacenamiento de monedas digitales también podría verse en riesgo a partir de los avances de los ordenadores cuánticos. Estos, plantean los investigadores, harán más fácil el acceso a claves privadas hasta ahora secretas.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días