El ICAM lanza una guía de ciberseguridad para prevenir las amenazas digitales en el sector legal
Para evitar invasiones en la red, el colegio recomienda crear contraseñas más complejas, usar sistemas de doble autenticación o utilizar redes privadas (VPN)
En una sociedad cada vez más digitalizada, los ciberataques son cada vez más sofisticados y muy difíciles de detectar. Según los datos del Ministerio del Interior, en España se han cometido 237.640 cibercrímenes desde enero hasta julio de 2024, un incremento del 9,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, de acuerdo con la información facilitada por el Centro Criptológico Nacional, España se encuentra entre los países más afectados por el cibercrimen. Enfrentando amenazas como el ransomware y el robo de información confidencial. Por ello, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha lanzado la “Guía de ciberseguridad para la abogacía”, un documento práctico con las principales amenazas digitales que afectan al sector legal y las medidas más efectivas para prevenirlas.
Los hackeos son especialmente peligrosos en la abogacía. Precisamente, porque los profesionales del derecho tienen información confidencial que puede ponerse al servicio de los delincuentes. Entre los factores de vulnerabilidad, el ICAM señala aspectos como los metadatos, que revelan información sensible como ubicación, dispositivos y horarios, o los riesgos asociados a dispositivos físicos, como el robo, virus o accesos no autorizados.
También alerta en el documento sobre las amenazas en redes Wi-Fi inseguras, donde los datos pueden ser espiados, y en aplicaciones o programas que, si no se actualizan o configuran correctamente, pueden abrir brechas de seguridad. Además, desglosa algunos riesgos asociados a la actividad digital, como el intercambio de archivos o la navegación en internet sin medidas de protección adecuadas, así como la exposición de datos a través de servicios como servidores, banca online o comercio electrónico.
“En el ejercicio de la abogacía, los despachos y profesionales del Derecho manejan información de alta sensibilidad: datos personales, estrategias legales, documentos confidenciales y, en muchos casos, secretos empresariales. Este tipo de información es un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, quienes emplean cada vez métodos más sofisticados para acceder a datos valiosos”, señala Eugenio Ribón, decano del ICAM. En este sentido, añade el decano, proteger los dispositivos y los datos “es una obligación ética para garantizar la confianza de los clientes”.
Test de ciberseguridad
El documento, dirigido específicamente a letrados y despachos profesionales, incluye un test de ciberseguridad para evaluar el nivel de protección digital de cada usuario. A través de cuestiones que abarcan desde el manejo de contraseñas hasta la implementación de políticas de seguridad. El objetivo es ayudar a los profesionales a identificar vulnerabilidades informáticas y fomentar una mayor concienciación sobre los riesgos digitales.
Para prevenir posibles invasiones en la red, la guía del ICAM propone crear contraseñas más complejas o usar sistemas de doble autenticación. Además, también propone estrategias más avanzadas como el uso de redes privadas virtuales (VPN), el cifrado de datos sensibles y la realización de auditorías de seguridad para identificar y mitigar riesgos.
“Ciberataques como el phishing, el ransomware, el robo de datos o incluso el espionaje digital son riesgos reales que pueden comprometer no solo la confidencialidad de la información, sino también la reputación de los despachos y la confianza de sus clientes. Una brecha de seguridad puede resultar en pérdidas económicas, sanciones legales y daños irreparables a la relación abogado-cliente”, advierte Mabel Klimt, diputada del ICAM responsable de tecnología.
Además, recuerda que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) exige a profesionales y despachos garantizar un manejo seguro de los datos. “El incumplimiento de estas normativas puede derivar en multas significativas, por lo que la ciberseguridad no es solo una buena práctica, sino una obligación legal”, subraya Klimt.
Amparo digital
Con el fin de proteger los equipos de los colegiados, el ICAM brinda la posibilidad de amparar dispositivos, un servicio activado inicialmente para los abogados in house. Así, cualquier abogado podrá registrar y gestionar hasta diez dispositivos profesionales, como portátiles, móviles o tablets, desde el área reservada de la web del ICAM. Además, el servicio incluye herramientas para etiquetar dispositivos con el objetivo de reforzar la protección de los activos tecnológicos y la información confidencial que contienen.
“La seguridad digital es un proceso constante que requiere herramientas efectivas, formación continua y un enfoque estratégico. En el ICAM, trabajamos para que nuestros colegiados tengan todo lo necesario para enfrentarse a estos desafíos con confianza y eficacia”, afirma Eugenio Ribón.
Mabel Klimt, por su parte, señala que la ciberseguridad “no es una opción ni un añadido; es una prioridad estratégica para la sostenibilidad de nuestra profesión”. “La guía práctica es una invitación a reflexionar y evaluar cómo protegemos lo más valioso que tenemos: la confianza que los clientes depositan en nosotros”, concluye.