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Actos de comunicación: el procurador es el mejor aliado de la justicia

Esta capacidad de certificar no sólo se presenta como una responsabilidad, ya que la incorrecta realización no sólo puede generar su nulidad sino también perjudicar los intereses del cliente

Agencia Getty

En estos días hemos conocido como la situación que atraviesan los servicios de correos está generando un caos de importantes dimensiones. El hecho de que se retengan citas médicas, comunicados de la Agencia Tributaria, citaciones judiciales y otra información relevante ocasionan perjuicios a los ciudadanos que ven retrasados sus tratamientos, procedimientos, etc.

Desde el punto de vista procesal, los actos de comunicación pueden ser practicados no sólo por correo, sino por funcionario y por el procurador que tramita el procedimiento. Recurrir a los servicios de correos no deja de ser algo previsto legalmente y demasiado habitual en el ámbito de la Administración de Justicia, ya que se utiliza como un medio ágil complementario a los existentes, pero que en estos momentos se torna ineficaz, dado que los procedimientos requieren de la realización de actuaciones y notificaciones en un plazo determinado. Cualquier dilación en la recepción de una comunicación, supone retrasar la actividad de un juzgado o tribunal y perjudicar los derechos e intereses de los justiciables.

En un momento, en que la Administración de Justicia necesita de la adopción de medidas de agilización y eficacia, que las comunicaciones de correos no se realicen en tiempo y forma, viene a ahondar en la situación de colapso, dado que la reiteración de señalamientos o de notificaciones en nada ayuda a un mejor funcionamiento de la Administración de Justicia.

Esta situación requiere de la colaboración de todos para buscar la manera de agilizar los procedimientos y en concreto, de los procuradores que pueden realizar esos actos de comunicación, es decir pueden notificar y citar a las partes o a terceros para que comparezcan o realicen determinada actividad judicial. El tiempo de práctica de la notificación o citación se reduce considerablemente con la consiguiente reducción de carga de trabajo a los juzgados y tribunales.

Además, ya sean practicados por el procurador de la parte o por el servicio del que dispone el Colegio de Procuradores de Madrid, son realizados con la máxima pulcritud, ya que de su correcta realización depende que esas comunicaciones desplieguen sus efectos y la buena marcha de un procedimiento.

El procurador que realiza ese acto de comunicación posee del carácter de autoridad, de manera que da fe de que lo ha practicado con el interesado o tercero y del resultado del mismo. Esta capacidad de certificar no sólo se presenta como una potestad del procurador, sino como una responsabilidad, ya que la incorrecta realización de un acto de comunicación no sólo puede generar su nulidad sino también perjudicar los intereses del cliente al que representa.

A este respecto, es obligado destacar la importancia del Servicio de Actos de Comunicación que surge como forma de incentivar la realización de los actos de comunicación por parte de los profesionales de la procura. Este servicio del que dispone en Colegio de Procuradores de Madrid, permite a los procuradores, en régimen de sustitución, poder practicar.

Con las máximas garantías, esos actos de comunicación en un plazo máximo de 48 horas. Los procuradores que prestan el servicio saben de la importancia de la comunicación en el procedimiento judicial, por lo que están perfectamente preparados para realizar cada notificación, citación o emplazamiento y son conocedores de las consecuencias de no realizarlo correctamente.

Los procuradores de Madrid y en concreto, su colegio, en la condición de colaboradores necesarios de la Justicia, han puesto a disposición de la Administración todos los medios necesarios para coadyuvar en la mejor prestación del servicio.

De esta forma, no sólo se ha previsto la posibilidad de que los especialistas del servicio acudan personalmente al domicilio de los ciudadanos a realizar estas notificaciones, sino que dispone de una plataforma de certificación de envíos para poder practicarlas mediante el envío de correo electrónicos y SMS certificados y de burofax por precios muy competitivos.

En definitiva, los procuradores madrileños ponen a disposición de la sociedad la experiencia contrastada con la que cuentan en materia de comunicación judicial con el fin de evitar que la actividad judicial se vea afectada, también por factores externos, que vienen a profundizar en sus propias carencias.


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