A la venta la casa de campo que el Gran Duque de Mecklemburgo regaló a la princesa de Prusia por 40 millones

Engel & Völkers tiene en cartera esta propiedad de mediados del siglo XIX a orillas del Mar Báltico

Casa de campo que el Gran Duque de Meclemburgo regaló a Alexandrine de Prusia, (Fuente: Engel & Völkers Berlin-Mitte)

Alexandrinen Cottage es una casa de campo ubicada en Bad Doberan, una ciudad del noreste de Alemania. Situada en un hermoso paraje dentro de un extenso parque al borde de las escarpadas orillas del mar Báltico, la propiedad está a la venta en Engel & Völkers por 40 millones de euros. “Alexandrinen Cottage es una joya histórica y arquitectónica, enclavada entre el bosque y el mar. Estamos encantados de que haya llegado al mercado después de tanto tiempo”, revela Elena Roth, miembro del Consejo de Administración de Engel & Völkers Berlín.

La casa fue construida a mediados del siglo XIX por orden de Paul Friedrich, Gran Duque de Mecklemburgo-Schwerin, como regalo a su esposa, la princesa Alexandrine de Prusia. Es una de las primeras mansiones costeras que se levantaron en Heiligendamm, conocida como la “Perla Blanca junto al mar”. Situada en el extremo occidental del parque y junto a la pintoresca costa, ofrece privacidad en una parcela de unos 4.450 metros cuadrados, además de cinco hectáreas de parque y bosque adyacentes.

La propiedad fue construida por el renombrado arquitecto alemán Georg Adolph Demmler con influencias del diseño inglés en los jardines, la arquitectura victoriana y las villas de campo toscanas. La casa fue ampliada en 1911 por el arquitecto de la corte de Schwerin, Emil Liss. Las obras de ampliación reflejaron las lujosas necesidades de la vivienda y de la representación de la familia del Gran Ducado de Mecklemburgo-Schwerin, e incluyeron la incorporación de elementos modernos de la época.

Todas las obras se llevaron a cabo con sumo cuidado y atención al detalle, respetando su estado de conservación. “Las influencias históricas aún están presentes”, afirma Elena Roth. La superficie habitable es de 1.484 metros cuadrados (tras la modernización), con la posibilidad de un total de 18 habitaciones. Ya se ha concedido la licencia de obras para construir un spa con piscina, así como una sala de cine y una bodega.

“Las torres octogonales ofrecen la oportunidad de crear elementos de diseño únicos, como una suite principal o un salón con vistas semicirculares al mar”, explica Elena Roth. “Hará falta un comprador visionario para devolver la vida a la casa de campo, prestando esmerada atención a los detalles y teniendo en cuenta su condición de patrimonio protegido”.

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