Gregg Supravsky (NSF): “Tesla se está convirtiendo en el iPhone de los coches eléctricos”

El fondo combina la máxima calificación en términos de sostenibilidad con un retorno medio anual del 20% en los tres últimos años

Greg Supravsky, gestor de NevasterJuan Lazaro

El fondo NSF Cambio Climático+ está volando en 2023, con una rentabilidad acumulada del 16%. El rendimiento medio anual en los tres últimos ejercicios es de más del 20%. Su gestor, Gregg Supravsky (Bruselas, 1995), considera que se siguen dando todas las condiciones para que esta temática de inversión siga ofreciendo un extra retorno sobre la Bolsa en general.

El fondo que gestiona sobre cambio climático es uno de los primeros que se lanzaron...

Sí, tiene una larguísima trayectoria. La gestora lo puso en marcha en 2007. Primero fue un fondo de fondos y después pasó a hacer...

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El fondo NSF Cambio Climático+ está volando en 2023, con una rentabilidad acumulada del 16%. El rendimiento medio anual en los tres últimos ejercicios es de más del 20%. Su gestor, Gregg Supravsky (Bruselas, 1995), considera que se siguen dando todas las condiciones para que esta temática de inversión siga ofreciendo un extra retorno sobre la Bolsa en general.

El fondo que gestiona sobre cambio climático es uno de los primeros que se lanzaron...

Sí, tiene una larguísima trayectoria. La gestora lo puso en marcha en 2007. Primero fue un fondo de fondos y después pasó a hacer inversión directa. Siempre ha buscado invertir en compañías que pudieran contribuir a mitigar el cambio climático y el calentamiento global. Ahora solemos tener unas 50 compañías en cartera.

¿En qué tipo de acciones invierten?

En economía circular, como compañías de reciclaje. También empresas que mejoran la eficiencia energética, en la que incluimos a firmas de semiconductores, que cada vez son más importantes. Otra temática es la producción de energías limpias. Y la última, la movilidad sostenible, donde invertimos por ejemplo en empresas de coches eléctricos.

¿Qué empresas tienen en cartera en la parte de eficiencia energética?

Tenemos, por ejemplo, a la empresa de aislamientos térmicos Kingspan, con sede en Irlanda. Ha participado en el aislamiento de grandes infraestructuras, como la torre Burj Kalifa, el edificio más alto del mundo. También tenemos otras que están más orientadas a reacondicionar edificios más sencillos, de oficinas o de apartamentos. En Europa hay una legislación en marcha que cada vez va a ser más exigente con esta cuestión. Dentro de unos años no será legal alquilar unas oficinas si no acreditan que cumplen unos mínimos en cuanto a eficiencia energética.

¿Y en energías renovables?

Nos interesa mucho recorrer toda la cadena de suministro. No queremos centrarnos solo en empresas productoras de energías verdes, sino que buscamos a fabricantes de molinos de viento, como Vestas. O firmas especializadas en fabricar cables de alto voltaje, que son fundamentales para poder instalar este tipo de infraestructuras. Algunas están recibiendo contratos para instalar cables submarinos que permitan la electrificación de islas o la conexión de parques eólicos marítimos con la red eléctrica.

¿El fondo tiene la máxima calificación en términos de sostenibilidad?

Sí, somos lo que se denomina artículo 9, que nos reconoce como un producto que invierte en compañías que persiguen unos objetivos muy concretos en el ámbito de la protección del medio ambiente.

A veces habrá ciertos tipos de compañías que les generan ­dudas...

Así es. Un buen ejemplo son las empresas que fabrican baterías eléctricas. Para hacerlo necesitan comprar ciertos materiales cuya extracción en minas puede ser muy comprometido. En esos casos tenemos que evaluar muy cuidadosamente los pros y los contras de este tipo de inversiones.

Y al final, ¿invierten en fabricantes de baterías?

Uno de los problemas que nos encontramos es que casi todos los grandes fabricantes están en Asia. A veces forman parte de grandes conglomerados, que tienen filiales de energía nuclear, y no podemos invertir directamente en el negocio de las baterías eléctricas. Esto nos pasa especialmente en Japón. También tenemos dificultades para acceder a estas compañías en China.

¿Tienen en cartera a Tesla?

Sí. A veces no es fácil explicar la tesis de inversión, porque cotiza a precios muy altos. Además, no es un puro fabricante de coches. Tiene también el negocio aeroespacial, como Space X. O su empresa de paneles solares. Pero fundamentalmente creemos en la visión de Elon Musk, que se refleja muy bien en Tesla. Creemos que Tesla se ha acabado convirtiendo en el iPhone de los coches. No creo que llegue a ser una empresa que alcance los tres billones de dólares de valoración, salvo que se convierta en una firma mucho más tecnológica. Pero sí que merece la pena tenerla en cartera.

Se ha adelantado mucho a la competencia con los cargadores...

Sus supercargadores permiten recargar las baterías de coches eléctricos mucho más rápido que la competencia. Por eso rivales como Ford han llegado a un acuerdo para poder utilizarlos. La velocidad de recarga era uno de los principales problemas para la adopción de este tipo de vehículos.

¿Por qué invierten en semiconductores?

Cada vez tenemos más dispositivos eléctricos y, a la vez, queremos utilizar cada vez más energías limpias. Para hacer esa transición necesitamos dispositivos que sean cada vez más eficientes e inteligentes. Por eso es tan importante el papel de las empresas que fabrican chips y toda la industria de los semiconductores.

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