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Inoxpa, la empresa catalana que fabrica la maquinaria clave para procesar líquidos en la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica

La compañía, con sede central en Girona, ha convertido su planta de India en el eje global de una expansión basada en tecnología propia, diversificación industrial y producción estratégica

Marc Pons, director de Operaciones de Inoxpa, transmite curiosidad y admiración por India. “Es otro mundo, dinámico y en proceso de construcción”, describe por videollamada. Su filia se puede entender porque, como dicen, el roce hace el cariño –lleva desde 2009 visitándola periódicamente–, pero probablemente tenga mucho que ver con el papel clave que el país asiático juega en la buena marcha de su empresa, especializada en componentes de acero inoxidable, equipos y soluciones integrales para el tratamiento de fluidos, que dan servicio a las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica.

En su momento, India fue una apuesta por un mercado emergente, también un salvavidas que les permitió competir en la fabricación de productos tipo commodity. “Desde el 2000, la competencia con los fabricantes chinos nos obligó a dejar de fabricar ciertas líneas de productos commodity; empezamos a comprar en China, y a distribuir. En India vimos la oportunidad de volver a fabricar, y ser más competitivos en costes", explica Pons.

La macro-planta de producción de 22.000 metros cuadrados inaugurada en 2024 en Pune, al sureste de Mumbai, expande la capacidad global del grupo, y mejora su eficiencia operativa. Es la más grande de Inoxpa en el mundo, y de ella sale el 70% de los productos estándares que pone en el mercado. El diseño está centralizado en Banyoles, localidad de Girona donde nació la empresa en 1972, como fabricante de bombas hidráulicas.

  • Nombre: Inoxpa SAU
  • Año de fundación: 1972
  • Producto o servicio: fabricación y comercialización de componentes de acero inoxidable y equipos para el tratamiento de fluidos, gestión de procesos y servicios en las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica
  • Domicilio social, localización: Banyoles, Girona
  • Cifra de exportación: 103 millones de euros
  • Empleados: 938
  • Producto o servicio que exporta: componentes de acero inoxidable y equipos para el tratamiento de fluidos
  • Países a los que venden en el exterior: En todo el mundo
  • Principal mercado exportador: China, Francia, Colombia y Sudáfrica
  • Mayor reto: crecer en el mercado norteamericano y disponer de las certificaciones exigentes que requiere ese mercado
  • Objetivo futuro: potenciar el mercado norteamericano y consolidarse en la APAC (región Asia-Pacífico)
  • Un consejo: para competir con éxito en una economía globalizada, las empresas deben fortalecer su competitividad, potenciar su capacidad exportadora y actuar con agilidad, flexibilidad y proximidad con el cliente

Debido a su crecimiento, en 1987 se trasladó a sus instalaciones actuales, en el polígono de La Farga de Banyoles. De pyme con no más de 20 empleados ha pasado a 940 trabajadores, y se ha convertido en una “multinacional de bolsillo”, como suele llamarla Pons. En 2024, facturó 112 millones de euros, y la previsión es llegar a los 128 millones al cierre de 2025. Su cifra de exportación ronda los 103 millones de euros, el 81% del total.

Inoxpa abrió su primera sucursal en el extranjero –concretamente en Perpiñán (Francia)– en 1980. Cuando entró en India en 2009, ya estaba presente en el resto de Europa, Estados Unidos y Sudáfrica, mediante delegaciones comerciales. “Desde el principio, la empresa tuvo en mente la idea de crecer internacionalmente; siendo líderes nacionales, con un mercado limitado, el crecimiento solo podía venir de poner los pies fuera”, argumenta Pons, que recuerda que, durante el periodo 1995-2005, el antiguo propietario se propuso como meta sumar dos mercados nuevos cada año.

Innovación constante

La compañía pone novedades en el mercado, y anualmente renueva y actualiza su catálogo, pero hay cuatro productos estrella –con su correspondiente ecosistema de artículos y componentes relacionados– que siempre están ahí: la válvula de mariposa, la llamada válvula Innova, la bomba centrífuga y la bomba lobular, cuya nueva versión –que reemplaza y amplía la anterior– fue lanzada hace dos meses, tras cinco años de trabajo. Las tres primeras se fabrican en India; la cuarta –de mayor valor añadido–, en Banyoles, algo que “nos permite mantener cierta producción local para no perder nuestro ADN industrial”, aclara Pons.

A partir de los 2000, la empresa catalana ha evolucionado desde la mera fabricación de componentes hasta el abordaje de procesos completos: primero pequeños equipos, luego sistemas, hasta proyectos llave en mano creados ad hoc para una determinada industria. Un paso natural, que antes que ella ya dieron las grandes multinacionales del sector. Una herramienta más para incrementar e introducir los productos propios en el mercado.

En paralelo, Inoxpa ha pasado de servir a la industria alimentaria en general, a especializarse por sectores lácteos, bebidas, cosmética y farmacéutica, principalmente a través de la adquisición de firmas especializadas. En 2017 adquirió Fluinox, dedicada a la panadería industrial, y dejó de trabajar solo con fluidos, empezando con el transporte de sólidos. Es un ejemplo de cómo ha ido ampliando su gama de procesos, los mercados donde ofrecerlos y su abanico de tecnologías.

En ese mismo año 2017, entró a formar parte del grupo italiano Interpump Group, circunstancia que, a juicio de Pons, ha venido a aportar “un mayor grado de profesionalización, respaldo financiero y optimización de la rentabilidad manteniendo la independencia en la gestión del negocio”. Desde la dirección financiera de Inoxpa destacan la colaboración con Banco Sabadell como otra de las claves de la buena marcha de su operativa internacional. Dicen que el acompañamiento de su banca internacional resulta decisivo en mercados como Francia e Inglaterra. Y que ayuda a fortalecer su presencia global y a facilitar su expansión en mercados que la compañía considera estratégicos.

Inoxpa es consciente de la necesidad de plantar dos centros productivos en el continente americano, uno en el Sur, y otro en el Norte, con Estados Unidos como principal objetivo. “Son dos mercados completamente diferentes”, aclara Pons.

Actualmente, el grupo cuenta con delegaciones comerciales en 18 países. Mantiene unidades de producción en Valencia, Portugal (cerca de Oporto), dos de menor tamaño en Moldavia y en Colombia, amén de las ya citadas de Banyoles –con 160 empleados– e India –con 340–. Desde su cuartel de Pune aspira a continuar su expansión por el Sudeste asiático y a afianzar posiciones en China, uno de los mercados en los que más está creciendo gracias a sus productos de manufactura india.

“Hace poco me preguntaron que cuánto tiempo creía que nos podría cubrir nuestra nueva inversión en India. No lo sé, espero que para los próximos 15 años”, comenta Pons. Estaba previsto construir la planta en dos fases, pero finalmente se hicieron las dos a la vez. Aún así, “no puedo decir que nos quedáramos cortos, pero sí que la hemos llenado más de lo previsto”, concede. En Portugal –que arrancó su actividad más o menos al mismo tiempo que el proyecto indio– ha ocurrido algo parecido: la empresa dobló en 2022 el tamaño de sus instalaciones, y calculó que tardaría entre cinco y siete años en tener que ampliar de nuevo –hay terreno para ello–. Pues bien, ya está acometiendo la tercera fase.

“Los planes están para cambiarlos. Tenemos los pies bien firmes en el suelo pero, viendo que nuestra evolución va por muy buen camino, creo que debemos pensar aún más en grande”, enfatiza Pons.

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