Calviño trabaja con el objetivo de cerrar las reglas fiscales en octubre

Las negociaciones se prolongarán en los meses de verano para que se apruebe un documento en la cumbre del 16 y 17 de octubre en Luxemburgo

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital.MARISCAL AGENCIA EFE (EFE)

Las reglas fiscales que ponen límites a la deuda y al déficit público de cada país de la Unión Europea, volverán a ser efectivas en 2024, tras su congelación durante varios ejercicios, como consecuencia de la pandemia y por los efectos posteriores de la crisis energética.

Hoy se ha dado el banderazo oficial de salida para iniciar las negociaciones entre los ministros de Economía y Finanzas europeos. Su objetivo, que se sienten las bases para un futuro acuerdo en otoño. La agenda que se marcan los técnicos que van a llevar las negociaciones, es que el diálogo se prolongue durante los meses de agosto y septiembre, con el objetivo de lograr un documento solvente como para que se presente y se consiga su aprobación en la reunión del 16 y 17 de octubre en Luxemburgo.

Este es al menos el propósito que transmitió la vicepresidenta económica Nadia Calviño en la reunión preliminar de este jueves que se prolongará este viernes bajo su presidencia.

De hecho, la presidencia española presentará un documento con cuatro áreas clave: equilibrio institucional, criterios fiscales comunes, espacio fiscal para inversiones y reformas y una aplicación creíble y apropiación nacional, de forma de los Estados tengan un mayor papel en el diseño.

Política restrictiva

Este jueves los ministros europeos han respaldado una política fiscal “restrictiva” necesaria en 2024, mediante la aplicación de las recomendaciones fiscales que propuso la Comisión Europea por parte de todos los Estados miembros. En una declaración publicada en el marco de su reunión en Bruselas, los ministros de los 20 países del euro han manifestado su apoyo a la orientación “restrictiva” de la política fiscal que propuso el Ejecutivo comunitario en su paquete de primavera.

El propio comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha defendido también esta orientación al tiempo que ha abogado por trabajar “codo con codo” con la política monetaria para lograr “curvar” la inflación. Además de justificar esta política fiscal restrictiva, el comisario italiano ha recomendado mantener, al mismo tiempo, “un margen de maniobra para la inversión, principalmente en los sectores estratégicos” y ha llamado a cerrar un acuerdo “lo más rápido posible” sobre la revisión de las normas fiscales de la UE, que será “esencial para mantener el ritmo” que se requiere para el próximo año.

Reducir déficits

Los Estados miembros se han comprometido a esforzarse por reducir las medidas de apoyo energético, utilizando los ahorros relacionados para reducir los déficits públicos, lo antes posible en 2023 y 2024. “Según estimaciones de la Comisión, para la mayoría de los Estados miembros de la zona del euro, se espera que esto sea suficiente para cumplir con las recomendaciones fiscales”, recuerda la declaración, que en línea con otras comunicaciones anteriores del Eurogrupo, aboga por “evitar medidas permanentes de aumento del déficit para facilitar una reducción duradera tanto del déficit como de la deuda”. Defienden que la estrategia de consolidación fiscal sea “decidida, gradual y realista” para fortalecer la sostenibilidad fiscal, reconstruir los “colchones” fiscales y generar un mayor crecimiento sostenible.

A falta de más concreciones que se conocerán durante la presidencia española, los límites establecidos serán los existentes previamente, es decir un 3% del PIB en el caso del déficit público y un 60% del PIB para la ratio de deuda pública, actualmente en torno al 112%. La salvedad está en que para aquellos países como España donde estos valores de referencia han sido superados, la Comisión ya propuso un plan de saneamiento para cada país en el medio plazo.

Funcas pide reducir deuda

Coincidiendo con la reunión de Bruselas, Funcas ha presentado su informe en el que recomienda de España debe comenzar cuanto antes la reducción de la ratio de deuda pública sobre PIB. Esta decisión sería un escudo protector ante situaciones “potencialmente adversas” en los mercados financieros, al tiempo que se recuperaría el margen para la política fiscal y frenaría el aumento del coste de la deuda por la subida de los tipos de interés.

Según un artículo de Santiago Lago publicado en ‘Cuadernos de Información Económica’. recuerda que ante la reforma de las reglas fiscales, varios países de la eurozona apuestan por una reducción de un punto anual en la ratio de deuda respecto al PIB para los países más endeudados, como es el caso de España.

Así considera que en los próximos diez años se juega la sostenibilidad fiscal, cuyos riesgos la Comisión Europea cree elevados en el medio plazo. Todo ello obliga a diseñar y ejecutar “con urgencia” un plan de consolidación gradual, pero continuo y sostenible. Funcas insiste en que el endeudamiento público constituye uno de los principales factores de vulnerabilidad de la economía española.

En el contexto actual de aplicación de nuevas reglas fiscales europeas y de retirada del apoyo del BCE, Raymond Torres y María Jesús Fernández también plantean la necesidad de iniciar una reducción progresiva de la ratio de deuda sobre PIB. La persistencia de un déficit público elevado es un factor de vulnerabilidad para España, especialmente cuando este año se prevé aumentar las emisiones de deuda pública, avisan.

A falta de ajustes, Funcas prevé que el déficit se situará en el 3,7% del PIB en 2024, por encima del 3% que ha estimado el Gobierno, y la deuda pública superará el 108% del PIB, 10 puntos más que antes de la pandemia.

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