Economía

Más gasto y más impuestos: el presupuesto de Biden para 2024 fija una mayor fiscalidad para las empresas y los ricos

El gasto federal se elevaría a 6,8 billones de dólares desde los 6,2 billones de 2022

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una imagen tomada este jueves de camino a Filadelfia.Alex Wong (Getty Images)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presenta este jueves en Filadeldia una de sus principales bazas de cara a las elecciones de 2024. El plan presupuestario del Gobierno demócrata busca elevar el gasto público y, a la vez, controlar el déficit de la administración gracias a subidas de impuestos a las empresas y a los más ricos. Precisamente, para el año de las elecciones presidenciales, el gasto del Gobierno Federal alcanzaría los 6,8 billones de dólares, 600.000 millones de dólares más que los 6,2 billones de 2022. Al mismo tiempo, a lo largo de la próxima década, los demócratas estiman que recortarán el déficit en tres billones de dólares.

En este recorte del déficit, el incremento de los ingresos fiscales jugará un papel fundamental a juzgar por el plan del presidente estadounidense. Las grandes empresas serían una de las mayores fuentes de financiación para Biden. En concreto, según refiere Bloomberg, el presupuesto propone elevar el impuesto de sociedades al 28% desde el 21% en el que se encuentra en estos momentos. En lo referente a los beneficios que las empresas del país obtengan fuera de sus fronteras, tendrían que pagar el 21% en vez del 10,5% que fijó Trump.

Para los inversores, Biden plantea elevar el impuesto a las ganancias de capital al 39,6% desde el 20% para los que obtengan más de un millón de dólares por su actividad en los mercados. Con un 5% adicional para financiar el fondo Medicare que se aplicaría a los que ganen más de 400.000 dólares al año, los más ricos tendrían que afrontar unos impuestos del 44,6% en sus beneficios obtenidos vía inversiones. También se aplicarían impuestos en caso de que el propietario de una inversión muriese, acabando de esta forma con una norma que dejaba exenta la fiscalidad de las ganancias no materializadas cuando se transferían a los herederos.

Además, a aquellos estadounidenses que ganen más de 400.000 dólares al año, se les elevaría el impuesto de ingresos personales (una figura del estilo del IRPF) al 39,6% desde el 37% actual. “Mi presupuesto es un hito para reconstruir Estados Unidos de una manera fiscalmente responsable sin dejar a nadie atrás”, resumía Biden a modo de introducción del mismo.

El presupuesto es toda una declaración de intenciones políticas, y tiene visos de quedarse en eso. El Partido Republicano controla desde el pasado enero la mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y sus legisladores han prometido bloquear las propuestas económicas del presidente. En un comunicado conjunto con otras figuras del partido, el presidente de la Cámara, el republicano Kevin McCarthy, ha cargado contra el plan. “El presupuesto del presidente Joe Biden es una propuesta temeraria que ahonda en las mismas políticas de gasto de la extrema izquierda que nos han llevado a esta situación de inflación récord y de crisis de deuda. Los billones de dólares en subidas de impuestos los pagarán las familias, ya sea de forma directa o indirecta”, expresaron los republicanos.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Archivado En