Canarian Hospitality aspira a duplicar su cartera de hoteles con el próximo salto a la Península
La gestora creada en 2021 cuenta con ocho inmuebles operativos en el archipiélago y otros tres en construcción
Los inversores, especialmente los procedentes del sector inmobiliario, han puesto desde la pandemia sus ojos en el sector hotelero. Frente a la decadencia de la construcción ha emergido una actividad con tarifas y rentabilidades en máximos históricos, espoleada por el fenómeno del turismo masivo, que llevará a España a cerrar este año con un nuevo máximo histórico de viajeros extranjeros, que podría oscilar ent...
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Los inversores, especialmente los procedentes del sector inmobiliario, han puesto desde la pandemia sus ojos en el sector hotelero. Frente a la decadencia de la construcción ha emergido una actividad con tarifas y rentabilidades en máximos históricos, espoleada por el fenómeno del turismo masivo, que llevará a España a cerrar este año con un nuevo máximo histórico de viajeros extranjeros, que podría oscilar entre 97 y 98 millones.
El caso de la gestora Canarian Hospitality, fundada en 2021, y el grupo constructor canario Acosta Matos es un ejemplo de manual. La génesis de este proyecto arrancó realmente cuatro años antes. “Yo trabajaba en NH, me habían propuesto llevar la división en Italia, pero, sin embargo, tenía una inquietud porque veía una oportunidad en el mercado para profesionalizar la gestión del sector. En 2017 convencí con un proyecto de crecimiento al family office de la familia Polanco [accionistas del Grupo Prisa, editor de CincoDías] para gestionar sus activos en Canarias“, recalca Francisco Fernández, consejero delegado de Canarian Hospitality. Según expone, el impacto de la pandemia llevó a los Polanco a desistir del proyecto y la sociedad se disolvió en febrero de 2021.
“En aquella época coincido con Óscar Palacios, que estaba en HIP (Blackstone), y Alejandro Páez, que trabajaba en Royal Caribbean, y decidimos que era el momento para iniciar un nuevo proyecto juntos. En un momento tan complejo como el inicio de la pandemia, nos dimos un plazo de tres meses para ver si encontrábamos activos y con ellos tratar de convencer a inversores. Y en ese tiempo tuvimos la fortuna de que volvimos a retomar con el grupo constructor Acosta Matos, con el que tuvimos relación antes de la pandemia”. Ese fue, según Fernández, el punto de inflexión. “Pretendíamos cerrar la gestión de un hotel y ellos acabaron proponiendo quedarse con el 75% de la gestora porque estaban muy interesados en entrar en este negocio. Nosotros queríamos tener un porcentaje más alto, pero no teníamos cola de inversores llamando a nuestra puerta, y encima ofrecieron otros dos hoteles”.
Constituida la gestora y redistribuido el capital, la nueva sociedad partió con tres activos. Y el primero en inaugurarse fue un hotel en Adeje (Tenerife), que abrió sus puertas el 8 de noviembre de 2021 con la marca propia Mynd. “Buscábamos una aproximación diferencial a la de los grandes grupo que solo quieren activos de lujo con tarifas de 300 euros para arriba. Eso solo lo puede pagar el 15% de los turistas. ¿Y qué pasa con el resto?“. Por eso, el desarrollo de la compañía se basó en hoteles vacacionales de tres y cuatro estrellas, muy orientados a los millenials. ”Había que prescindir de lujos, salir del todo incluido, con una propuesta gastronómica adoptada a sus gustos, con productos de calidad, con unos horarios totalmente flexibles y con opciones de entretenimiento ligadas al deporte y al descanso”. Fernández recalca que, ante las peticiones de algunos turistas extranjeros, mantuvieron el desayuno buffet -“es la única manera de gestionar a 300 clientes”- y la media pensión, aunque en otro formato al convencional. “Al viajero le damos un vale diario de 27 euros que lo puede gastar en la comida o en la cena o en cualquier otro gasto a lo largo del día”.
Con el éxito de esa primera marca, con dos hoteles en Adeje (Tenerife) y Yaiza (Lanzarote), se lanzaron a por una segunda (Sholeo), más dirigida a la generación zeta y de la que ya cuenta con cinco activos, repartidos entre cuatro en Gran Canaria y uno en Tenerife. “Es una mezcla entre hotel y apartamento, también con total flexibilidad y en el que algunas propuestas como la aceptación de mascotas eran innegociables”. La cartera operativa se cierra con el Radisson Blu de Lanzarote, el primer hotel que gestiona en régimen de franquicia. “Lleva tres años abierto y cuando lo cogimos hacía un millón de euros al año y ahora hace casi cinco”.
Pérez augura que el crecimiento no se va a quedar ahí. “La compañía prevé duplicar el tamaño en tres años”. Por ahora tienen comprometidos otros tres proyectos en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. “Con once hoteles en Canarias creo que empiezas a ser un actor relevante y empiezas a correr el riesgo de concentrar el riesgo en un solo territorio”. Así reconoce que están involucrados en varias conversaciones que podrían desembocar en la firma de hoteles en la Costa del Sol. Ese crecimiento acelerado del portafolio ha tenido un impacto directo en la cifra de negocio. “Cerramos 2024 con 44 millones, lo que nos permitió entrar en el top 100 en España por facturación. Este año esperamos estaremos en 50 millones y nuestra previsión es alcanzar los 60 millones en 2026″.