Dreexo Energy y la tecnológica Alfa Laval colaborarán en su planta de biocombustibles en Cádiz
Las dos empresas buscan ampliar el abanico de materias primas utilizables
La empresa Dreexo Energy y la tecnológica Alfa Laval han cerrado un acuerdo para desarrollar una planta de pretratamiento de materias primas que servirá de base para la producción de biocombustibles avanzados (SAF) y HVO en la Zona Franca de Cádiz. Este proyecto busca ampliar el abanico de materias primas utilizables y aumentar la eficiencia del conjunto de la cadena de producción de biocombustibles.
Dreexo Energy, participada mayoritariamente por Green Tie Capital, pretende desarrollar en los terrenos gaditanos que hoy son propiedad de Zona Franca la primera planta del país en su clase capaz de tratar grasas complejas, vitales para que las petroleras puedan desarrollar biocombustibles y tal y como adelantó este medio. Bajo ese paraguas de sustancias grasas se incluyen aceites de uso doméstico (UCO), grasas animales —como las procedentes de mataderos—, aceites técnicos o subproductos industriales. En definitiva, todos serán materias primas de doble cómputo, también conocidos como subproductos.
El proyecto contempla la utilización de los 51.000 metros cuadrados de la antigua planta de Altadis en Cádiz que aún quedaban libres. Para ello, Dreexo Energy invertirá 46 millones de euros para reconvertir las actuales seis parcelas en las que estaba dividido el solar para crear unas instalaciones que tendrán acceso directo al mar por medio de una tubería. De hecho, ha sido esa ubicación estratégica cercana al mar la que ha convencido a la compañía para instalarse en el que es uno de los mayores suelos industriales libres que quedaba en la capital.
Gracias al nuevo acuerdo, el proceso específico creado por Dreexo Energy, contará con la tecnología industrial de última generación de Alfa Laval, “que permite obtener excelentes resultados, que protege los procesos posteriores en las refinerías de petróleo y permiten un mayor porcentaje de co-procesado, así como ampliar el rango de materias primas utilizables”, explican las empresas en un comunicado.
La tecnología de Alfa Laval, con experiencia tanto en el sector de procesamiento de grasas y aceites, como en el sector petrolero, está diseñada para captar nuevas capacidades e incluye equipos capaces de tratar casi la totalidad de las grasas y aceites, con opciones de procesamiento de cómputo doble y simple. “Todo ello mantiene un consumo energético reducido respecto a la competencia, minimiza el uso de agua y reduce la huella ambiental del proceso”, explican.
Esta colaboración supone un importante hito para el sector, puesto que Dreexo Energy es un referente en la industria energética e industrial gracias a un equipo de especialistas en ingeniería, medioambiente, logística y finanzas, y Alfa Laval es un proveedor líder mundial de productos de primera calidad en las áreas de transferencia de calor, separación y manejo de fluidos.
Uno de los rasgos destacados del proyecto en su conjunto, desarrollado por ambas empresas, es su enfoque de proceso limpio, puesto que minimiza la generación de vertidos de las corrientes del proceso para que sean aprovechables y valorizables, con una gestión eficiente de residuos y subproductos. Además, las etapas pueden ejecutarse en continuo o discontinuo, permitiendo adaptar el número de etapas a cada tipo de materia prima, lo que se traduce en ahorro de tiempo y energía, y en una mayor velocidad de procesamiento.
La planta representa una visión de siglo XXI para posicionar a Cádiz como epicentro de la tecnología de biocombustibles, alineándose con el marco regulatorio vigente. En este sentido, la Orden ITC/2877/2008, de 9 de octubre, establece un mecanismo de fomento para el uso de biocarburantes y otros combustibles renovables con fines de transporte, gestionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El proyecto se enmarca en un momento de creciente interés por los biocombustibles avanzados y su papel en la descarbonización del transporte. La planta de Cádiz no solo reforzará la oferta de SAF y HVO en el sur de España, sino que también abrirá la puerta a colaboraciones internacionales, buscando fortalecer la cadena de suministro de combustibles renovables en la región y más allá.