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Cinco Días

El transporte ferroviario como vía de soluciones para alcanzar la movilidad sostenible

La reducción del impacto medioambiental que supone el uso de medios para los desplazamientos obliga a un cambio de oferta para los usuarios, donde la intermodalidad se percibe como mejor solución

“La movilidad sostenible es un concepto que persigue garantizar el transporte de personas y bienes de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente”. Así está contemplado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte es responsable de cerca del 25% de las emisiones totales de CO2 en la Unión Europea, de ahí “la necesidad de un cambio hacia alternativas más limpias” con una serie de actuaciones que se consideran “urgentes”.

En los extremos están el vehículo, que es el más contaminante, y el tren, el que menos, con el 71% y el 0,5% de las emisiones, respectivamente, del sector. Por su condición, el transporte ferroviario se ha convertido en una pieza clave para la transición. CincoDías organizó un desayuno en co­labo­ración con Siemens Mobility con el fin de plasmar los avances y las tendencias más inmediatas.

De izquierda a derecha, Miguel Núñez, director general de Infraestructuras de Transporte Colectivo de la Comunidad de Madrid; Adrián Fernández Carrasco, director de Sostenibilidad y Eficiencia Energética en Renfe; Elisa Mendívil, directora de Estrategia y Digitalización de Siemens Mobility España y región suroeste de Europa; Jonathan Sánchez García subdirector de Responsabilidad Corporativa, Sostenibilidad y Marca de Adif y Ana Herrero, directora de Transformación Sostenible en Forética.Pablo Monge

Adrián Fernández, director de sostenibilidad y eficiencia energética de Renfe, arrancó el debate exponiendo una serie de ventajas. “Históricamente, el ferrocarril ha sido un sector que ha buscado la máxima eficiencia en sus operaciones; lleva siendo eléctrico más de un siglo, pero el interés de la sostenibilidad es doble. Por un lado, porque en un sector que va muy retrasado y tiene dificultades para la descarbonización, el cambio de modal al ferrocarril es la herramienta más inmediata. En otros sectores puede suponer años de inversiones hasta empezar a obtener ese beneficio; en el nuestro, es inmediato. En el caso de Renfe, larga distancia, metropolitano o cercanías es una forma de conseguir un rendimiento rápido; cuanta más gente los utilice, más se contribuirá a la reducción de emisiones como país. El otro interés viene porque igualmente somos generadores de cierto impacto; por tanto, tenemos que dedicar esfuerzos para que la opción más sostenible llegue a un impacto cero en un plazo de tiempo razonable”.

En este contexto, Jonathan Sánchez, subdirector de responsabilidad corporativa, sostenibilidad y marca de Adif, desveló que “el 35% de la red está sin electrificar; esto supone que el 20% del consumo energético de tracción todavía se hace con diésel”. Sobre este asunto, anunció que están trabajando para electrificar diversos tramos, y en donde no se pueda, bien por viabilidad o coste, “hay que buscar alternativas; tenemos proyectos con la posibilidad de instalar trenes híbridos”, dijo.

Por otro lado, Sánchez afirmó que “es primordial que el ferrocarril se convierta en un eje vertebrador en toda la movilidad. Hay que primar una intermodalidad más conectada y sostenible. Al final, se trata de ofrecer a la persona que tiene que realizar un desplazamiento la opción más sostenible. Estamos trabajando en crear espacios en las estaciones que faciliten esa intermodalidad”.

La sostenibilidad “no solo es una opción, también es una obligación a cumplir”. Pero además es “un driver de crecimiento para el sector ferroviario y un factor de negocio clave y rentable”. Así lo manifestó Elisa Mendívil, directora de estrategia y digitalización de Siemens Mobility España y región suroeste de Europa: “Hay muchas regulaciones nuevas, y todo esto lo tenemos que cumplir. El transporte ferroviario es el colectivo con menos emisiones, pero tenemos que potenciarlo, conseguir que sea el eje vertebrador de la movilidad. Además, nuestros clientes nos piden cada vez más requisitos de sostenibilidad en las ofertas. Incluso el estar en determinadas posiciones en rankings o tener una puntuación mejor o peor en la taxonomía europea también, a veces, te permite o no presentarte a las ofertas, y creemos que en el futuro va a ir a más”.

Para una comunidad como la de Madrid, el transporte ferroviario es de suma importancia, con un crecimiento estimado de entre 100.000 y 120.000 personas al año. “Metro de Madrid ha movido el pasado año 715 millones de viajeros; el aeropuerto de Madrid-Barajas, 68 millones. No se puede entender una ciudad como esta sin esta modalidad, que no solo aporta ese punto de sostenibilidad, sino que es el modo de transporte clave. No hay otro modo de transporte que no sea el ferroviario que sea capaz de mover con estándares de eficacia, eficiencia y calidad a tantísima gente”, resaltó Miguel Núñez, director general de Infraestructuras de Transporte Colectivo de la Comunidad de Madrid.

Núñez contó que están invirtiendo en “los intercambiadores modales para permitir esa interconexión entre los modos de transporte” y que están “trabajando en la automatización de las líneas, en particular de la 6, donde se mueven el 15% de los usuarios”.

Normativa más laxa

Tras unos años de intensa regulación, desde Forética prevén una cierta “desaceleración”, según Ana Herrero, su directora de transformación sostenible. “Ha habido una etapa de mucha proliferación regulatoria. Ahora hay que pensar y ver si las leyes sirven para el propósito para el que se hicieron, si son manejables y asequibles para las empresas y el resto”, agregó.

Otra de las tendencias que la experta contempla a corto plazo es la “integración de la sostenibilidad en el organigrama de las empresas de una manera más transversal; ya no son solo los departamentos específicos. Igualmente, la colabo­ración, la innovación y la tecnología serán el catalizador del avance para la sostenibilidad, y la utilización de la tecnología para la sostenibilidad y de una tecnología sostenible para avanzar en ambos sentidos”.

En cualquier caso, “el marco regulatorio hay que verlo como una ventaja competitiva”, y “una desaceleración no puede suponer en ningún caso una pérdida de ambición”, aseveró Adrián Fernández.

Para Mendívil, “el principal valor del marco regulador de Europa es que se equiparaba la información no financiera a la financiera; es decir, que tan importante era un reporte de carbono o de igualdad de género en la plantilla, o el impacto social en el cliente y la sociedad, como la cuenta de resultados. La regulación nos pone a todos con las mismas reglas de juego”.

Asimismo, desde su perspectiva, “es importante que cada empresa tenga sus propios programas. Creo que es crucial que la sostenibilidad sea parte de la estrategia. Nosotros, con nuestro marco Degree, una de las prioridades a nivel de España es precisamente la sostenibilidad, y estamos haciendo todo lo posible no solo para cumplir la regulación, sino para ir más allá, para calcular, verificar y compensar nuestra huella de carbono, para dar soporte a todos los requisitos que nos piden los clientes”.

En este sentido, Jonathan Sánchez hizo una advertencia: “Si queremos ser ambiciosos y cumplir con los objetivos y no nos lo exigimos normativamente, será difícil llegar a esos compromisos”.

En cuanto al uso de energías renovables en el sector, los participantes hablaron sobre algunos avances llevados a cabo. “Desde 2019, el 100% de la energía eléctrica que adquiere Adif es con garantía de origen renovable”, aseguró Sánchez. Así, “el 95% de la mayoría de los trenes que van más llenos, servicio público, de cercanías, están alimentados con renovables de cero emisiones”, añadió Fernández.

En la Comunidad de Madrid se está “apostando por minimizar la dependencia con respecto a la energía eléctrica. De ahí el proyecto de la automatización de la línea 6, que es más eficiente y reduce la necesidad de costes operativos. La conducción también es más ecológica”, comentó Núñez.

En cuanto a Siemens Mobility, Mendívil reveló que, además de estar trabajando estrechamente con Adif en la digitalización de toda la parte documental, entre otras cosas, con Renfe estamos colaborando en temas de intermodalidad para que un viajero pueda identificar cuál es la forma más rápida e incluso más sostenible de llegar de un punto A a un punto B, de primera y última milla”. La compañía también cuenta en su oferta con trenes eléctricos híbridos de baterías, que se adaptan a líneas no electrificadas, de hasta 120 kilómetros, y de hidrógeno, para distancias más largas, de hasta 1.000 kilómetros.

Más participación

En el camino hacia la movilidad sostenible, “la co­laboración es fundamental, porque para transformar un sistema no podemos ir solos; las empresas entre sí, los diferentes sectores, la privada, la pública, las Administraciones, los ciudadanos a la hora de primar las compañías y servicios más sostenibles... Igualmente, la colaboración desde el punto de vista de la financiación es fundamental”, argumentó Ana Herrero.

Para Adrián Fernández, “siempre hay que ir de la mano de la Administración como de otras empresas públicas, como los fabricantes y la industria ferroviaria en general; estamos en disposición de conseguir un objetivo tan ambicioso como el de las emisiones cero”.

Jonathan Sánchez añadió que “la colaboración público-privada es fundamental; es necesario que se materialice. En Adif lo estamos llevando a cabo a través de proyectos de innovación. Por ejemplo, estamos estudiando la viabilidad del tren de hidrógeno en Zaragoza y han colaborado CAF, Renfe y Talgo, y viene impulsado por ayudas públicas, los fondos Next Generation”.



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