Grenergy reestructura su cúpula y cambia al consejero delegado medio año después de asumir el cargo

La compañía cesa a Pablo Otín por considerar que en “la actualidad se requiere un liderazgo diferente” en la compañía

Pablo Otín, ex consejero delegado de Grenergy, y David Ruiz de Andrés, actual presidente ejecutivo

El consejo de administración de Grenergy ha aceptado la dimisión de Pablo Otín como miembro del máximo órgano de representación de la sociedad, una renuncia que se produce después de haber sido cesado en su puesto de primer ejecutivo, tan solo medio año después de asumir el cargo. La compañía explica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha terminado “su relación profesional con la compañía, por considerarse que en la actualidad, se requiere de un liderazgo diferente en Grenergy para avanzar en la consecución de los objetivos fijados para los próximos años”.

El actual presidente ejecutivo y principal accionista, David Ruiz de Andrés, asume, por tanto, la posición de consejero delegado. “Grenergy agradece los servicios prestados por Pablo Otín Pintado y expresa su reconocimiento por su dedicación a la Sociedad durante este tiempo”, recoge la nota emitida por Grenergy.

La compañía de energías limpias ha sido noticia estos días. El miércoles, sus acciones rebotaron un 19,93% en Bolsa tras vender a KKR activos que representan el 18% de Oasis, el mayor proyecto de almacenamiento de energías que está desarrollando en el desierto de Atacama (Chile). Los inversores y firmas de análisis no dudaron en aplaudir la operación. Mientras las acciones suben con fuerza en Bolsa e intentan dejar atrás las pérdidas de 2024, los bancos que siguen a la compañía mejoran sus valoraciones. Además de Renta 4, que reafirma su apuesta por la compañía y le da un potencial del 11,2% hasta los 37,2 euros, en las últimas horas RBC, Bank of America y JB Capital han revisado al alza sus precios objetivos.

La firma atesora un potencial del 112%, hasta los 70 euros y una recomendación de sobreponderar, destacan los analistas de RBC. Los expertos consideran que la desinversión de las fases 1-2-3 es muy buena operación y ayuda a disipar las dudas sobre el balance de la compañía, que en los nueve primeros meses ganó un 91% menos (6,3 millones) vio cómo sus ingresos bajaron un 20,9%, hasta los 277,7 millones.

“Esta operación refuerza nuestra opinión de que 2025 será el año de las baterías”, destacan. A pesar de esta venta, Grenergy aún mantiene el 80% del proyecto y está a la espera de que se cierren la fase 4 y los contratos de compraventa de energía renovable de las fases 5 y 6. “Dado el sólido balance de esta operación y el elevado número de oportunidades de inversión en baterías con alta rentabilidad, creemos que Grenergy podría dar más buenas noticias al mercado en un futuro próximo”, destacan los analistas de la firma.


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