Masorange, Vodafone y sus dueños fichan a cuatro bancos para buscar socio a su alianza de fibra
UBS, BNP Paribas, Perella Weinberg y Lazard están participando en las labores de asesoría financiera tanto para las empresas como para Orange Francia y Zegona
Masorange, Vodafone y sus dueños se ponen en manos de la banca de inversión antes de lanzar el proceso de búsqueda de un socio para la sociedad conjunta de fibra que ostentan, valorada entre 7.000 y 10.000 millones de euros.
Según señalan varias fuentes al tanto del proceso, Masorange ha encargado este proceso a BNP Paribas y Perella Weinberg, una boutique de inversión especializada en operaciones del sector de las telecomunicaciones y el ámbito digital. Además, UBS es el banco con el que está trabajando Zegona, dueña de Vodafone en España. Por último, las fuentes consultadas señalan que Lazard ha trabajado en el inicio de este proceso para Orange Francia, propietaria del 50% de Masorange.
Se trata de varios de los principales bancos de inversión dedicados a las operaciones corporativas en España además de Perella Weinberg, un asesor financiero especializado en el sector de las telecomunicaciones y el mundo tecnológico a nivel internacional.
La búsqueda de un socio para su joint venture de fibra, denominada fiberco en el argot sectorial, es uno de los procesos de venta de mayor envergadura que se prevé cerrar en España en el primer semestre de 2025. La sociedad conjunta dará cobertura con su red de fibra compartida a 11,5 millones de instalaciones en España.
La idea inicial de este acuerdo, que se articuló a través de la suscripción de una carta de intenciones confidencial y no vinculante, podría convertirse ya en vinculante en las próximas semanas, según fuentes al tanto de la alianza.
Masorange controlará el 50% de la sociedad, mientras Vodafone se quedará con un 10% de la misma, por lo que los asesores del proceso tienen por delante el reto de buscar un socio que adquiera el otro 40% restante por un montante que podría elevarse hasta los 4.000 millones de euros, aunque las valoraciones aún son muy preliminares.
En paralelo a Telefónica y Vodafone
El proceso de venta se está gestando en paralelo a otra sociedad de fibra, de tamaño muy inferior, que han creado la propia Vodafone y Telefónica, que en este caso abarca a 3,6 millones de unidades inmobiliarias (hogares, oficinas y empresas). Es decir, se trata de una sociedad de menos de un tercio que la que la firma ahora propiedad de Zegona ha creado con Masorange.
El proceso que comparten Vodafone y Telefónica está siendo asesorado por BBVA y Barclays. Grandes fondos internacionales como Vauban, Axa, CDPQ o GIC ya han mostrado interés por hacerse con el 36% de la sociedad, que se valora en alrededor de 2.000 millones de euros. Estos inversores ya han enviado cartas de interés a los bancos encargados del proceso.
A ellos se podrían sumar otros inversores como Allianz, PGGM, Asterion o Aimco, según informó MergerMarket. Otras fuentes financieras señalan a este medio que CPPIB, fondo canadiense dueño del 20% de la red de gas de Naturgy, también ha dado muestras preliminares de interés. Pontegadea, patrimonial del dueño de Inditex y hombre más rico de España, Amancio Ortega, sería otro de los interesados, según Expansión, que asegura que también podría analizar el denominado Proyecto Milos, nombre en clave que dan los bancos a esta operación
En el caso de la fiberco de Masorange y Vodafone, el desembolso será superior, pero también se esperan grandes fondos internacionales especializados en infraestructuras, así como aseguradoras e inversores con interés en activos con ingresos estables y recurrentes ajenos a los ciclos de la economía, como son estas sociedades de fibra que cobran cuotas fijas por dar soporte a los clientes de las empresas de telecomunicaciones que buscan acceso a la red de fibra.
Antin o Macquarie podrían ser potenciales socios en este proceso denominado Proyecto Surf, según desveló El Confidencial, que aseguraba en octubre que Goldman Sachs, Santander, Morgan Stanley, Evercore, JP Morgan o Rothschild también habían entrado en el proceso de selección de los bancos asesores de Masorange. La compra podría oscilar entre los 2.800 a 4.000 millones de euros, por lo que el universo inversor capaz de acometer esta operación se restringe a los grandes actores internacionales, dado el elevado volumen a pagar.