Sunsundegui presentará concurso voluntario para intentar superar su crisis

El carrocero de autobuses agota casi todos los plazos en la búsqueda de un inversor

Instalaciones de la empresa navarra Sunsundegui en la localidad de Alsasua.Marilén Echapare

La junta general extraordinaria de accionistas de Sunsundegui ha respaldado este martes una de las propuestas del consejo de administración, que consiste en la presentación esta misma semana del concurso voluntario de acreedores. Una fórmula que permite evitar de momento la liquidación y alargar el plazo para intentar encontrar un inversor industrial. El carrocero, principalmente de trenes pero sobre todo de autobuses, con sede en Alsasua (Navarra), arrastra una crisis desde hace años que se ha complicado por la incertidumbre que vive la industria de automoción en Europa.

El actual equipo gestor ha agotado el plazo de dos meses de negociación con los acreedores sin alcanzar un acuerdo. Ya había presentado pre concurso para lograr en este tiempo ese respaldo. La clave es que aparezca un inversor que pueda garantizar la continuidad de la planta de Alsasua y el mantenimiento de los puestos de trabajo. Desde la compañía han comunicado “su sincero agradecimiento” a Sodena, la sociedad pública del Gobierno de Navarra, “por el apoyo brindado en este tiempo para identificar y atraer posibles socios inversores que puedan respaldar el proyecto de Sunsundegui”.

El pasivo de la empresa ronda los 50 millones. Una parte del pasivo (8,9 millones) recae en los proveedores y otros 39,9 millones corresponden a acreedores financieros (ICO, la propia Sodena, etcétera). En esta lucha contra reloj, Sunsundegui espera amortizar créditos vencidos por importe de 1,2 millones antes de que acabe el año.

Sunsundegui es un histórico del sector industrial en Navarra. Inició sus actividades hace 80 años. Registró su mejor ejercicio en 2008, pero la crisis internacional que estalló a partir de ese ejercicio, acompañada de una mala gestión, fue el inicio de su declive. Desde entonces ha estado tutelada por el Gobierno de Navarra, a través de Sodena, sin lograr una salida hasta el momento.


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