El beneficio de Coca-Cola cae un 8% en el tercer trimestre tras un descenso de las ventas del 1%
La compañía mejora su previsión de crecimiento orgánico, pero advierte del impacto cambiario y de otros extraordinarios
Coca-Cola sufrió un descenso del 1% en las ventas en el tercer trimestre a pesar de las fuertes subidas de precios de sus productos. La compañía facturó 11.854 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros), lastrada por la caída del volumen de las ventas al tomar en cuenta los impactos cambiarios y de otros extraordinarios. Sin contar esos efectos, lo que la compañía llama ingresos orgánicos crecieron un 9%. La caída de la facturación real y el aumento de los costes, incluidos costes de reestructuración, provocaron que el beneficio del periodo descendiese un 8%, hasta los 2.848 millones de dólares.
La compañía ha avanzado que espera cerrar el año con un crecimiento orgánico de las ventas del 10% (antes preveía entre el 9% y el 10%), pero al tiempo advierte de un impacto significativo de cuatro puntos por los tipos de cambio y de otros 4-5 puntos por los cambios derivados de adquisiciones, desinversiones y cambios estructurales, de modo que el crecimiento real de los ingresos sería escaso. Hasta septiembre, las ventas del grupo han aumentado un 2%, hasta 35.517 millones de dólares, y el beneficio ha caído un 3%, hasta 8.346 millones de dólares.
El incremento orgánico del 9% en las ventas del tercer trimestre, con todo, supera las previsiones que manejaban los analistas, que apuntaban a algo más del 6%. Se ha visto impulsado un 10% por los precios de sus productos (eso incluye subidas de precios y cambio en la combinación de los productos vendidos), lo que ha permitido contrarrestar un ligero descenso en el volumen de venta de concentrados y de unidades, en este caso decepcionando al mercado.
El resultado trimestral se ha visto especialmente afectado por un cargo de 919 millones de dólares por un ajuste a valor razonable relacionado con la adquisición de Fairlife en 2020.
El flujo de caja de las operaciones y el flujo de caja libre fueron de 2.900 millones de dólares y 1.600 millones de dólares, respectivamente. Ambos disminuyeron con respecto al año anterior, debido principalmente a un pago de 6.000 millones de dólares realizado a la agencia tributaria estadounidense en relación con un litigio fiscal en curso. Es un pleito en el que la empresa se juega más de 16.000 millones de dólares.
Excluyendo ese impacto, el flujo de caja libre fue de 7.600 millones de dólares, lo que supone un descenso de 294 millones de dólares frente al año anterior, debido en gran parte a mayores pagos de otros impuestos, mayores inversiones y variaciones del circulante, parcialmente compensados por un fuerte rendimiento empresarial.
La empresa está reduciendo la dependencia de su marca principal y de las bebidas gaseosas con inversiones en otros productos. Las ofertas de agua, bebidas deportivas y té de la empresa constan de 12 marcas que superan los 1.000 millones de dólares de facturación anual y han añadido casi 9.000 millones de dólares en valor de marca incremental desde 2020.
“Nuestro negocio sigue demostrando resistencia frente a un entorno externo dinámico”, dijo James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca-Cola Company, a través de un comunicado. “Nos sentimos alentados por nuestros resultados en lo que va de año y por la capacidad de nuestro sistema para gestionar los retos a corto plazo, al tiempo que seguimos centrados en las oportunidades de crecimiento a largo plazo”, añadió.