Panamá multa a Naturgy con 12,8 millones por “deficiencias” en la distribución de electricidad

La Autoridad Nacional de los Servicios Públicos del país centroamericano señala a dos filiales de la española, Edemet y Edechi, por “incumplimiento de las normas de calidad”. Es la sanción más alta de la historia de Panamá por este concepto

Rascacielos de la Ciudad de Panamá, en una imagen de archivo.

La Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) ha informado este lunes por la tarde —madrugada hora española— la imposición a dos empresas pertenecientes al grupo español Naturgy (Edemet y Edechi) de la multa “más alta” de su historia en materia de deficiencia en la calidad de la prestación del servicio de distribución eléctrica. La sanción, de 14 millones de balboas (12,8 millones de euros) responde al “incumplimiento de las normas de calidad del servicio”, según explicó el organismo autónomo panameño que controla, regula, ordena y fiscaliza la prestación de los servicios públicos de abastecimiento de agua potable, alcantarillado sanitario, electricidad, gas natural, telecomunicaciones, radio y televisión.

El regulador ordenó a las dos compañías —Empresa de Distribución Eléctrica Metro-Oeste (Edemet) y la empresa de Distribución Eléctrica Chiriquí (Edechi)— aplicar un crédito de 3,6 millones y 10,7 millones de dólares, respectivamente, a favor de sus clientes afectados por incumplimiento en la calidad del servicio.

“Estamos trabajando por una transformación integral de los servicios públicos en el país”, señaló Rodríguez Crespo, quien además exhortó a todas las empresas concesionarias elevar la calidad de la prestación de los servicios públicos en beneficio de los panameños, de acuerdo con la información oficial.

En Panamá, un país de 4,2 millones de habitantes, hay tres empresas distribuidoras de electricidad: Edemet (Naturgy), que suma 568.000 clientes; Ensa (535.000); y Edechi (Naturgy), con 182.000 clientes. Es, así, el segundo mayor mercado de la rama eléctrica de Naturgy, solo por detrás de España y por delante de Argentina. El año pasado, la empresa que preside Francisco Reynés se anotó allí un beneficio bruto de explotación de 175 millones de euros, un 22% más que en 2022.

La energética española está presente en Panamá desde 1998, cuando desembarcó todavía bajo la enseña de Unión Fenosa, y opera tanto en el mercado de distribución como en el mercado de generación de electricidad. Cuenta, además, con una división (Naturgy Services) que opera en el mercado libre. La empresa anunció en enero una inversión de 630 millones de dólares (casi 580 millones de euros) durante los próximos cuatro años para “mejorar la red de distribución eléctrica del país”. Los fondos, decía entonces, se destinarían a mejorar la calidad y el estado de mantenimiento de la red, incluido el “desarrollo de nuevos circuitos y subestaciones”.

Apagones

Las tarifas eléctricas en el país centroamericano sufrieron un alza de entre el 2% y 15% en el primer semestre del año, impulsadas por la sequía y por el alto del precio del gas natural. En Panamá son constantes los apagones, que en ocasiones pueden durar horas y que generan quejas recurrentes de los usuarios, incluso con cierres de calles para exigir un mejor servicio.

El nuevo presidente panameño, el derechista José Raúl Mulino, que asumió el pasado día 1, se ha quejado públicamente de los fallos en el suministro eléctrico y ha prometido medidas para “poner orden” y que las concesionarias del Estado que distribuyen la electricidad ofrezcan un buen servicio. Ante esta situación, Mulino ha instruido al personal designado en la Asep “de que una de las primeras acciones es comenzar a poner orden en todas estas empresas que tienen un servicio público, que recuerden que ellos son concesionarios del Estado, y el Estado somos los panameños”.

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