Adolfo Domínguez mira de reojo a EE UU y apunta a Francia en su crecimiento internacional
La compañía, que encadena dos años en beneficios, piensa de nuevo en su expansión: “Podremos volver a facturar 200 millones si seguimos así”, dice su consejero delegado, Antonio Puente
Adolfo Domínguez vuelve a hablar de crecimiento. La firma de moda gallega ha dejado atrás un largo periodo de pérdidas, cierres y despidos, encadenando dos años en beneficios tras 14 sin hacerlo. En el ejercicio 2023, finalizado el 28 de febrero de este año, el resultado neto fue positivo en 730.000 euros, tras incrementar un 11% sus ventas hasta 126,7 mil...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
Adolfo Domínguez vuelve a hablar de crecimiento. La firma de moda gallega ha dejado atrás un largo periodo de pérdidas, cierres y despidos, encadenando dos años en beneficios tras 14 sin hacerlo. En el ejercicio 2023, finalizado el 28 de febrero de este año, el resultado neto fue positivo en 730.000 euros, tras incrementar un 11% sus ventas hasta 126,7 millones, el mayor nivel en 10 ejercicios. Cifras que constatan un cambio de tendencia.
“Esta es una escalera que tenemos que seguir subiendo”, explica a este periódico Antonio Puente, consejero delegado de la compañía. Este ha ido ganando peso ejecutivo en la misma, a la que llegó en 2015 para controlar las finanzas del mercado japonés, clave para Adolfo Domínguez. En 2017 pasó a ser responsable de operaciones, y en 2019, director general, para en 2022 ser ascendido a consejero delegado y liderar la gestión del grupo junto a la presidenta ejecutiva, Adriana Domínguez.
“Hemos encadenado una crisis tras otra. Cuando en 2019 ya estábamos a punto de salir, llegó la pandemia y fue volver a empezar. Es ahora cuando tenemos las bases para seguir creciendo”, dice Puente. Ese trabajo ha seguido varias líneas. Primero, una reposición de la marca, que ahora quiere acercarse a públicos más jóvenes sin perder a su cliente más numeroso, el mayor de 45 años.
Después, un saneamiento de la red física, incluidos cierres y reubicaciones. A cierre de febrero contaba con 360 tiendas, 30 menos que en 2020, pero factura un 10% más que entonces. “Ahora estamos donde tenemos que estar, en las arterias donde está el tráfico y la moda. Nos habíamos quedado fuera de esos circuitos y hemos ido volviendo”. Todo ello con una obsesión pro la eficiencia y la rentabilidad, sin perder el foco en diseñar colecciones atractivas. “Lo que no era normal era estar tanto tiempo en pérdidas”, concede Puente. Entre 2010 y 2021, los números rojos acumulados llegaron a rozar los 120 millones de euros.
Crecimiento internacional
Esas son las bases sobre las que la firma quiere mejorar su rentabilidad y sus ventas. Las que ahora genera siguen lejos de los casi 200 millones que rozaba en 2007. “El reto es poner a la empresa a la altura de la marca. Sin ponernos objetivos concretos, queremos seguir creciendo. Podremos llegar a 200 millones y más si seguimos así”, apunta.
En ese crecimiento, las ventas internacionales serán clave. Estas generan hoy el 60% de la facturación. En España, la firma dice estar satisfecha con su red actual, pero en el extranjero las oportunidades son mayores. Y no solo en México, su segundo gran mercado tras el español, o en Japón, donde cuenta con una presencia relevante en Tokio. “Portugal funciona muy bien y queremos crecer. Y Francia queremos construirlo”, dice Puente.
En el mercado galo, la firma llegó a tener 40 puntos de venta, por los ocho de la actualidad. Allí, analiza un crecimiento tanto con tiendas propias como franquiciadas, además de profundizar en su alianza con Galerías Lafayette. En otras aventuras internacionales, como en Oriente Medio, Adolfo Domínguez ha ido de la mano de un socio local, como el franquiciado Chalhoub.
“Entrar en un mercado donde no estás, y no tienes historia, es complicado sin un socio”, dice Antonio Puente, que reconoce estar analizando opciones en nuevos mercados. Ahí aparece EE UU. “Es el mercado más importante del mundo en el retail. Allí ya estuvimos, ahora solo online, y siempre nos va a parecer interesante. Es complejo, pero es algo que valoraremos según los socios que podamos encontrar. Nunca nos cerraríamos a EE UU”, dice el ejecutivo.
Puig, accionista y socio
Como parte de toda esa recuperación. Adolfo Domínguez aspira a “volver a generar valor para nuestros accionistas”, según su consejero delegado, que abre la puerta a un reparto de dividendos cuando los beneficios lo hagan posible. “No es algo que podamos hacer hoy. Cuando podamos, ojalá sea pronto, esperamos poder hacerlo. Hoy, el resultado no nos lo permite”, señala.
Uno de los principales accionistas es Puig, con casi un 15% del capital. Adolfo Domínguez anunció ayer la renovación hasta 2027 de su acuerdo para lanzar perfumes bajo su marca. De momento, la posición del grupo catalán en el capital de la gallega seguirá estable. “No ha habido conversaciones para lo contrario”, dice Antonio Puente.
Este dice estar “totalmente a favor” de la firma de un convenio estatal en el sector del comercio textil, pese a que Adolfo Domínguez no forma parte de la patronal ARTE. “Valoraremos incorporarnos en el futuro. Todo lo que sea estandarizar, nos beneficiará a todos”, concluye.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días