La tecnología como eje para que la atención primaria alcance la dimensión necesaria

El médico de familia necesita distribuir mejor el tiempo entre los pacientes y centrar su labor. La historia clínica electrónica necesita un avance, donde la interoperabilidad del dato es fundamental para tener una visión completa de las personas

La salud es lo que cuenta, y no es sólo el argumento que muchos esgrimimos en estas fechas cuando no hemos sido agraciados con el Gordo de la lotería de Navidad. No queremos enfermar, y si lo hacemos, demandamos la mejor atención y servicios. El barómetro del CIS de noviembre sitúa la sanidad como el cuarto mayor problema que perciben los españoles, por delante incluso de la formación del Gobierno, la calidad del empleo o la educación, por ejemplo.

La ventaja es que España cuenta con una de las mejores ofertas. “Es diferencial, cuesta encontrar otros países del mundo o sistemas de salud donde exista una red de atención primaria como la que se ha desplegado aquí”, aseguró Joan Guanyabens, director de la Fundació Tic Salut Social, en el desayuno organizado por Cinco Días en colaboración con Minsait sobre el impacto de la tecnología en la atención primaria; los expertos debatieron sobre los retos y posibles soluciones.

Antonio Martos, director global de sanidad de Minsait, habló de la situación actual: “Hay un problema en recursos humanos, tanto por cantidad como por cierto grado de crisis en la especialidad que está provocando una disminución de demanda de puestos MIR, e incluso de plazas a cubrir en algunas Comunidades Autónomas”. Lo preocupante es que “no tiene una solución inmediata fácil, y por tanto hay que establecer un análisis y realizar otro tipo de actividades y procesos incluyendo la tecnología para subsanar o delimitar mejor el uso del tiempo médico y de enfermería en los centros de salud”.

Para acercarnos a la realidad del día a día, Domingo Orozco-Beltrán, médico de atención primaria en el departamento de salud de San Juan de Alicante y profesor titular, y vicerrector de planificación y responsabilidad social de la universidad Miguel Hernández de Elche, dijo que “en España se hacen unos 500 millones de consultas al año y el 80% son en la atención primaria; esto quiere decir que cuidar el centro de salud es cuidar la atención de la mayoría de la población. Evidentemente no es la más grave ni la que requiere más medios, pero es la más frecuente”.

La crisis sanitaria más importante vivida a nivel mundial, el Covid, puso en evidencia la importancia del servicio, así como sus ventajas y sus problemas. “La atención primaria recibió al 85% de los pacientes de consulta por Covid, y el médico de familia ha sido la especialidad más castigada por la pandemia”, afirmó Orozco-Beltrán.

Por su parte, Antonio Martos consideró que es necesario “hacer un análisis de mejora de procesos y actividades que tienen que estar soportados por sistemas de información, que durante los últimos 15 ó 20 años lo han hecho sobre el concepto de historia clínica electrónica, algo que ha funcionado muy bien, pero que hay que darle una vuelta en términos de renovación. Los sistemas de información que tenemos actualmente carecen de un concepto de interoperabilidad del dato. Nos dimos cuenta con el Covid que sigue siendo un reto importante: el dato clínico expuesto para todos los profesionales”.

El poder del dato

En este sentido, Joan Guanyabens apuntó que es “un sector altamente dependiente de los datos.” “Recogemos datos del paciente, los procesamos y emitimos recomendaciones e información. Por tanto, deberíamos ser muy usuarios con la tecnología para que nos ayude a manejarlos”. Asimismo, en su opinión, “la historia clínica digital está incompleta, y se ha visto claramente en pandemia, porque la información social de un individuo es importante a la hora de atender y de cuidar a esta persona. Si no la hay, con toda la información interoperable, no va a tener la utilidad que necesitamos.”

Para Orozco-Beltran es primordial pensar “en quién va a usar los medios tecnológicos y que formen parte del diseño de los mismos. Es fundamental trabajar de forma coordinada en equipos de salud”. Desde su punto de vista, la clave esta está en la gestión. “Para mí es el gran reto que hay para mejorar la atención primaria. En 40 años no se ha hecho ningún cambio en este sentido que tenga trascendencia, lo que nos ha llevado a un modelo que tiene mucha accesibilidad pero sin orden, sin gestión. El principal problema que tiene hoy en día un médico es que hace labores que no le corresponden y que no están justificadas para los 10 años de formación que ha tenido. Las tecnologías tienen mucho que decir, porque pueden ayudar a realizar una mejor distribución de la demanda”.

Un ejemplo concreto son las urgencias. “Estamos atendiendo muchísimas, que están creciendo y se colapsan de forma desmesurada. Hay herramientas que pueden ayudar al ciudadano a exponer cuál es su situación, no haciendo un diagnóstico, sino recomendando lo que tiene que hacer, si acudir a urgencias inmediatamente, llamar al médico de cabecera, tomar tal cosa… Son herramientas de soporte no a los profesionales, directas al ciudadano”, contó Guanyabens.

Orozco-Beltrán agregó que “si se dispone de un medio de comunicación, y eso la tecnología lo permite, para fuera de la consulta presencial tener una continuidad de la relación entre médico y paciente, y tener actitudes proactivas, se pueden evitar ingresos hospitalarios. La diabetes es quizás el mejor ejemplo de autocuidado. Se ha conseguido que toda persona de cualquier condición sea capaz de ponerse insulina; el ser autónomo y no depender del sistema. Esto hay que potenciarlo; la tecnología termina siendo como un medicamento más, porque te ayuda a controlar las patologías”.

Relación comunicativa

Del mismo modo, hay que reforzar la confianza. “La tecnología se tiene que poner al servicio del aseguramiento y reforzamiento de la confianza entre profesional o el sistema y el ciudadano. Sin ésta no hay una atención de calidad”, subrayó Guanyabens.

Existe otro foco de complejidad para el sistema que Antonio Martos comentó en el debate: el envejecimiento de la población. “En la demanda del futuro la atención primaria tiene que seguir vertebrando, pero con un vector claro de cronicidad y envejecimiento. Esto establece un marco socio-sanitario más difícil todavía”. En este contexto, habló de la necesidad de “establecer diferentes niveles de cortes poblacionales por patologías complejas y crónicas, y programas de prevención para su seguimiento. Y sobre ese modelo, compartir el mismo dato, información y enrolar al paciente, porque esto es un contrato social donde tiene que comprometerse a contribuir a que sus datos estén actualizados”.

Martos aseguró que este momento “ofrece una gran oportunidad porque están a disposición un nuevo inventario de capacidades tecnológicas que antes no había. Hemos tocado fondo desde el punto de vista de modelo organizativo y hay un flujo de financiación europeo que nos permite una convergencia. Es un momento para un buen ajuste en el sistema de primaria”.

De la misma manera, Joan Guanyabens confirmó que “nunca en el sector de la salud se había tenido dinero para invertir en tecnologías de la información”.



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