Desayunos Cinco Días

Más inversión y mejor gobernanza, las claves contra la escasez de recursos hídricos

España es uno de los países con menor disponibilidad de agua. La tecnología está preparada para poder reutilizar, regenerar y depurar, pero hacen falta decisiones políticas y una gestión más eficiente. El sistema de tarifas debe cambiar para ajustarlo a la realidad de los costes. Se necesitan más de 200.000 millones para la renovación de redes urbanas

El mundo lleva tiempo encaminado a un mismo fin: su conservación. El cambio climático está siendo el impulsor de la toma de decisiones e iniciativas por parte de los gobiernos y se está trabajando incluso con fechas para mitigar el impacto de las emisiones de CO2 y la creación de una sociedad más justa, donde se equilibren los derechos de las personas.

En este escenario, la eficiencia energética está siendo el caballo ganador. Sin embargo, el avance para un mejor uso y disponibilidad del agua es más lento cuando el estrés hídrico está en máximos. CincoDías organizó un desayuno con la colaboración de Cepsa donde participaron varios expertos para abordar la problemática del recurso y plantear las soluciones posibles. El encuentro se desarrolló bajo el epígrafe Agua regenerada: la nueva vida del agua.

Marien Benavente, responsable de protección ambiental corporativa de Cepsa, hizo una exposición sobre la situación actual. “Estamos los terceros por la cola en cuanto a la disponibilidad del agua y eso se debe en parte al clima que tenemos, pero también al consumo, que en este caso somos los terceros por el principio. Esto puede obedecer en gran parte al uso que se hace en agricultura. El Ministerio para la Transición Ecológica cifra en un 75% el suelo que en España está en riesgo de desertificación; hay que intentar evitarla y adaptarnos. Cepsa tiene el compromiso de reducción de captación de agua dulce en un 20% en zonas de estrés hídrico, como Andalucía y la producción de hidrógeno verde con agua regenerada”.

Zouhayr Arbib, jefe del área de sostenibilidad de Aqualia, ahondó en la problemática del campo. “La agricultura supone el 80% del consumo del recurso a nivel nacional”. En su opinión, son necesarias las denominadas fuentes no convencionales (regeneración, reutilización y desalación) junto con una “gestión eficiente de la disponibilidad que se tiene”, ya que “únicamente se reutiliza el 7% a nivel nacional”, apunta. El experto comentó que la problemática se agrava si se tiene en cuenta que “en 2040 la demanda mundial habrá subido un 40%, y que en noviembre de este año superaremos los 8.000 millones de habitantes en el planeta”. “Sin agua no hay actividad posible; ni humana, ni económica”, dijo.

José Manuel Alcántara, director general de Arcgisa (Agua y Residuos del Campo de Gibraltar), reflexionó sobre las formas de abordar las soluciones: “No son mágicas, y hay que buscarlas en cada territorio, porque cada uno tiene una problemática distinta”. En su opinión, “tenemos que ser capaces de optimizar y adaptarnos a esta nueva situación con todas las tecnologías disponibles. De lo que se trata es de encontrar la formula para integrarla dentro de los recursos convencionales, sin que suponga una alteración sustancial de los costes”.

En ese sentido, Abraham Esteve, investigador asociado del Instituto Imdea Agua, defendió que “la parte positiva es que la ciencia y tecnología van muy por delante de los problemas reales. Aunque a nivel nacional solo se reutiliza el 7%, hay comunidades donde se llega al 98%. Tenemos que irnos a otros ámbitos como es la política, la gobernanza o el sociológico, donde la comunicación tiene un papel muy importante, porque hay una parte de la población que todavía tiene un sentido negativo del acto de depurar o limpiar el agua, ya que la relaciona con contaminación; es una barrera que hay que vencer”.

Coste y valor

José Manuel Alcántara también señala la gobernanza y la comunicación como principales escollos. “La diferencia entre el coste de las tarifas del agua en cualquier punto de España y el valor que tiene realmente para el usuario es enorme; hay pocos activos que tengan más, y un metro cúbico (1.000 litros) está entre uno y tres euros, cuando una botella en un supermercado puede llegar al euro o a dos”. Alcántara también habló sobre la obsolescencia del sistema: “AEAS cifra en más de 200.000 millones las inversiones para redes municipales, que no se han renovado en los últimos 50 o 60 años. Hablamos de eficiencias de gestión. Las fugas en red están entre el 25% y el 27%; se necesita capacidad tarifaria para su reposición”.

Arbib estuvo de acuerdo con la conveniencia de mejorar las infraestructuras, y quiso dejar claro que “lo importante es sensibilizar a todos los niveles y que los políticos nacionales y europeos se encarguen de que se cumplan las directivas, ya que en la de depuración de 1991 se recoge que hay que recuperar los costes de las inversiones y no se está haciendo”.

La renovación de los sistemas “pasa porque el propio ciudadano se implique. Asumimos que tenemos que pagar por determinados servicios, y se ha escapado el del agua. Creo que es un tema político, nadie quiere poner el cascabel el gato y decir que hay que subir la cuota”, apuntó Esteve.

Pero “es muy difícil que se tomen decisiones a nivel político si el ciudadano no pone de su parte. Si fueran más conscientes del ciclo integral, todo lo que ocurre desde que se capta el agua hasta que llega a la casa, quizás fueran más receptivos al cambio”, añadió Benavente.

Más gasto en café

Como ejemplo de lo que está pasando en otros sectores José Manuel Alcántara contó que “la ley de residuos acaba de aprobar un impuesto muy importante a los vertidos, que casi duplica al coste actual, y sin embargo en el agua, donde la competencia tarifaria es local nunca ha habido un movimiento en ese sentido; los españoles nos gastamos más en café que en tener agua en las casas”.

Por otro lado, Zouhayr Arbib expuso que España ha pagado 80 millones en sanciones por no depurar aguas residuales según la directiva de 1991. “Si no cumplimos, no solo provocamos un daño importante al medio ambiente, tenemos sanciones. Y el año que viene se revisa la directiva”.

En este sentido Marien Benavente alegó que “son necesarias inversiones en toda la gestión del ciclo del agua y seguir haciéndolo en las tecnologías más avanzadas que permitan incluso eliminar los contaminantes emergentes. Además se siguen requiriendo instalaciones de captación, como la instalación de presas. No hay una solución única, pero una combinación de estrategias y de inversiones pueden ayudar a una mejor gestión”.

Para Arbib, “la desalación es tremendamente importante; en España hay una capacidad diaria de unos cinco millones de metros cúbicos, somos la cuarta potencia mundial en capacidad instalada. La reutilización es una gota dentro de un lago. En cambio, la desalación tiene un mayor peso. Hay que encontrar un equilibrio entre las distintas fuentes para definir las inversiones”.

El Campo de Gibraltar es un ejemplo de reutilización. “En las cuatro grandes depuradoras de la bahía de Algeciras y la zona norte de San Roque vamos a regenerar agua urbana y aplicarla a diferentes usos; la mayor parte irá a la industria, cuyo consumo en la región es del 40%, y el resto para turismo recreativo (campos de golf y jardines urbanos)”.

Con este tipo de iniciativa, además “se deja de verter al mar, y permiten que nosotros la utilicemos para nuestros procesos industriales y con la calidad adecuada. Es volver a la economía circular del agua”, subrayó Benavente.


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