El capital riesgo contra Single Home: la batalla legal por el hotel de las ‘celebrities’
El juez avala la reestructuración de la compañía, que da beneficios a los créditos de los accionistas frente a los fondos
Una batalla judicial decidirá el futuro de uno de los hoteles estrella de la Costa del Sol, la Finca El Cortesín en Málaga. El fondo Avenue, uno de los acreedores de su matriz, la inmobiliaria Single Home, están decididos a recurrir el plan de reestructuración avalado por el juez hace pocas semanas y con el que la compañía, con un pasivo de unos 150 millones de euros, busca reorientar su rumbo.
Ha sido durante años uno de los hoteles más deseados de la jet set marbellí, pero el hotel Finca El Cortesín saltó a la primera plana del papel cuché el pasado verano, cuando el expresidente de EE UU Barack Obama y su esposa, Michelle Obama, eligieron este emplazamiento para pasar parte de sus vacaciones veraniegas. Lejos del glamour, el futuro de este hotel, con 67 habitaciones de hasta 200 metros cuadrados, se dirime en los juzgados.
Single Home –el dueño de este hotel, de siete promociones de viviendas de lujo en Málaga y Madrid y de un edificio de oficinas en la capital– levantó la bandera hace pocos meses para negociar una nueva estructura de capital que blindase el futuro de la compañía, con 150 millones de deuda. Activó la nueva Ley Concursal y planteó al juez un plan de reestructuración, que ha terminando avalando, de acuerdo a un auto al que ha tenido acceso CincoDías.
La estructura del pasivo de la compañía es controvertida. Unos 20 millones del pasivo corresponden con deuda de dos filiales, Single Home Empreendimentos y El Balcón de Santa Elvira, y con sus dos principales directivos, Javier López Granados y Fernando Taub Medina. El plan presentado por la empresa establece para estos créditos ocho años de carencia en el pago de su interés.
Esta hoja de ruta es, sin embargo, más dura con el resto de los acreedores, entre los que destaca el fondo Avenue. Acumula más de 100 millones de pasivo. A ellos sí se les aplica una refinanciación y un retraso en sus vencimientos, que irán de entre cinco y seis años y una carencia de dos años. El despacho Prada Gayoso ha sido el asesor de la compañía.
Los fondos no están dispuestos a aceptar este trato. Ayudados por Houlihan Lokey y Latham & Watkins, plantearon ampliar el plazo, menos de esos cinco años, un trato similar al de los créditos de la propia compañía, a cambio de incrementar el tipo de interés y mejorar las garantías.
La empresa, sin embargo, se adelantó. Envió su plan de reestructuración antes que los fondos y el juzgado se vio en una disyuntiva, que no está prevista en la nueva Ley Concursal, contar con dos planes de reestructuración diferentes. El juez explica en el auto su decisión ante el vacío legal de la norma española y el hecho de que ni la directiva europea sobre el tema ni el archiconocido Chapter 11 de la ley estadounidense, los dos modelos de la norma española, contemplan la tramitación de dos planes de reestructuración en paralelo. Los fondos de inversión no están de acuerdo. Preparan un recurso para tratar de que se consideren sus postulados, dado que su deuda tiene un mayor blindaje que la otorgada por la propia compañía. Tienen un último as en la manga: ejercer sus prendas y quedarse con algunos activos.
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