Tubacex vuelve a la rentabilidad dos años después y gana 20 millones

La cartera de pedidos alcanza un récord de 1.650 millones

Jesús Esmorís, consejero delegado de Tubacex.

Tras las pérdidas de 2020 y 2021, Tubacex volvió a la rentabilidad el año pasado y ganó 20,2 millones con una facturación de cerca de 715 millones que casi duplica la de 2022. La reactivación de las inversiones en el sector energético ha disparado sus ventas de tubos sin soldadura y componentes anexos, situando la cartera de pedidos en un nivel récord de 1.650 millones.

El grupo de Laudio / Llodio (Álava) recupera el dividendo por un resultado que ha definido como el mejor de los últimos 14 años. Repartirá el 40% del beneficio entre sus accionistas. Como reflejo de la citada recuperación de la actividad, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 92,3 millones, multiplicando por más de cinco el registro de 2021.

Tubacex mantiene la relación con su negocio tradicional, tubos para la extracción de gas y petróleo, pero asimismo aumenta la diversificación a otros sectores más alineados con la transición energética, como los de automoción, aeronáutica, aeroespacial, biomasa e hidrógeno. Jesús Esmorís, consejero delegado del grupo, ha manifestado que “tras muchos años de infra inversión en el sector energético, lo que ha generado tensiones” para acoplarse a la demanda, ahora los mercados priorizan la seguridad en la cobertura del suministro.

Así que ahora Esmorís defiende que se abre un ciclo de crecimiento en la industria de equipos relacionados con la energía. En este escenario, Tubacex será “un actor relevante en la seguridad energética global”. La empresa ha reducido un 14,60% su deuda financiera neta y la ha situado en 287,1 millones. Ahora equivale a 3,1 veces. Y la situación de caja se sitúa en 175,4 millones.

Fruto de la citada diversificación, Tubacex ha disparado sus operaciones con el sector aeronáutico y en los ámbitos hidráulico y de instrumentación. También ha reforzado su presencia en proyectos de almacenamiento de energía. Ha logrado el primer contrato para el embalsamiento profundo de CO2 a través de pozos de inyección ubicados en Dakota del Norte (Estados Unidos). Las entregas de tubos para este pedido comenzarán este mismo año.

El negocio de Tubacex se reparte entre Asia (36% de los ingresos), Europa (29%) y América (4%), además de África. En Oriente Medio ha ganado el mayor contrato de su historia, por el suministro de 30.000 toneladas de tubo para la extracción de gas. Supone carga de trabajo para una década. Para responde al encargo, la empresa alavesa construirá en Abu Dabi un centro dedicado al acabado de tubo roscado. Entrará en operación en 2024.

Recientemente ha reforzado su red fabril en Guyana, Kazajistán, Brasil y Estados Unidos. El primero de esos mercados será el principal hub industrial relacionado con el petróleo y el gas. Tubacex, a través de su filial NTS, ya cuenta allí con instalaciones para suministrar tubos a Exxon y Schlumberger, entre otros clientes. En Kazajistán, con recursos naturales como el de Karachaganak, el mayor campo de oil & gas del mundo, también ha logrado contratos.

Y en Brasil atiende a Petrobas con un centro de servicios y reparación de tubos sin soldadura. Entre sus nuevas implantaciones en el exterior también destaca la planta de Durant (Estados Unidos). Jesús Esmorís estima que la cartera de pedidos permite anticipar que 2023 será otro año “de crecimiento en resultados y de generación de caja, tendencia que continuará en los próximos ejercicios”.







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