De las aulas a la vida real, la medicina que no aparece en los libros

Situp, un proyecto de cirugía en Turkana (Kenia), premio de la Fundación Mutua

Una voluntaria atiende a un paciente en el hospital de Turkana, en Kenia.

En el condado de Turkana, al noroeste de Kenia, son muchas las carencias que sufre la población, como sucede en tantos otros territorios de África. Una de estas carencias, la asistencia médica y quirúrgica, es la que tratan de paliar fundaciones como Emalaikat con el proyecto de voluntariado Situp, en el que participan alumnos de Medicina de las universidades Complutense de Madrid, Francisco de Vitoria y Miguel Hernández de Elche, y que este año ha resultado ganador de los X Premios al Voluntariado Universitario que otorga la Fundación Mutua Madrileña.

En la iniciativa Situp, acr...

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En el condado de Turkana, al noroeste de Kenia, son muchas las carencias que sufre la población, como sucede en tantos otros territorios de África. Una de estas carencias, la asistencia médica y quirúrgica, es la que tratan de paliar fundaciones como Emalaikat con el proyecto de voluntariado Situp, en el que participan alumnos de Medicina de las universidades Complutense de Madrid, Francisco de Vitoria y Miguel Hernández de Elche, y que este año ha resultado ganador de los X Premios al Voluntariado Universitario que otorga la Fundación Mutua Madrileña.

En la iniciativa Situp, acrónimo en inglés de Surgery in Turkana University Project (Proyecto Universitario de Cirugía en Turkana) participan 15 alumnos que, junto a médicos de diversas disciplinas, además de prestar asistencia quirúrgica sobre el terreno, realizan labores docentes para formar a los profesionales sanitarios del país y participan en tareas de investigación.

Los alumnos desplazados a Kenia colaboran en las actividades de consulta, planta, quirófano, laboratorio y clínicas móviles. “En las campañas en Turkana hacemos de todo lo que hace falta, desde la organización del material, apoyo y ayuda en la consulta”, ilustra Paula Martín-Borregón, alumna de Medicina en la Universidad Complutense y colaboradora del proyecto. En España, los voluntarios se ocupan de tareas de investigación sobre enfermedades endémicas que presentan altas tasas de morbilidad en el país, así como de la participación en congresos, la formación en cooperación destinada a otros universitarios o la captación de fondos. “Ayudamos con los proyectos que tenemos de investigación de telemedicina, de enfermedades tropicales desatendidas, enfermedades olvidadas…”, apunta Paula Martín-Borregón.

La labor de los voluntarios sobre el terreno se hace más dura por la escasez de medios humanos y materiales. Raquel Puchol, estudiante también de la Complutense, reconoce que “trabajamos con medios superrudimentarios, no tenemos para hacer analíticas de sangre, no tenemos para hacer transfusiones, no tenemos oxígeno a veces. Tenemos que llevarnos nosotros un ecógrafo portátil, porque es lo único con lo que podemos trabajar allí, hay muy pocos recursos”. Sin embargo, enfatiza que “para mí ir a Turkana es aprender la medicina que no aparece en los libros, es aprender la parte más humana”.

En esta décima edición de los premios han concurrido 53 iniciativas, en las que han participado más de 1.500 estudiantes en 58 universidades españolas. Junto a Situp, la Fundación Mutua Madrileña han premiado a otros cinco proyectos, que recibirán 35.000 euros (10.000 euros para el ganador y 5.000 euros los demás).

La iniciativa Juntos por Ucrania, en la que colaboran alumnos de diversas universidades de Alicante junto a la Fundación Conciénciate, contempla, por un lado, una campaña de recogida de productos de primera necesidad para enviar a Ucrania y, por otro, la atención integral a las familias refugiadas ucranianas que llegaron a Elche.

En Iguales en la diversidad participan alumnos de las universidades de Sevilla, Cádiz, Mondragón de Barcelona, Pablo de Olavide, Complutense de Madrid, Carlos III y Las Palmas de Gran Canaria, junto a la ONG Luz Azul. Los universitarios prestan apoyo en las labores de búsqueda de empleo o la mejora de la empleabilidad de jóvenes en riesgo de exclusión social, que arrancó en Sevilla y se ha extendido a toda España.

Salvando vidas es un proyecto en el que participan más de 350 estudiantes de las universidades de Navarra y Barcelona, en colaboración con la Fundación Tantaka. Los voluntarios imparten talleres teóricos y prácticos de primeros auxilios y maniobras de reanimación cardiopulmonar en colegios e institutos de Navarra y de Barcelona, con el propósito de enseñar a los jóvenes a saber cómo actuar ante una emergencia.

Colonias con burbujas es una iniciativa impulsada por alumnos de la Universidad Internacional de Cataluña en colaboración con Ayuda a la Infancia sin Recursos, que consiste en la organización de un campamento de verano destinado a personas con diversidad funcional severa y con un alto grado de dependencia.

Paso a paso: Summercamp es un proyecto realizado por alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Oviedo y el Instituto de Empresa, junto a la ONG Sauce, mediante el que se organizan diferentes campamentos de verano en Camboya, destinados a menores que se encuentran en situación de extrema necesidad.

Para Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua, “las instituciones universitarias son cada vez más conscientes del papel que juegan en la formación integral de los jóvenes, no solo desde la perspectiva académica, sino también desde la premisa de educar a personas que formarán parte del cambio social, el desarrollo económico y, en definitiva, del progreso del país. Por eso, la Universidad del siglo XXI no puede, ni debe, dar la espalda a los problemas sociales. No lo hace”.

Radiografía del voluntariado universitario

Con motivo del lanzamiento de los Premios al Voluntariado Universitario la Fundación Mutua Madrileña promueve a su vez la realización de un estudio con el objetivo de acercarse a la realidad del voluntariado promovido por las universidades españolas, así como para conocer la involucración de los jóvenes universitarios en actividades de voluntariado. 
De los resultados del estudio en esta décima edición destaca que los centros universitarios volvieron a recuperar el dinamismo en materia de voluntariado y acción social tras la pandemia. 
El curso pasado las universidades españolas promovieron 2.120 proyectos de voluntariado, en los que participaron 16.909 alumnos. Y los más implicados fueron los de la rama de ciencias sociales y jurídicas. El año anterior, durante la pandemia los más involucrados fueron los de las ramas sanitarias. 
Frente a ediciones anteriores, donde la presencia de las mujeres era muy superior, este año se ha alcanzado la paridad, con un 51% de los voluntarios hombres. Estos voluntarios dedican entre dos y cuatro horas semanales a las labores de voluntariado, por término medio, en iniciativas que duran más de tres meses en el 74% de los casos. España sigue siendo el foco principal en el 91% de los proyectos.

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