BBVA afronta pagos millonarios a Francisco González por los bonus generados en 2017 y 2018

El expresidente tiene pendiente recibir parte de la retribución variable de ambos ejercicios

Pablo Monge

BBVA afronta pagos millonarios a Francisco González por los bonus generados en 2017 y 2018. El banquero debía percibir 6,2 millones en varios pagos hasta 2024 que corresponden a parte de la retribución variable generada en sus dos últimos ejercicios como presidente de la entidad. Hasta el momento el banco no ha detallado en sus informes de retribuciones si ya ha abonado esos pagos. De hecho, en las cuentas anuales consolidadas de 2018 el banco detallaba que “ninguna de esas remuneraciones había sido satisfecha”.

El sueldo de un directivo bancario se compone de una parte fija y de otra variable, que percibe en función del cumplimiento de una serie de objetivos. En 2017 y 2018 la política de retribuciones de BBVA establecía que Francisco González percibiría el variable a lo largo de seis años y que estaba sujeto a las cláusulas malus y clawback. Estas cláusulas permiten al banco rebajar los bonus pendientes o reclamar los que ya ha pagado en el caso de que se constaten conductas irregulares, fraude o incumplimientos graves del código de conducta. También si al directivo se le aplican sanciones regulatorias o condenas judiciales.

“La retribución variable anual generada a partir de 2016, inclusive, se encuentra sometida a cláusulas de reducción (malus) y de recuperación de la retribución variable (clawback) durante la totalidad del periodo de diferimiento y retención en los términos indicados en dicha política”, indicaba el banco en su informe de retribución de consejeros de 2018, poco después de estallar el caso Villarejo en el que Francisco González está investigado por supuesta contratación de los servicios de espionaje de Cenyt, la empresa del comisario jubilado José Manuel Villarejo, para espiar a competidores y a personas relacionadas con la entidad bancaria.

En 2017, Francisco González ganó 5,8 millones de euros, de los cuales 2,475 millones se correspondían con el sueldo fijo y los otros 3,3 millones con el sueldo variable. Un año después, en lo que supuso su último ejercicio al frente de BBVA como presidente, González ganó 5,47 millones, de los que 2,475 fueron en sueldo fijo y otros 2,9 en sueldo variable.

El expresidente de BBVA está imputado en el ‘caso Villarejo’ desde noviembre de 2019 por los presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos como máximo responsable de la entidad en los años en los que el comisario jubilado desarrolló determinados trabajos de espionaje a políticos, empresarios y periodistas para el banco.

En su última declaración, el pasado 16 de diciembre y a petición propia, González reiteró que él no ordenó la contratación de las empresas de Villarejo y aseguró que, aunque el agente encubierto comenzó a trabajar con BBVA en 2004, no tuvo conocimiento de su existencia hasta mayo de 2018, cuando comenzaron a aparecer las primeras noticias sobre los encargos. En este sentido, afirmó que él no podía estar al tanto de dichos trabajos, ni los realizados por otros proveedores externos, porque su función como presidente era dirigir las cuestiones estratégicas, la supervisión de resultados de la entidad y las labores de representación.

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