BBVA y Santander entran en el negocio del metaverso
Los dos bancos han comenzado a ensayar proyectos para operar en un tiempo en este ecosistema, cada vez con más potenciales clientes
Cada vez estamos más familiarizados con la palabra metaverso, aunque exactamente no sepamos ni para qué sirve ni, menos, qué negocios puede generar. El metaverso es un concepto del mundo virtual por el que Facebook o Google, Nvidia y Microsoft están decididos a aportar, sobre todo Facebook, que ha decidido cambiar el nombre a su empresa por Meta.
El metaverso es un mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos dentro de él. Podremos pasear por sus calles con nuestros amigos de toda la vida, o comprar ese modelito que no solo verán nuestros amigos más cercanos, sino un amplio espectro de avatares de todo el mundo. De ahí, que las grandes firmas hayan empezado a vender sus colecciones o nuevos diseños en el ecosistema del metaverso. Incluso Inditex acaba de crear una nueva colección, AZ Collection, exclusiva para el metaverso.
¿Pero qué pinta un banco tradicional en este ecosistema?¿ Se puede hacer negocio en este mundo virtual cada vez más real? Pues sí. CaixaBank, Santander y BBVA no solo están convencido de ello, sino que ya han comenzado a ensayar y a investigar fórmulas tecnológicas y productos exclusivos para este universo online.
Fuentes de BBVA explican, de hecho, que ya se pueden hacer ciertos tipos de operaciones bancarias en el metaverso, entre ellas, el pago online. “Pero todo estará en función del uso del metaverso. Está claro que el pago es una fórmula destacada como negocio virtual en este universo virtual, pero no es la única actividad financiera. En no mucho tiempo, con los préstamos como un negocio a explorar”, explica un directivo del banco dedicado a investigar este universo lleno de nuevas posibilidades para la banca, como para otros sectores.
“Captar nuevos clientes, sobre todo jóvenes, es también un aliciente para explorar el metaverso, añade este directivo que está convencido de que en dos o tres años este universo ya no sonará como algo sofisticado. “Será algo común, por lo menos para una parte destacada de los jóvenes, y tenemos que estar ahí. Hay que tener en cuenta que es un mundo de personas que interactuan con otras personas. El problema es que todavía existen lagunas jurídicas, pero está claro que el metaverso será como fue internet en sus comienzos, algo que no se entendía, pero que en poco tiempo caló en la vida cotidiana de todo el mundo. Ya no podemos trabajar sin internet”, señala el abogado experto en cripto y metaverso, Carlos Aránguez.
Una jueza incoa una denuncia presentada por un colectivo chino contra empleados de CaixaBank
“El metaverso implicará también un cambio en los hábitos de consumo”, añade el directivo de BBVA, quien recuerda también lo importante que es y será el conocimiento de los datos que tiene la banca de sus clientes para personalizar productos y servicios financieros. Resalta, además, los conocimientos que tienen los grandes bancos de la tecnología blockchain, imprescindible para identificar la propiedad de los activos del metaverso y para llevar a cabo este futuro escaparate de productos bancarios de forma personal e, incluso, en exclusiva.
Grandes entidades internacionales, sobre todo estadounidenses, como Goldman Sachs, Bank of America y Morgan Stanley están muy atentos al desarrollo de este mundo virtual, en el que las criptomonedas pueden encontrar un universo idóneo para su circulación.
Todas las fuentes financieras consultadas coinciden en que estas, todavía, incipientes investigaciones para ahondar en las posibilidades de realizar nuevos negocios bancarios en el metaverso cambiarán aún más la relación del cliente con su banco.
Por cierto, el pasado miércoles, BBVA desembarcó en TikTok con un canal propio para hablar de sostenibilidad. Es el primer gran banco en España con actividad en TikTok, según explica la propia entidad.
Cambiando de asunto. Parece que en breve el Ministerio Fiscal tendrá una decisión sobre el conflicto abierto hace unos meses entre empleados de una oficina de CaixaBank y un grupo de clientes de origen chino que acusan al banco de discriminación racial financiera. Hace algo más de un mes, el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid decidió incoar la denuncia presentada por la ciudadana china Jingsheng Huang que representa a más de 1.500 personas de la misma nacionalidad, residentes en España, que recibieron hace meses una carta de CaixaBank avisándoles de que en un plazo de 60 días se les iba a cerrar todas sus cuentas corrientes.
En un auto fechado el 23 de noviembre, y al que ha tenido acceso Cinco Días, la jueza Carmen Valcarce Codes decidió incoar diligencias previas al considerar que “los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal”.
El auto añade que conforme “a lo previsto en los artículos 757 y 774, y no estando determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido, es procedente acordar la incoación de diligencias previas y practicar aquellas esenciales encaminadas a determinar la naturaleza y circunstancias del hecho, así como las personas que en él hayan participado”. De esta forma, la jueza trasladó al ministerio fiscal el caso para su valoración.
La investigación ha individualizado la responsabilidad, ya que estos delitos de discriminación son imputables a directivos concretos que dieron la orden del cierre de las cuentas, como explican fuentes jurídicas. No se investiga a la entidad, en este caso a CaixaBank, razón por la que la entidad no ha recibido el auto. Este colectivo de ciudadanos chinos también presentó una denuncia administrativa ante el Banco de España que, como en el caso del juzgado, el pasado 24 de noviembre recibieron acuse de recibo de la denuncia presentada para proceder a su tramitación, según explican fuentes jurídicas.
Estas mismas fuentes explican que CaixaBank ha “vulnerado el acceso a una cuenta de pago básica a una persona en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión”, según consta en la denuncia. CaixaBank, por su parte, explica que “no realiza ningún trato discriminatorio por nacionalidad a sus clientes”, y justifica en las reclamaciones de los perjudicados, que la decisión se debe a “políticas internas de minimización de riesgos”. La asociación de afectados de origen chino creen que se produce ante sospechas de lavado de dinero. CaixaBank cuenta con 80.000 clientes de origen chino. El caso es similar al ocurrido en febrero de 2019, cuando BBVA bloqueó los depósitos de más de 35.000 ciudadanos chinos. Entonces, el banco alegó cumplir con la ley de blanqueo de capitales.