Pedir dinero por un proceso de selección y otros fraudes laborales

Dos de cada diez parados admite haber recibido ofertas fraudulentas de empleo, según Infoempleo y Adecco El 12% reconoce que ha pagado o pagaría porque le concedieran un puesto de trabajo

Los estafadores encuentran en la situación desesperada de muchos desempleados un terreno abonado para el fraude rápido y, en muchas ocasiones, limpio sin consecuencias, porque las víctimas no presentan denuncias en la mayoría de los casos.

Hoy, precisamente, se celebra el Día Internacional de la Seguridad en Internet, y se ha sabido que el 20% de los desempleados ha admitido haber recibido alguna oferta laboral fraudulenta en la que les han solicitado el pago de una cantidad de dinero para entrar en un proceso de selección para conseguir un empleo, según los datos recogidos por el último Informe de Infoempleo y Adecco.

"En ningún caso una oferta de trabajo puede exigir el abono de dinero, por lo que se trata seguro de un fraude por el cual se pretende obtener ingresos a costa de la necesidad de los desempleados", precisan desde el Grupo Adecco. Es más, según esta misma encuesta, incluso el 12,4% de los parados ha pagado o estaría dispuesto a hacerlo para conseguir un trabajo.

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) alertó en uno de los peores momentos de la crisis del empleo, a principios de 2014, que una de cada cuatro fraudes en la red procedía de falsas ofertas laborales. Y recientemente, lejos de disminuir con la recuperación, el Incibe alertó recientemente de una nueva campaña de falsas ofertas de empleo.

Pero pedir dinero no es el único fraude, existen un buen número de instrumentos para defraudar a quienes buscan empleo. Además de perseguir dinero directamente del parado, estas prácticas ilegales también pueden intentar conseguir sus datos financieros o personales para venderlos a un tercero.

Así, además de lo citado ¿Cuáles son las otras formas de fraude más comunes según ha detectado el Grupo Adecco?

  • Teléfonos de información. Es una de las estafas laborales más recurrentes, y consisten en animar al desempleado a encontrar un trabajo llamando a un teléfono de tarificación adicional, para que soliciten en él información sobre los requisitos del proceso de selección. Generalmente, las víctimas permanecen a la espera durante un largo periodo de tiempo con el coste económico que eso les supone en su factura telefónica.
  • Envío de SMS. Este método cada vez se usa menos, según los técnicos en ciberseguridad, pero sigue representando una parte de los fraudes laborales. Se requiere al parado el envío de varios SMS como forma de contacto que no serán respondidos por la empresa que hace la oferta y que sí le serán cobrados a la víctima.
  • Cursos falsos. En este caso se pide al solicitante el desembolso de una cantidad de dinero, que según Adecco ha llegado en algunos casos a miles de euros, para realizar un curso de formación online que le permitirá el acceso a un puesto de trabajo, que luego es inexistente.
  • El Scam es una modalidad de estafa que utiliza el correo electrónico para la divulgación de una oferta de empleo fraudulenta. Normalmente, se trata de ofertas de empleos consistentes en hacer desde casa operaciones bancarias, "de forma cómoda y con altos beneficios para el empleado", puede decir la publicidad. Pero, en realidad, al solicitante del empleo se le obliga a abrir una cuenta bancaria en la que recibe transferencias de dinero para su posterior reenvío al extranjero. Así, lo que se produce, por lo general con desconocimiento del empleado, es el blanqueo de dinero obtenido gracias a estafas bancarias.
  • Obtención de datos. La última campaña detectada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad alerta del envío masivo de correos electrónicos con falsas ofertas laborales con asuntos como "La crisis ha acabado"; "Trabaja con nosotros"; "Horario flexible"; "El empleo parcial" o "Vacante abierta" y cuyos objetivos son recopilar datos personales del demandante de empleo para revenderlos u otros fines fraudulentos. En unas pocas horas el Incibe recopiló más de 2.000 correos electrónicos.

Ante todo esto, desde Adecco aconsejan desconfiar de cualquier proceso de selección que no incluya ni entrevistas personales, previas a la contratación, y recuerda que no es habitual que se quiera formalizar el contrato laboral de forma online o a través del teléfono. Asimismo, insisten en que no se deben facilitar datos personales ni bancarios o de tarjetas de crédito como requisito para participar en ningún proceso de selección. Tampoco fiarse de una oferta salarial muy superior a la media del mercado para ese puesto: "no hay ofertas milagro", aseguran desde Adecco.

Finalmente, ante un correo electrónico sospechoso, aconsejan no responder ni descargar archivos adjuntos y nunca realizar pagos a cambio de empleos. Pero si aún así, alguien resulta víctima de una de estas estafas, los expertos aconsejan contactar con la Agencia Española de Protección de Datos; con la Oficina de Seguridad Internauta (OSI) o, directamente, con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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