Estas 4 habilidades de IA son las que deben aprender los niños, según el jefe económico de OpenAI
El jefe económico de la compañía creadora de ChatGPT ha indicado que son las que están aprendiendo sus propios hijos.
En un mundo cada vez con más presencia de la inteligencia artificial, preparar a las nuevas generaciones para convivir con esta tecnología no es una opción, sino una responsabilidad. Ronnie Chatterji, economista jefe de OpenAI y antiguo asesor económico en las administraciones de Biden y Obama, ha compartido recientemente en el podcast oficial de la compañía cuáles son las cuatro habilidades fundamentales que está enseñando a sus propios hijos para que puedan prosperar en un entorno laboral y social dominado por la IA.
Estar preparado para el mundo con IA será vital
Estas competencias no giran en torno a aprender a programar o dominar herramientas digitales, sino a cultivar capacidades humanas que complementen lo que las máquinas no pueden replicar. Son las siguientes:
Pensamiento crítico: aprender a cuestionar y resolver
Para Chatterji, la habilidad más importante es el pensamiento crítico. Enseñar a los niños a identificar problemas, analizar situaciones complejas y formular preguntas relevantes les permitirá navegar un mundo donde las respuestas automáticas abundan, pero el juicio humano sigue siendo insustituible.
“Hay que aprender a pensar de forma crítica y a detectar problemas”, afirmó el directivo de OpenAI. Es importante destacar que esta idea también ha sido respaldada por otros líderes tecnológicos. Por ejemplo, Alexis Ohanian, cofundador de Reddit, ha declarado que anima a su hija de siete años a usar IA todos los días como una forma de potenciar su capacidad para resolver problemas, aunque sigue priorizando la lectura, la escritura y las matemáticas como pilares del aprendizaje.
Adaptabilidad: flexibilidad ante el cambio constante
La segunda habilidad que destaca el directivo considera esencial es la capacidad de adaptación. En sus palabras, “hay que tener neuroplasticidad, resiliencia y flexibilidad para poder adaptarse, porque el mundo va a cambiar mucho”.
Los avances en IA, los desafíos climáticos y las tensiones geopolíticas están transformando el panorama global a una velocidad vertiginosa. Por eso, enseñar a los niños a ser flexibles, a aprender de los errores y a reinventarse será clave para que puedan desenvolverse en profesiones que aún no existen. Esta visión coincide con la de Sam Altman, CEO de OpenAI, quien ha afirmado que sus hijos “nunca serán más inteligentes que la IA”, pero sí crecerán siendo mucho más capaces.
Inteligencia emocional: el valor de ser humano
A medida que la IA asume tareas técnicas como la programación, las habilidades emocionales cobran más relevancia. Chatterji subraya que enseñar a los niños a comprender y gestionar sus emociones, así como a empatizar con los demás, será lo que les permita destacar en un entorno automatizado.
“No se me ocurre un conjunto de habilidades más valioso ahora mismo que aprender a ser humano”, explicó. En su opinión, los profesionales que combinen conocimientos técnicos con inteligencia emocional -como los vendedores que saben conectar los puntos para resolver problemas- serán imprescindibles en el futuro.
Alfabetización financiera y expresión escrita: dominar lo básico
La cuarta habilidad es la competencia numérica y la escritura. Aunque reconoce que sus hijos tienen acceso a calculadoras y software de dictado, insiste en que deben aprender a hacer las tablas de multiplicar y a escribir a mano. “Las herramientas funcionan muy bien, pero yo sigo enseñándoles a escribir”, comentó. Esta insistencia en lo básico responde a la necesidad de que los niños comprendan los fundamentos detrás de las tecnologías que utilizan.
La escritura, además, es una forma de estructurar el pensamiento, algo que ninguna IA puede hacer por completo. En un mundo donde los textos generados por IA son cada vez más comunes, saber redactar con autenticidad será una habilidad completamente diferenciadora.
Si hay algo que parece claro es que el futuro no dependerá tanto de dominar la tecnología como de saber convivir con ella. Las habilidades humanas -pensamiento crítico, adaptabilidad, inteligencia emocional y competencias básicas- serán uno de los motores en el progreso en la era de la inteligencia artificial. Y como bien señala Altman, los niños del mañana no necesitarán ser más inteligentes que la IA, sino aprender a utilizarla con propósito, creatividad y responsabilidad.