Estos tres ajustes para el mando del Google TV Streamer mejorarán tu día a día
Ante todo, realizar los cambios necesarios es sencilla y, a la vez, la utilidad es bastante alta.
El Google TV Streamer se ha convertido en uno de los dispositivos más completos para transformar cualquier televisor en un centro multimedia inteligente. Pero más allá de sus funciones de reproducción, su mando de control por voz ofrece ajustes que pueden marcar la diferencia en el uso diario. En este tutorial te explicamos cómo configurar tres funciones clave de este accesorio con dispositivos que tengas conectados.
Configuración inicial del mando incluido con el Google TV Streamer
Antes de comenzar, asegúrate de que el Google TV Streamer esté encendido y conectado al televisor. Desde la pantalla principal, accede al perfil de usuario en la esquina superior derecha y entra en Todos los ajustes. Luego selecciona Control remoto y accesorios y pulsa en Configurar botones del mando.
Si aún no has vinculado un dispositivo externo -como una TV o barra de sonido-, deberás hacerlo ahora. Elige Añadir dispositivo, selecciona el tipo y la marca correspondiente. Este paso es esencial para que el mando pueda enviar las señales correctas. Estas son las opciones que te recomendamos tener en cuenta.
Ajuste del volumen
Una vez dentro del menú de configuración del mando, selecciona la opción Volumen. El sistema te pedirá que elijas el dispositivo que reproducirá el sonido. A continuación, aparecerá un mensaje indicando que se reproducirá música para realizar la prueba.
- Verifica que el volumen del dispositivo esté activado.
- Pulsa Siguiente y apunta el mando hacia el dispositivo mientras subes y bajas el volumen.
- Si el dispositivo responde correctamente, selecciona Sí. En caso contrario, pulsa No, intentar de nuevo para probar con otro código de control.
Es importante tener en cuenta que algunos modelos no son compatibles con esta función, especialmente si no admiten control por infrarrojos o HDMI-CEC.
Un paso más allá: control del volumen mediante voz
Además del control físico, el Google TV Streamer permite ajustar el volumen del dispositivo directamente, sin depender del televisor o barra de sonido. Para ello, puedes configurar el mando para que controle este apartado en lugar del dispositivo externo.
Una vez activado, podrás controlar el volumen de las siguientes formas:
- Por voz, utilizando un altavoz o pantalla inteligente con el Asistente de Google.
- Desde el móvil o tablet, mediante la app de Google Home.
- Con la pantalla táctil de un dispositivo inteligente compatible.
- Usando el botón de volumen del mando de control por voz.
Este método es ideal si tu televisor no responde bien al control por infrarrojos o si prefieres una experiencia más integrada con el ecosistema de Google.
Control de encendido y apagado
Para configurar el botón de encendido, vuelve al menú de botones del mando y selecciona Encendido. Elige el dispositivo que deseas controlar.
- Pulsa el botón de encendido del mando para apagar el dispositivo.
- Espera unos 8 segundos y vuelve a encenderlo.
- Si el dispositivo responde, confirma con Sí. Si no lo hace, selecciona No, intentar de nuevo.
Este ajuste permite que el mando del Google TV Streamer controle el estado de encendido del televisor o receptor, lo que resulta muy útil para evitar tener que usar varios mandos.
Cambio de entrada
La función de Entrada permite alternar entre las distintas fuentes conectadas al televisor (HDMI, AV, etc.). Para configurarla, sigue estos pasos:
- Selecciona Entrada en el menú de botones del mando.
- Pulsa el botón de entrada en el mando y cambia entre las diferentes fuentes.
- Asegúrate de volver a la entrada HDMI donde está conectado el Google TV Streamer.
- Confirma si el botón funciona correctamente.
Este ajuste es especialmente útil si usas consolas, reproductores Blu-ray u otros dispositivos junto con el reproductor de Google.
Configurar correctamente el mando del Google TV Streamer no solo mejora la comodidad, sino que también optimiza el uso de tu sistema de entretenimiento en casa. Además, la posibilidad de usar comandos de voz o el móvil para gestionar el volumen añade una capa extra de funcionalidad que se adapta a cualquier rutina.