Hay que diversificar
Entramos en un ciclo de gestión activa
El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha enviado cartas a algunos países detallando los aranceles que aplicará tras el aplazamiento al 1 de Agosto, tras el ampliar el limte impuesto para el 9 de Julio tras el ‘Día de la Liberación’ en Abril..
Pero no hay que hacer mucho caso a todos los anuncios de Trump, son herramientas de negociación cuando los acuerdos no llegan, por ejemplo los últimos anuncios de aranceles del 30% a Europa o 35% a Canada. Por su parte China está consiguiendo diversificar sus fuentes de exportación. Las exportaciones chinas crecieron 5,8 % interanual en Junio, pero se redujeron 16 % hacia EE. UU.
De momento, el arancel efectivo de EE. UU. a productos importados puede pasar del 3 % a alrededor de 10 a 12 %. Puede implicar 1,5 % de impacto negativo en el PIB de EE. UU. y 1,7 % de mayor inflación. Así que la economía estadounidense se enfrenta a un shock estanflacionario y es probable que los beneficios empresariales decepcionen. Sin embargo, ciertos sectores siguen fuertes por inversiones relacionadas con la inteligencia artificial (IA), camino de alcanzar el billón de dólares en capitañización para finales de la década. De hecho, sobre ponderamos servicios de comunicación, con beneficios estables aunque algo ajustadas en valoración, con tendencia positiva a largo plazo por la expansión de la IA. También nos gustan las finanzas y servicios públicos. El sector financiero puede beneficiarse de una curva de rentabilidades a vencimiento más pronunciada y posible desregulación de la administración Trump. Por su parte los servicios públicos proporcionan características defensivas y se benefician de tendencias estructurales como aumento de la demanda de electricidad para centros de datos e IA.
En conjunto el mercado bursátil estadounidense es la región más cara respecto a otros mercados desarrollados con perspectivas de menor crecimiento y menores previsiones de beneficios, si bien las empresas globalmente han hecho los deberes, con buenos balances y resultados.
Nos dirigimos hacia intereses reales negativos en la Euro zona
Las perspectivas económicas han mejorado en la euro zona. La producción industrial creció 2,2 % los tres primeros meses del año, el primer aumento tras siete trimestres de contracción, gracias a una sólida demanda externa. Además, hay cierto optimismo respecto a que los planes de gasto en defensa y fiscal respalden un crecimiento de la Euro Zona de 1 % este 2025. Así, las acciones en Europa suben 13 % lo que va de año, el doble que las de EE. UU.
La realidad es que nos dirigimos hacia intereses reales negativos en la Euro Zona, en depósitos o mercados monetarios, pues el BCE ha bajado al 2 % sus tipos de interés y puede dejarlos en 1,75 % con la inflación en 2,1 % este 2025. Los inversores deben planificar sus inversiones para un ciclo de bajos tipos de interés y moderado crecimiento que puede durar años. En este sentido vemos potencial en la deuda de alta rentabilidad europea, que ofrece una rentabilidad real a vencimiento muy atractiva de alrededor de 4 %, con baja sensibilidad a variaciones de tipos de interés y tasas de impago por debajo de la media, un colchón contra el riesgo arancelario. Es la mejor manera de aprovechar una recuperación no inflacionista en la euro zona.
Aumentos de beneficios en mercados emergentes
Ahora bien, las previsiones en economías emergentes, aunque se hayan enfriado, se mantienen en expansión. Su brecha de crecimiento con las desarrolladas ha aumentado de manera casi ininterrumpida desde finales de 2023 hasta llegar a 2,5 %, por encima de la media de 2,3 % desde 2011. Esperamos que se amplíe a 3,5 % para finales de año, con previsiones de crecimiento de los beneficios empresariales a ritmo más rápido que en EE. UU. y Europa. Es el caso de China, cuyo PIB ha crecido por encima de la tendencia, aunque la guerra comercial con EE. UU. resta fuerza. Se beneficia de un amplio margen fiscal y liquidez interna y sus perspectivas a medio plazo han mejorado, buen augurio para otras economías emergentes. Además, las economías emergentes pueden beneficiarse de que disminuya la tensión comercial entre EE. UU. y China. De hecho, las acciones en algunos mercados emergentes suben a doble dígito lo que va de año.
Además, aunque el ahorrador español es reacio a la deuda emergente, hay soluciones de inversión en las que este tipo de activos empieza a formar parte. Un dólar más débil apoya esta deuda, que sobre ponderamos por fundamentales, caída de precios del petróleo y atractiva rentabilidad real a vencimiento. Esperamos que los bancos centrales de estas economías, incluyendo el Banco Popular de China, recorten más sus tipos de interés. China tiene voluntad de estimular su economía y su apoyo fiscal y monetario debe estimular el consumo. Incluso estamos viendo mucho interés en la deuda empresarial de mercados emergentes, con rentabilidades a vencimiento por encima de 7 a 8 %. Es un tipo activo muy resiliente con volatilidades por debajo del 4 a 4,5%.
Hay que diversificar
En este entorno hay que permanecer invertidos. Los indicadores técnicos respaldan la tendencia, así que tácticamente hemos pasado de infra ponderar a estar neutrales en acciones globalmente.
Ahora bien, conviene diversificar de EE. UU. a Europa y Asia, de manera estructural en las canteras, teniendo en cuenta que infra ponderar acciones de EE. UU. implica pasar de un peso de 72 al 65 % en la cartera global de renta variable.
Hay rentabilidades por dividendo a nivel empresas y sectores por encima de 3 al 4,5 %, doble que en renta fija con vistas a dos a tres años. En este sentido, aunque estamos neutrales o infra ponderados en la mayoría de los mercados de renta variable, dado que las valoraciones están en contradicción con el deterioro de perspectivas económicas, la renta variable suiza está más protegida de una desaceleración estadounidense, con gran número de empresas en sectores menos sensibles. Una gran parte de los índices de renta variable suiza incluye empresas relacionadas con salud, que aunque afectados por recortes e incertidumbre de precios de los medicamentos recetados en EE.UU., siguen generando beneficios sólidos, que esperamos aumenten.
Por sectores consideramos servicios públicos por características defensivas y capacidad para beneficiarse del aumento de la demanda de electricidad, servicios de comunicación por beneficios y exposición a crecimiento estructural, como inteligencia artificial y sector financiero se beneficia de una curva de rentabilidades a vencimiento de la deuda más pronunciada con dinámica saludable de beneficios.
Entramos en un ciclo de gestión activa
Aunque la gestión activa ha sufrido los últimos años, claramente entramos en un ciclo de gestión activa. La gestión activa es mucho más barata que la pasiva cuando da buenos resultados. Es decir, el inversor tiene a su disposición excelentes gestores activos que saben elegir compañías o bonos para generar valor y compensar los costes.
Así, en el actual entorno de bajos tipos de interés destacan determinadas estrategias líquidas de retorno absoluto con poca direccionalidad respecto al mercado y volatilidades limitadas. Están mostrando rentabilidades muy atractivas y vuelven a entrar en la parte más conservadora de muchas carteras gestionadas y de fondos de fondos. Pero hay que identificar las estrategias con buen historial.
Por su parte el oro goza de fuerte demanda estructural de los bancos centrales de las economías emergentes y es probable que atraiga más compras de inversores dispuestos a protegerse de un dólar más débil, riesgos de inflación e incertidumbre geopolítica.
Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam