Vuelve el foco en los aranceles
Cautela respecto en renta variable de EE. UU.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha enviado cartas a algunos países detallando los aranceles que aplicarán tras el aplazamiento del ‘Día de la Liberación’ en Abril, con prórroga hasta el viernes 1 de Agosto.
De momento los mercados se han centrado en que supone una extensión del plazo previsto hasta el 9 de Julio, en algunos casos con conversaciones adicionales, lo que es menos malo de lo que se temía, pues mantiene la puerta abierta a la negociación. Ahora bien, aunque los mercados se lo están tomando de manera relativamente benigna, seguirán cautos, especialmente ante el riesgo de cambios de rumbo en política monetaria.
Además, la ley “Grande y Hermosa” de EE. UU. ha pasado el obstáculo legislativo. Implica una batería de rebajas fiscales, recortes presupuestarios y aumento de gasto, lo que fomenta inquietudes fiscales y preocupación sobre sostenibilidad de su deuda a largo plazo, cuando Moody’s ha rebajado la máxima calificación crediticia. Esta ley es una apuesta política al éxito o al fracaso para la economía estadounidense. La cuestión clave es el grado en que afectará al déficit y nivel de deuda de EE. UU. Es un estímulo que promete puede apoyar al crecimiento y reactivar la renta variable. Sin embargo, el crecimiento económico de EE. UU. se puede ahogar si los inversores se alarman ante el aumento de déficit presupuestario y nivel de deuda y exigen rentabilidades a vencimiento cercanas al 5 % para comprar sus bonos del Tesoro. También hay que tener en cuenta que, las autoridades de EE. UU., para intentar frenar un aumento de dicha rentabilidad disponen de varias políticas, incluyendo una reforma del ratio de apalancamiento -la relación entre deuda y capital propio-, que puede desbloquear hasta dos billones de dólares en capacidad de balance a los grandes bancos.
De momento ha habido fuerte demanda en la subasta de 39.000 millones de dólares a diez años el 9 de Julio, con la rentabilidad a vencimiento en 4,362 %.
Cautela respecto en renta variable de EE. UU.
El caso es que hasta ahora los mercados han minimizado el riesgo de los aranceles para la economía estadounidense, con margen para sorpresas negativas.
En conjunto, dada la incertidumbre política de EE. UU. mantenemos la cautela respecto a su renta variable, que ha llegado a máximos históricos, favorecida por la solidez del empleo y confianza de los inversores en la resiliencia de su economía. Efectivamente, las nóminas no agrícolas de EE. UU. aumentaron en 147.000 en Junio, desafiando las expectativas de desaceleración, en parte por la contratación de trabajadores del Gobierno, aunque la contratación privada se haya desacelerado.
De todas formas, aunque la rentabilidad en la renta variable de EE. UU. sigue concentrada en varios valores, es conveniente mantener opciones respecto a determinadas acciones tecnológicas, dada su resiliencia de beneficios y optimistas perspectivas. Se benefician de la debilidad del dólar y son menos sensibles a los altos tipos de interés. Por su parte los bancos en EE. UU. han procedido a reforzar sus dividendos tras superar las pruebas de resistencia anuales de la Reserva Federal
Aumenta la posibilidad de que un primer recorte tipos de la Reserva Federal se postergue
Ahora bien, ha aumentado la posibilidad de que un primer recorte tipos de interés de la Reserva Federal postergue aún más. En la reciente cumbre de banqueros centrales en Sintra, Portugal, el presidente de la Reserva Federal, Powell ha resistido las presiones de Trump para rebajar los tipos de interés. De momento esperamos dos recortes este año, el primero en octubre.
Con todo, infra ponderamos deuda pública estadounidense. Aunque la Ley Grande y Hermosa" puede ser positiva para el crecimiento, también puede provocar aumento de las rentabilidades a vencimiento en los plazos más largos de la deuda de EE. UU. y lastrar el tono optimista de los mercados. El caso es que gran parte de la emisión de bonos del Tesoro de EE.UU. vencerá los próximos meses. La concentración de vencimientos coincide con la necesidad de financiar un aumento previsto del déficit tras la aprobación de ley “Grande y Hermosa”, con la consiguiente necesidad de aumento del techo de deuda, esto es la cantidad máxima que el Congreso de EE. UU permite al Tesoro tomar prestado mediante emisión de deuda pública para sufragar los programas de gasto aprobados. Pero dado el alto coste de financiación a largo plazo es probable que el Tesoro favorezca la emisión a corto plazo y aumente los reembolsos trimestrales de las Letras del Tesoro, con riesgo de una mayor volatilidad para la deuda soberana de EE. UU.
Flexibilidad para responder a sorpresas positivas y negativas
En este estado de cosas conviene mantener cierta flexibilidad para responder a sorpresas positivas y negativas. Es crucial la resiliencia, pero también aprovechar oportunidades en determinados mercados y segmentos. Hay que permanecer invertidos, si bien conviene diversificar a Europa y emergentes, así como a nivel sectorial, de manera más estratégica y con gestión activa.
Construir una cartera resiliente requiere objetivos de inversión y una asignación estratégica a clases de activos en función de las rentabilidades esperadas, tolerancia al riesgo y horizonte temporal, con una parte líquida para amortiguar resultados imprevistos.
Luis Sánchez de Lamadrid, managing director, Pictet Wealth Management en España