La plata cae un 10% tras superar máximos históricos en su sesión más volátil en cuatro décadas
La especulación se vuelve en contra del metal blanco después de semanas de fuertes subidas por las compras procedentes de China
La plata cierra el año con un gusto agridulce. El metal blanco, que se revalorizó un 140% en 2025, por el contagio del oro y por movimientos especulativos, se ha desplomado un 10% este lunes, en su sesión más volátil en cuatro décadas. El lingote llegó a marcar sus máximos históricos en las primeras horas del día, al cotizar 84 dólares la onza (71 euros), pero perdió gas a lo largo de la sesión y apenas supera los 70 dólares (60 euros) al final de la tarde. En la misma línea, el oro cede algo más del 4%, hasta los 4.330 dólares (3.678 euros).
La plata se ha visto arrastrada a lo largo de 2025 por la fiebre del oro en un ejercicio dominado por la incertidumbre del mercado, en especial con la guerra arancelaria de Donald Trump. El miedo ha impulsado la búsqueda de activos refugio, como el oro. Las compras de los bancos centrales y las entradas de dinero en fondos especializados han disparado el precio del metal amarillo, que ha contagiado a su hermana pequeña, menos líquida y más volátil.
Además, hace apenas un par de semanas, la especulación sobre el metal blanco cobró impulso con las compras procedentes de China, alentadas por usuarios de la red social Xiaohongshu que promovían las operaciones de futuros sobre la plata. “El verdadero aumento de la demanda se ha producido en el mercado de futuros chino, lo que sugiere que la subida está impulsada cada vez más por los operadores especulativos que por la escasez física”, alertaron desde Julius Baer.
Lo que la especulación da, la especulación quita. Brent Donnelly, presidente de la firma de análisis Spectra Markets, había afirmado a The Wall Street Journal la semana pasada que la plata “suele ser un producto que se vuelve parabólico y luego colapsa”. En la misma línea, Commerzbank indicó en un informe “un sobrecalentamiento” del mercado de la plata. Goldman Sachs también había previsto mayor volatilidad del metal.
Su elevada volatilidad deriva de su fuerte vinculación con la actividad industrial: más del 60% de la oferta se destina a este uso, según cálculos de la gestora Júpiter AM. Gracias a su alta conductividad eléctrica, el metal es clave en la producción de equipamiento que va desde las baterías de los vehículos eléctricos hasta los paneles solares. Además, el metal blanco carece de la demanda estructural de los bancos centrales, que actúa como ancla de precios del oro.
La plata no vivía una jornada de tanta volatilidad desde principios de 1980, cuando los hermanos Hunt, magnates del petróleo, acumularon enormes cantidades del metal con el objetivo de influir en la oferta mundial y obtener cuantiosos beneficios. El 31 de marzo de aquel año, el lingote llegó a apuntar máximos de 50 dólares la onza y mínimos por debajo de los 14 dólares.
Más allá de la especulación, algunos analistas atribuyen las caídas de hoy de los dos metales a las perspectivas por un acuerdo de paz en Ucrania tras la reunión entre Donald Trump y Volodymyr Zelensky el domingo en Florida. Después del encuentro, Trump afirmó que las negociaciones concluirán “en unas semanas”.
“Una combinación de toma de ganancias y conversaciones aparentemente productivas con respecto a un posible acuerdo de paz han puesto al oro y la plata en desventaja”, ha dicho el analista jefe de mercado de KCM Trade, Tim Waterer, a la agencia de noticias Reuters.