Ir al contenido

El Santander y el BBVA se ponen del lado de Netflix en la guerra por Warner con créditos por 1.900 millones de dólares

Los dos bancos serán prestamistas del gigante del ‘streaming’ en su batalla por hacerse con el dueño de HBO y CNN. Enfrente está Paramount –matriz de CBS y Nickelodeon– que ofrece más dinero por acción pero que tiene en contra al consejo de la empresa opada

El Santander y el BBVA acaban de personarse en la guerra por Warner Bros. Netflix ha contado con ellos para armar los 25.000 millones de dólares (21.300 millones de euros) que ha estructurado para financiar su oferta de 83.000 millones de dólares (70.700 millones de euros) por el propietario de HBO y CNN, según la documentación registrada en la Comisión de Valores y Bolsa estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés). El banco que preside Ana Botín ha comprometido 1.312 millones de dólares, y el que dirige Carlos Torres, 578 millones.

La batalla por uno de los estudios más antiguos y p...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

El Santander y el BBVA acaban de personarse en la guerra por Warner Bros. Netflix ha contado con ellos para armar los 25.000 millones de dólares (21.300 millones de euros) que ha estructurado para financiar su oferta de 83.000 millones de dólares (70.700 millones de euros) por el propietario de HBO y CNN, según la documentación registrada en la Comisión de Valores y Bolsa estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés). El banco que preside Ana Botín ha comprometido 1.312 millones de dólares, y el que dirige Carlos Torres, 578 millones.

La batalla por uno de los estudios más antiguos y prestigiosos de Hollywood escribe un nuevo capítulo en el terreno de los bancos. El productor de series como Stranger Things o El juego del calamar firmó el pasado 5 de diciembre un acuerdo para adquirir Warner a razón de 27,75 dólares por acción en una oferta mixta con efectivo y títulos nuevos. Las fuerzas de Netflix son incuestionables, con una capitalización de más de 430.000 millones de dólares, pero aun así la compañía necesita de la ayuda de una cohorte de entidades financieras para sustentar su propuesta.

Los primeros bancos en tomar partido fueron Wells Fargo, BNP Paribas y HSBC, que garantizaron a Netflix los 59.000 millones de dólares en créditos que requiere para desembolsar el importe en efectivo al que se ha comprometido. Este préstamo puente es uno de los mayores de la historia en las operaciones corporativas, por detrás de los 75.000 millones de dólares obtenidos por el fabricante belga de cervezas Anheuser-Busch InBev para comprar su rival británico-sudafricana SABMiller en 2015. Este tipo de préstamos se conocen como financiación puente, pues permiten que el comprador lance la oferta para ir afinando esa garantía inicial semanas o meses después con la participación de otras entidades o fórmulas de deuda, como los bonos.

La segunda fase del proceso consiste en la sindicación del préstamo puente. Es decir, los bancos que han firmado el primer cheque reparten el riesgo a través del troceo del crédito para que otras entidades asuman en sus balances una parte de este. Es un proceso que, en la mayoría de la ocasiones, provoca avidez entre los bancos, deseosos de hacer negocio con un buen pagador, como es el caso de Netflix.

El gigante del streaming goza de una calificación de A según Standard & Poor’s, cuatro escalones por debajo de la triple A, la máxima posible, mientras que Moody’s le otorga un A3, a seis peldaños de la más elevada. De acuerdo con la documentación enviada a la SEC, Netflix abonará unos diferenciales por sus préstamos de entre el 0,85% y el 1,25%, que se llevarán las entidades encargadas de financiar su opa.

En este punto del proceso, el BBVA y el Santander han logrado hacerse valer como los gigantes que son en la financiación de fusiones y adquisiciones (M&A). Así, ambos participarán en un crédito revolving –con flexibilidad en su disposición y devolución por parte del comprador– de 378 millones de dólares –de un total de 5.000 millones con una fecha de caducidad fijada en 2030–, y en otros dos tramos sénior con 1.513 millones –1.050 millones corren a cargo del Santander y los 463 restantes a cargo del BBVA– de un conjunto de 20.000 millones de dólares y respectivos vencimientos en dos y tres años.

En el mismo lado que los dos bancos españoles aparecen otras grandes entidades europeas, además de BNP Paribas y HSBC –que, de la mano del estadounidense Wells Fargo, pusieron el talón inicial del préstamo puente–, como Société Générale o Commerzbank. También en el mismo bando figuran los canadienses RBC, Banco de Montreal y Scotiabank, así como los japoneses Mizuho y MUFG, o los americanos Morgan Stanley, PNC Bank o Standard Chartered.

Las tres piezas de la financiación anunciada por Netflix –el crédito revolving y los dos tramos sénior– suponen la sindicación de 25.000 millones de dólares, de manera que todavía es necesario lograr una solución más duradera y a mejor precio para 34.000 millones adicionales. Netflix ha explicado al regulador que planea recurrir a los mercados de capitales con el objetivo de reducir el préstamo inicial y extender los vencimientos de la deuda.

El acuerdo con Netflix combinaría dos de los mayores proveedores de streaming del mundo con unos 450 millones de suscriptores. La gran videoteca de Warner proporcionaría a Netflix el contenido necesario para mantener su liderazgo frente a rivales como Walt Disney y Paramount. Pero precisamente esta última compañía reaccionó con una opa hostil a 30 dólares por título de Warner totalmente en efectivo unos días después de conocerse la alianza. La opa hostil, por 108.400 millones de dólares, se sitúa por encima de la contraprestación propuesta por Netflix.

La operación planteada por Paramount es llamativa en cuanto al tamaño de los involucrados. Su valor en Bolsa se sitúa en unos 14.000 millones de dólares, frente a los cerca de 70.000 millones que capitaliza Warner y a los 430.000 millones de Netflix. La carta que se guarda Paramount en la manga está en el respaldo del fundador de Oracle, de la firma de inversión privada RedBird, y de la participación de vehículos inversores de Arabia Saudí, Abu Dabi y Qatar. Sin ellos, sería imposible que la oferta saliera adelante.

Los bancos de Paramount, por su parte, son Bank of America y Citi, que están escoltados por el gigante del capital riesgo Apollo. Los tres le garantizan financiación por 54.000 millones de dólares. Affinity Partners, la firma de inversión fundada por Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump, se ha retirado del proceso, pese a que en un primer momento era uno de los valedores de Paramount.

La coordenadas políticas de la batalla son incontestables, y Trump no tardó en lanzar un aviso a navegantes justo después de anunciarse la alianza de Netflix y Warner. “El acuerdo podría ser un problema” por el tamaño del gigante resultante. “Tienen una cuota de mercado muy grande”, aseguró el 7 de diciembre. “Y cuando tengan a Warner Bros, esa cuota aumentará muchísimo. Así que participaré en esa decisión”, sentenció entonces.

Cierto es que son numerosas las voces que avisan de la complejidad de la operación en términos de competencia. La senadora demócrata por Massachusetts, Elizabeth Warren, ha calificado la oferta como una “pesadilla antimonopolio”, mientras que Netflix ha tomado medidas para tranquilizar a su personal, asegurando que [la adquisición] no provocará el cierre de estudios.

De momento, las preferencias de la cúpula de Warner son transparentes. El martes de la semana pasada, su consejo de administración rechazó la oferta de Paramount al alegar que es “insuficiente” e “inadecuada”, pese a que es superior a la de Netflix, y sembró dudas sobre su capacidad de obtener la financiación necesaria. Señaló además que los documentos de Paramount “contienen lagunas, vacíos legales y limitaciones” que ponen a los accionistas y a la empresa “en riesgo”.

Blindaje con acciones de Oracle

Para acallar las críticas, Paramount ha añadido mejoras a su oferta, entre las que destaca una garantía financiera personal del presidente de Oracle, Larry Ellison, que blinda con más de 40.000 millones de dólares la propuesta y que se erigen como un escudo ante eventuales daños y perjuicios. Ellison, fundador del gigante tecnológico, es el padre del consejero delegado y presidente de Paramount, David Ellison, y controla 1.160 millones de acciones del gigante de servicios en la nube para empresas a través de un holding familiar. El multimillonario se ha comprometido a mantener ese fideicomiso con todos sus activos intactos mientras la opa esté activa.

La batalla por controlar los legendarios estudios de cine y televisión, su catálogo de series y películas y el servicio de streaming de HBO tiene además un reverso en forma de comisiones que Warner se llevará si la oferta que obtiene su bendición no llega a ejecutarse. Netflix le pagaría 5.800 millones de dólares si su acuerdo se desmorona o fracasa en obtener la aprobación regulatoria; Paramount ofrece exactamente la misma cuantía.

Más información

Archivado En