Viscofan se desploma en Bolsa acusada de emisiones tóxicas en EE UU por un fondo especulativo
La compañía desmiente “categóricamente” el informe de Hunterbrook, un portal de información creado por un ‘hedge fund’. La acción baja un 13%
Las acciones de la compañía española de envoltorios cárnicos Viscofan han caído un 13% en Bolsa este martes, tras la publicación de un artículo de investigación por parte de Hunterbrook, un portal de noticias estadounidense que fue creado por un fondo de inversión especulativo. En concreto, Hunterbrook acusa a Viscofan de estar detrás de emisiones tóxicas en la ciudad de Danville, una localidad de Illinois en la que la multinacional española tiene su mayor planta de producción de Estados Unidos. Se trata de la caída más abultada desde 2018 para este valor, que se ha dejado 363 millones de valor en Bolsa.
Según el citado medio del fondo de inversión, Viscofan tomó el control de la planta en 2006 tras adquirirla a una empresa llamada Teepak. “Desde entonces, la compañía ha violado de forma reiterada las leyes medioambientales, incurriendo en emisiones sin control, vertidos en la red local de aguas y en un manejo inadecuado de residuos tóxicos en su propiedad, según registros públicos obtenidos por Hunterbrook”, explica la información.
Hunterbrook Media se creó hace dos años, después de que los dos fundadores del fondo, el inversor estadounidense Nathaniel Brooks Horwitz y el escritor Sam Koppelman, ambos de 27 años, captaran 10 millones de dólares para su proyecto informativo. A tal efecto contrataron a periodistas, incluyendo al ex director del periódico The Wall Street Journal, Matt Murray, asesor del medio. En su proyecto de creación, el grupo dejó claro que el brazo inversor conocería las informaciones antes de su difusión. En este caso, el medio especifica que en el momento de la publicación Hunterbrook no tiene posiciones sobre Viscofan.
En el inicio de la información, a través de una entrevista con un extrabajador de la planta de Viscofan, Hunterbrook habla del uso de químicos en los procesos de producción que, posteriormente, no eran desechados siguiendo los procedimientos acordes a este tipo de residuos. “La planta emite disulfuro de carbono, sulfuro de hidrógeno, amoníaco y otras sustancias químicas, todas ellas relacionadas con daños neurológicos, respiratorios y cardiovasculares”, escribe Hunterbrook.
La información relaciona los vertidos con un aumento de enfermedades y mortandad en la localidad y afirma que la compañía ha evitado el escrutinio de las autoridades a base de firmar repetidos acuerdos de cumplimiento, cinco desde 2015. Según Hunterbrook, el pasado mes de junio, las autoridades medioambientales de Illinois apuntaron que emprenderían medidas legales argumentando que los últimos compromisos de Viscofan no eran suficiente acción dada la “naturaleza y la seriedad” de las violaciones de la normativa.
A través de un hecho relevante remitido a la CNMV, la compañía se defiende de las acusaciones de Hunterbrook. “Viscofan niega categóricamente las acusaciones realizadas a fecha de hoy en un medio de comunicación estadounidense sobre incumplimientos medioambientales en la planta de Viscofan en Danville (Estados Unidos) que dañen la salud de sus trabajadores o del entorno”, arranca el comunicado.
“La planta de Viscofan en Danville cumple con estrictas medidas medioambientales, que son monitoreadas regularmente por la Administración americana, no habiéndose reportado incumplimientos graves en esta materia. Viscofan tiene una sólida trayectoria en Estados Unidos, llevamos más de treinta años vendiendo y produciendo envolturas en este país. Estamos muy orgullosos de las cerca de 600 personas que trabajan diariamente en nuestras instalaciones en Danville, Nueva Jersey y Montgomery, cumpliendo con estrictos estándares locales e internacionales de calidad, seguridad y bienestar de los empleados”, añade el documento.
Viscofan concluye el hecho relevante argumentando que el grupo cuenta con políticas medioambientales y de seguridad que ejercen de pilares de su modelo de negocio. “Garantizamos entornos laborales seguros y transparentes, y mantenemos un compromiso constante con la excelencia operativa y la protección de nuestros equipos, como lo demuestra la información auditada regularmente que la empresa publica anualmente, y que aborda muchas de las preocupaciones que se han planteado”.
Según se especificó en el momento de su creación, la redacción de Hunterbrook funciona de forma autónoma respecto al brazo inversor que la respalda. Los periodistas buscan historias y las comparten con los gestores del fondo de inversión libre (hedge fund, en la jerga). Los gestores pueden usar estas informaciones para apostar a favor o en contra de una compañía cotizada, un país o unos bonos.
De acuerdo con un aviso que aparece al principio de la noticia publicada por Hunterbook, en este caso concreto, el brazo inversor de Hunterbrook Media, Hunterbrook Capital, no tiene ninguna posición relacionada con este artículo en el momento de su publicación. Si bien, advierte que esto podría variar en cualquier momento.
En ese mismo aviso, Hunterbrook dice que su equipo legal está estudiando posibles acciones contra Viscofan. “Basándose en la información de Hunterbrook Media, Hunterbrook Law está en conversaciones con bufetes de abogados sobre un posible litigio en nombre de las víctimas. Hunterbrook también está compartiendo sus conclusiones con la Agencia de Protección Ambiental de Illinois y otras agencias reguladoras que supervisan las instalaciones de Viscofan en Illinois”, sostiene.
Viscofan no ha respondido de forma inmediata a la petición de más información realizada por este periódico.