La banca y el alza del petróleo llevan al Ibex a su peor semana desde agosto

El selectivo recorta un 2,6% semanal en línea con el resto de Bolsas europeas. El dato de empleo de Estados Unidos aleja futuros recortes bruscos de los tipos por parte de la Reserva Federal

La situación geopolítica en Oriente Próximo, el elefante blanco en la habitación, del que los mercados han logrado pasar de puntillas en el último año, ha vuelto a situarse en el foco de analistas e inversores, que miran de nuevo con preocupación la posible reacción de Israel a los últimos ataques de Irán. El petróleo ha despertado del letargo de los últimos meses y se ha anotado su mayor subida semanal en dos años. El barril de Brent, de referencia en Europa, ha trepado de los 72 a los 78 en solo cinco jornadas, una subida del 9%.

La tensión ha transcendido del mercado de materias primas hacia la renta variable y la deuda. Las caídas han sido generalizadas en la Bolsa europea, donde el Cac francés ha liderado los recortes al dejarse un 3,2%, frente al 1,8% del Dax alemán y el 2,2% del Euro Stoxx 50. El selectivo español Ibex 35 ha cedido un 2,6% en la que es su peor semana desde agosto y aunque ha logrado sostenerse sobre los 11.600 puntos, cae lejos de los 12.000 a los que se acercó una semana antes.

Santander y BBVA han sido los valores que más han lastrado, junto con Inditex, la evolución del Ibex, después de que firmas de análisis como Morgan Stanley y Barclays hayan puesto sobre aviso al mercado sobre un sector bancario europeo que afronta un entorno de débil crecimiento macroeconómico y un escenario de tipos a la baja que limitará sus márgenes.

En Europa los sectores protagonistas de la semana han sido la automoción y las petroleras. En el primer caso, los diversos profit warning lanzados por las empresas en las últimas semanas han sido la última señal de alarma sobre el sector, que se ha dejado un 6%. Las petroleras, en cambio, han sido el único sector (5%) que ha escapado de las caídas, alentado por las alzas del petróleo.

Desde el banco Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) estiman que los principales puntos de vigilancia están en los posibles riesgos a la baja del suministro de petróleo iraní; las perspectivas de nuevos descensos en los flujos de crudo del Mar Rojo; y “el escenario de baja probabilidad pero grave impacto de una interrupción del comercio a través del Estrecho de Ormuz”, que es clave para el 30% de la producción mundial de crudo y del 20% de la demanda mundial de gas natural licuado (GNL). Más allá de la opinión de la entidad japonesa, el consenso de firmas de análisis estima por ahora limitado el impacto de la crisis en Oriente Próximo. El peor de los escenarios, el de una crisis energética, no se contempla.

De hecho, entre los inversores pesan con fuerza la evolución económica de la zona euro y Estados Unidos y las próximas decisiones de los bancos centrales. Este viernes el empleo estadounidense sorprendió al mostrar una fuerte aceleración. En septiembre se crearon 254.000 puestos en EE UU, lo que permitió bajar la tasa de paro al 4,1%, despejando las dudas sobre el frenazo de la economía estadounidense y despejando el camino para que la Fed pueda bajar los tipos de forma gradual. Desde el BCE, el gobernador del Banco de Portugal, Mario Centeno, ha reforzado los mensajes de que la inflación está cerca ya del objetivo del 2% -la inflación de la zona euro bajó al 1,8% en septiembre-. El recorte de tipos en octubre en la zona euro se da cada vez más por descontado.

El dato de paro de EE UU sirvió para que los operadores den carpetazo a la posibilidad de que la Reserva Federal opte por un recorte de 50 puntos básicos en la cita de noviembre al despejarse el temor a un enfriamiento más duro del mercado laboral y sirvió para que las Bolsas europeas consolidaran unas tímidas alzas el viernes. “Otro recorte de 50 puntos básicos no está justificado”, apuntaron los analistas de Bank of America.

Si la respuesta de Teherán a Jerusalén, con el lanzamiento de misiles el miércoles, provocó que los inversores acudieran en masa esta semana a la deuda, causando la caída de sus rendimientos, estos finalizan la semana al alza. La rentabilidad del bono español a una década vuelve a rozar el 3% y la del alemán con vencimiento en 2034 se sitúa en el 2,2%. El oro sigue reforzando su papel de activo refugio y cotiza en los 2.651 dólares por onza, comportamiento opuesto al del bitcoin, que llegó a caer un 15% en el arranque de la semana.

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