De Amper a Lleida.net, ¿cómo funciona y se persigue la manipulación de mercado?

En lo que va de 2024, la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha interpuesto 30 multas distintas, de las cuales, 10 tenían relación con prácticas irregulares en la compraventa de acciones

Las Bolsas no son algo completamente infalible. La teoría, pero sobre todo la práctica, muestra cómo mediante diferentes técnicas es posible manipular de forma artificial los precios de las acciones. Conscientes de esto, los supervisores de los mercados permanecen vigilantes. En el caso de España, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ...

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Las Bolsas no son algo completamente infalible. La teoría, pero sobre todo la práctica, muestra cómo mediante diferentes técnicas es posible manipular de forma artificial los precios de las acciones. Conscientes de esto, los supervisores de los mercados permanecen vigilantes. En el caso de España, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, adelantó durante la presentación del plan de actividades de 2024 que la institución pretendía mejorar su actividad sancionadora al respecto. Según Buenaventura, la CNMV hizo un análisis, y llegó a la conclusión de que había margen para endurecer las multas por abuso de mercado, para informar mejor de estos casos y para usar medidas más allá de una mera sanción económica como tal, como por ejemplo, obligar a restituir los perjuicios causados a los inversores o fijar la prohibición de operar a los infractores.

La manipulación de mercado tiene principalmente dos formas de llevarse a cabo. De un lado, está la vertiente informativa. Esto es, en palabras de la propia CNMV, “difundir información falsa o engañosa a sabiendas sobre un valor o emisor para afectar a su precio”. De otro lado, está la manipulación puramente operativa, o dicho de otra forma, alterar los precios mediante órdenes de compra o venta. La primera no tiene demasiado misterio. Se produce cuando la propia empresa o un particular difunde información adulterada o la calla cuando es negativa con el objetivo de inflar su valoración. La segunda sí tiene más enjundia. Se efectúa combinando operaciones de compra y de venta de acciones jugando con los precios de las órdenes para adulterar la cotización. Esto funciona en valores pequeños o con poco volumen de negociación, ya que de esa forma es más fácil ejecutarlo, mientras que la información engañosa puede ser algo más común en las grandes empresas, puesto que ahí es donde una información puede valer literalmente millones de euros. Un caso que se remonta a 2015 muestra con más detalle cómo funciona la manipulación de mercado puramente operativa.

El grupo Amper es una empresa de defensa y seguridad que cotiza en el mercado continuo, con un tamaño reducido, de unos 150 millones de euros de capitalización, y un mínimo volumen negociado. Según las conclusiones de la sentencia judicial y el informe de la Unidad de Mercado de la CNMV, el día 31 de diciembre de 2015, aprovechando el bajo volumen de negociación de una sesión tan particular, varios miembros de la familia García-Milla, la propietaria de Distiplas (una empresa de tarimas flotantes con sede en Arganda del Rey) dieron órdenes tanto de compra como de venta de acciones de Amper. La artimaña consistía en adquirir un gran volumen de acciones a un precio bajo, ir subiendo la cotización con pequeñas órdenes de compra coordinadas y luego deshacer la posición grande inicial una vez el precio estaba donde querían. Durante ese día, la operativa familiar acaparó el 38% del volumen de compras y el 79% de las ventas y provocó una subida del 15% en las acciones de Amper. La manipulación de los precios salió cara a los García-Milla. Dejó unos beneficios de 128.292 euros en total, según la CNMV, mientras que la multa que interpuso el supervisor al cabecilla fue de 280.000 euros.

En lo que va de 2024, según el registro de sanciones, la CNMV ha interpuesto un total de 30 multas distintas con un montante conjunto de 1,99 millones de euros. De esas 30 penalizaciones, 10 corresponden a prácticas relacionadas de una u otra forma con la manipulación de mercado. La más alta de este tipo fue de 200.000 euros y la recibió Lleida.Net por publicar información presuntamente engañosa. La compañía anunció que lo recurriría. Al analizar cuáles son los motivos de multa más frecuentes de los últimos cuatro años, conflictos de intereses, manipulación de mercado, uso de información privilegiada y el no contar con estructuras de organización interna adecuadas en el caso de los operadores de mercado son los más habituales.

Los números de multas totales de 2024 van camino de terminar en línea con las cifras de otros años. En 2023, las 42 sanciones de la CNMV se parecen bastante a los números que interpuso otro supervisor europeo, el BaFin alemán, un organismo con seis veces más empleados que la CNMV. Ahondando en esta comparativa de 2023, en número de multas, la CNMV está muy por encima del supervisor francés y el italiano, si bien, en todos los casos, la cantidad de dinero recogida a través de ellas está muy lejos de las de los pares europeos. Mención aparte merece la SEC y sus 784 multas de 2023. Con diez veces más empleados que la CNMV, muchas más cotizadas a vigilar y un arsenal de herramientas que no está al alcance de los supervisores europeos, como es el pago de recompensas a delatores que aporten información útil, está muy lejos de los supervisores del Viejo Continente.

Situación y combate en España

Fuentes de la CNMV reconocen que la manipulación de mercado vía órdenes, es decir, el segundo tipo, es una tendencia que ha ganado peso en Europa en los últimos años. “En todo caso, la percepción de la CNMV es que la integridad y limpieza del mercado español es elevada y muy similar a los grandes mercados europeos. El número de casos de manipulación es muy reducido en comparación con los volúmenes de operaciones y de informaciones generadas cada año y en general, la inmensa mayoría de los casos analizados no muestran signos de manipulación”, afirman desde el supervisor.

Según describen las fuentes, el arsenal contra la manipulación tiene tres pilares. Formación y concienciación en los operadores de mercado, inversores e intermediarios; sistemas de detección cada vez más sofisticados y la imposición de sanciones. El 95% de los casos de abuso de mercado tiene una sanción administrativa, pero el 5% acaban sujetas al régimen penal, implicando penas de prisión.

“Para la detección de posibles conductas de abuso de mercado, la CNMV dispone de diversas fuentes de información, entre las que la más relevante es la comunicación diaria de todas las operaciones hechas en la Unión Europea sobre instrumentos financieros españoles (que negocian en un mercado español). La información contenida en estas comunicaciones alimenta un sistema electrónico de alarmas para detectar posibles casos de abuso de mercado. En 2023 se recibieron más de 102 millones de registros de operaciones”, profundizan.

“Otra importante fuente de información es la comunicación de operaciones sospechosas por parte de las entidades. La obligación que impone el Reglamento sobre abuso de mercado a las entidades que prestan servicios de inversión y a los mercados de comunicar a su autoridad competente órdenes u operaciones que pudieran infringir el régimen de abuso de mercado constituye otro instrumento básico de supervisión. El número de operaciones sospechosas reportadas fue de 244 en 2023″, detallan antes de especificar que durante 2023, la CNMV acordó la incoación de 17 nuevos expedientes sancionadores en los que se imputaron 32 presuntas infracciones. 19 de ellas fueron por abuso de mercado, y más concretamente, cinco, por manipulación como tal.

La CNMV indica que aún es pronto para ver los resultados de este endurecimiento en la persecución de los abusos de mercado. No obstante, en los últimos expedientes abiertos, ya se han graduado las sanciones de forma más acorde a los rangos más altos que la normativa contempla. Según el supervisor, los 17 expedientes abiertos en 2023 tenían propuestas de multa por valor de 12,75 millones de euros en total, una cifra muy superior a la de los últimos años. Además, en el organismo presidido por Buenaventura se están usando nuevas herramientas como el fijar la obligación de restituir dinero a los inversores perjudicados, la incorporación de algoritmos sofisticados para mejorar la detección y monitorización de operaciones sospechosas o el anunciar que se ha abierto un expediente, como hizo cuando comunicó el inicio de una investigación por presunta manipulación de las acciones de EiDF.

“El proceso es muy garantista con las personas investigadas y se prolonga meses o años, por lo que los cambios de tendencia no pueden detectarse a corto plazo”, concluyen las fuentes de la CNMV, que insisten en la importancia que tiene analizar caso por caso. La tarea es hercúlea, pero la CNMV sigue su lucha contra esta particular hidra de muchas cabezas.

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