La boca de tiburón blanco de Roche

La empresa presenta un crecimiento sostenible en los últimos 30 años, con cifras sólidas y compitiendo en rentabilidad con el S&P 500

Sede de Roche en Basilea (Suiza).Reuters

Roche es un ejemplo de lo que los anglosajones denominan stock for the long run. En los últimos 30 años, es decir desde 1994, la firma suiza ha dado un rendimiento prácticamente igual al del índice S&P 500 (medido en moneda suiza): un retorno total anualizado del 7,24% frente al 9,21% que marca el índice. Nada mal teniendo en cuenta que hablamos de una farmacéutica contra un índice donde ha tenido un peso muy relevante la tecnología, sobre todo en los últimos años.

Es apreciable cómo en los últimos años la diferencia de performance ha sido enorme y se ha abierto una figura que podríamos decir que es la “boca de un tiburón blanco”. De hecho, hasta 2022 el retorno total anualizado desde 1994 era de un 9,58% para Roche y un 9,52% para el S&P 500. Es una mejor vara de medir la calidad en el largo plazo de una compañía como Roche, que pudo batir, ligerísimamente, al índice. En los dos últimos años el rally de la “inteligencia artificial” ha dejado atrás a la suiza y ha abierto esas fauces de tiburón: en los últimos tres años el S&P 500 en francos suizos sube el 5,28% anual mientras que Roche cae un -14,1% al año.

Belén Trincado Aznar

Puede que en esta diferencia nos podamos encontrar con una oportunidad de inversión. La farmacia no es un sector de moda, a no ser que tengas un medicamento contra la obesidad y el consenso espere un crecimiento de ventas del 15% anual con expansión de márgenes... Roche, como muchas de sus homólogas, sufre los ciclos de pérdidas de patentes y de salida de nuevos medicamentos, unos ciclos que a veces no van acompasados, con lo que se producen etapas de menores crecimientos.

Roche es una compañía de calidad con una fuerte división de Diagnósticos difícilmente imitable, más una parte de farmacia con 32 medicamentos en la lista de Medicinas Esenciales de la OMS. Destaca en particular en oncología e inmunología destaca. Es un “mal necesario a precios baratos”, una compañía de calidad pese a que hoy en día los criterios de quality se los ha apropiado la tecnología. Y, sobre todo, es un gigante con un valor en bolsa de 181.430 millones de francos, difícil de replicar con barreras de entrada.

Si de 1994 al 2022 Roche ha competido con el S&P 500 ha sido porque su Ebitda ha pasado en 30 años de 3.635 a 22.742 millones de francos, y el dividendo por acción, desde 0,5 a 9,6 francos. La compañía seguirá creciendo en ventas en la zona del 4% anual y seguirá generando un free cash-flow normalizado en tres años de 15.500 millones de francos. A los precios actuales la compañía cotiza a PER 2024 de 12,5 y PER 2027 de 10,2, con una rentabilidad por dividendo del 4,4%, una deuda neta sobre ebitda de 0,7 veces y un free cash-flow yield del 7,5%. Todo esto sin muchos sustos en el consenso, ya que en sus cifras cuentan más las realidades que las expectativas. Roche de media ha cotizado en los últimos diez años a un PER de 15 veces, y de 14,2 en los últimos 15 años. Si ahora el mercado le pone PER 10,2 en 2027, esto la convierte esto es un valor de fondo de armario donde podemos pasar de boca de tiburón a boca de chanquete con respecto al S&P 500 o el MSCI World. La mandíbula superior puede ser de implantes suizos.

Alberto Espelosín es gestor del Renta 4 Alpha

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