Por qué lo ‘smart’ es un ‘family office’

Uno de los problemas es gestionar de forma óptima elevados patrimonios

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Los individuos, familias e instituciones que tienen la fortuna de disponer de elevados patrimonios tienen al mismo tiempo un problema, que es gestionar de forma óptima el mismo. Este propósito implica necesariamente apoyarse en entidades especializadas con el conocimiento y recursos necesarios adecuados por un lado y que tengan una alineación de intereses total con ellos. Las entidades disponibles para ello se dividen en: family offices especializadas y bancos o bancas privadas.

Una multifamily office es una entidad cuya única actividad es el asesoramiento integral del patrimonio de un grupo normalmente reducido de individuos, familias o instituciones. El modelo de negocio será normalmente también el cobro de honorarios directamente de sus clientes siendo este su único ingreso. El personal, normalmente, está formado por profesionales de elevado prestigio con una amplia experiencia  financiera que además han dado el salto a la actividad empresarial como muchos de sus clientes. Así, son capaces de discernir qué actividades están estandarizadas y por tanto no tiene sentido pagar de más, siendo hoy en día muchas y críticas como el depósito o custodia del patrimonio, la intermediación y buena parte de la gestión de inversiones.

Otras áreas críticas como la optimización de la  fiscalidad o la estructuración del capital familiar pueden ser adecuadamente delegadas en verdaderos especialistas en la materia. La ausencia de conflictos de interés gracias al modelo de negocio garantiza una selección de entidades, gestoras, vehículos y productos óptima por el trinomio rentabilidad, riesgo y coste. Por último, la aparición y adopción de las nuevas tecnologías junto con el uso inteligente del outsourcing permite mantener estructuras livianas, pero extraordinariamente eficientes y capaces que son trasladadas al cliente final.

La banca y sus unidades de banca privada son entidades con grandes y pesadas estructuras y múltiples unidades de negocio, algunas de las cuáles entran en potenciales conflictos de interés con la actividad de asesoramiento patrimonial. Se suelen decantar por el modelo de asesoramiento no independiente que implica el cobro de retrocesiones de las gestoras y productos que comercializan y no directamente del cliente con la consiguiente falta de alineación de intereses. También es común la comercialización de productos propios o ‘de la casa’ en lugar de la búsqueda de opciones óptimas de terceros allá donde se encuentren. Por todo lo expuesto aquí no es de extrañar que una cantidad creciente de familias y entidades de elevados patrimonios internacionales y nacionales se decanten por confiar el asesoramiento de su patrimonio a entidades especializadas como son las multifamily offices.

Juan Manuel Vicente es consejero de Fondos Directo Sistemas de Información & EAFN

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