Auro gana a Cabify una batalla judicial por el control del mercado de VTC
El Constitucional anula una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que daba la razón a Cabify en una controversia con su antiguo social sobre la exclusividad a la hora de prestar servicios
La Sala Primera del Tribunal Constitucional ha dictado por unanimidad una sentencia por la que la sociedad Cabify pierde una importante batalla sobre el control del mercado de vehículos con conductor (los conocidos como VTC). La resolución se refiere a un recurso de amparo presentado por Auro —exsocio de Cabify— por considerar que en un fallo anterior el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) había vulnerado sus derechos fundamentales. El tribunal ha resuelto este recurso a favor de las tesis de Auro, que por tanto a partir de ahora no estará sujeta a cláusula de exclusividad alguna a favor de Cabify, y podrá operar con otras empresas presentes en el mercado, como Bolt y Uber.
La sentencia del TSJM tiene su origen en una controversia entre Cabify y Auro. Esta última logró un laudo a su favor en 2020, siempre con el problema de la exclusividad como cuestión de fondo. Pero Cabify recurrió ante el TSJ de Madrid, que en 2021 anuló el laudo. Como respuesta, Auro acudió a su vez en 2022 al Constitucional, estimando por la vía de un recurso de amparo que el fallo judicial no se había ajustado a la doctrina del órgano de garantías sobre el derecho a recibir tutela judicial efectiva.
Lo que ha hecho ahora el Constitucional ha sido reconocer que Auro vio en efecto lesionado su derecho a recibir dicha tutela, por cuanto el fallo del Tribunal Superior de Madrid excedió sus competencias. Este órgano entró a valorar el fondo de la queja, cuando su revisión del laudo debió limitarse a aspectos procesales o formales. La sentencia dictada ahora —de la que ha sido ponente el magistrado Ricardo Enríquez— argumenta que el TSJ madrileño incurrió en “un exceso de jurisdicción al sustituir a los árbitros en la labor que solo a estos corresponde de seleccionar en un arbitraje de derecho las normas aplicables para resolver el asunto planteado”.
El fallo del Constitucional supone que Auro tiene el camino despejado para operar con Bolt y Uber. La compañía dispone de más de 1.000 licencias para VTC, que anteriormente (hasta hace algo más de un año) venían siendo operadas por Cabify. Cada licencia tiene un valor de unos cien mil euros. Cabify ha reaccionado ante el fallo afirmando que no va a tener efectos negativos sobre su volumen de negocio y que seguirá prestando sus servicios sin alteraciones, entre otras razones porque las relaciones con Auro ya no son de colaboración desde 2022. Auro, en cambio, considera que ha infligido una importante derrota judicial a su exsocio, y que esta tendrá repercusiones económicas importantes.
El Constitucional, a su vez, subraya en su resolución que en este caso se produjo “la vulneración del derecho fundamental alegado, lo que acarrea la nulidad tanto de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia como de un auto posterior que rechazaba un incidente de nulidad de actuaciones contra la sentencia”. La consecuencia, por tanto, es “la retroacción de actuaciones para que la Sala competente [la del TSJ de Madrid] dicte otra sentencia que sea respetuosa con el derecho fundamental reconocido”.