La banca española asume el reto de no dejar atrás a nadie en su proceso de digitalización

El panel de expertos de Foro Futuro insiste en reforzar los conocimientos financieros de la ciudadanía como vía para facilitar la inclusión en un contexto de reducción de servicios bancarios

En una era cada vez más digital y globalizada, la inclusión financiera se erige como un pilar esencial para lograr el progreso social y económico de cualquier nación. En el contexto español, se destaca un dato alentador: el 98% de los adultos ya posee una cuenta bancaria y el 98,6% reside en municipios con acceso a servicios bancarios, según el Banco Mundial y el IVIE respectivamente. Esto coloca a España en una posición relativamente buena en comparación con otros países europeos en cuanto a la bancarización de su población, aunque, por otro lado, ocupa el quinto puesto por la cola en educación financiera. Un 76% de españoles asegura no haber recibido una correcta educación respecto a las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras informadas y responsables.

Queda mucho terreno por recorrer en esta materia. Por eso, el sector bancario español debe fomentar iniciativas de formación, proporcionar acceso a servicios financieros digitales y garantizar el acceso a servicios bancarios para todos los ciudadanos, prestando especial atención a los colectivos vulnerables.

Estas y otras cuestiones vertebraron una nueva edición celebrada ayer de Foro Futuro, el observatorio de investigación económica organizado por Cinco Días con el respaldo de Grupo Santander. Los participantes dialogaron sobre la necesidad de fomentar la formación y la inclusión financiera como impulsores del progreso social en España. El objetivo de la inclusión financiera es garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios bancarios y educación financiera adecuada.

Digitalización

Frente a desafíos significativos debido a la transformación digital o la competencia de nuevos actores, la digitalización se sitúa como una de las claves para brindar acceso a los servicios financieros y mejorar las habilidades financieras de sus clientes. En este sentido se ha expresado Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB).

Kindelán ha defendido la necesidad de establecer sinergias público-privadas que mejoren la inclusión de los usuarios dentro del sistema financiero y de seguir mejorando la atención a través de los medios digitales, haciéndolos más sencillos y accesibles, sin olvidar la atención presencial: “La educación financiera permite tomar decisiones con conocimiento y confianza, es una oportunidad enorme para apoyar el progreso de nuestra sociedad”.

Funcas hablaba a principios de octubre de un aumento del 30% del uso de la banca digital en España desde la pandemia, situándose ya en el 70% de la población. Son datos superiores a la media europea (60%) que solo están por detrás de los países nórdicos (92%). Además, en los próximos cinco años, el sector espera lograr un porcentaje cercano al 85%, es decir, añadir unos seis millones de clientes adicionales a la banca digital. Para la banca, sigue siendo prioritario avanzar en la transformación digital.

En este contexto de reducción de oficinas bancarias y de creciente digitalización, la necesidad de evitar la exclusión financiera es uno de los retos compartidos por los ponentes. Para Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valéncia y director de Estudios Financieros de Funcas, la banca ha dejado atrás a unos mayores que “no han podido seguir el ritmo” del cierre de sucursales en la España rural: “El cierre de oficinas, en línea con las directrices de eficiencia marcadas por los reguladores europeo y español, provocó roces entre la población. Tenemos que enseñar a los mayores y a su entorno a través de la digitalización, con una decidida reducción de la brecha digital”, ha añadido.

Pero hasta que esa brecha desaparezca, los puntos físicos de atención bancaria deben dar respuesta a aquellas personas que solo utilicen la banca digital de forma parcial o, directamente, no quieran dar el paso de emplearla. “La fuerza de nuestra red de sucursales nos hará falta en el futuro. En algunos casos, si el cliente no tiene el suficiente conocimiento, las operaciones digitales podrían llegar a ser desaconsejadas”, ha afirmado Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia Pacífico en Natixis, profesora en la Universidad de Ciencias y Tecnología de Hong Kong e investigadora senior del think tank Bruegel.

¿Cuestión de edad?

Al problema de la brecha digital al que se enfrentan las generaciones de mayor edad hay que añadir otro elemento que fomenta la exclusión de parte de la sociedad del sistema financiero: la dificultad que experimentan los jóvenes a la hora de acceder al crédito bancario, en parte por el desconocimiento de su funcionamiento. Para evitarlo, los expertos coinciden en destacar que es fundamental acercar la economía a un lenguaje más accesible para toda la sociedad frente a una “desinformación financiera generalizada”, en palabras de Nacho Conde, catedrático de Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid, y subdirector de Fedea. “A las facultades llegan jóvenes que no conocen los problemas básicos de la economía. La integración de estos supuestos en las clases de matemáticas haría que la gente la entendiese mucho mejor” ha añadido Conde.

Por su parte Carmen Herrero, catedrática emérita de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Alicante y profesora investigadora del IVIE, ha destacado la importancia de disponer de una adecuada educación financiera con este ejemplo: “A la hora de contratar una hipoteca mixta, ¿Qué poder de decisión puede tener una familia con escasos conocimientos sobre finanzas a la hora de elegir un tipo u otro?”. “La educación financiera no va de crear banqueros o de adoctrinar a la sociedad. Va de que la gente sepa tomar las decisiones adecuadas y de reducir la desigualdad”, ha concluido la presidenta de AEB, Alejandra Kindelán.

El papel de las IA en las finanzas personales

La banca española no es ajena a las nuevas tendencias tecnológicas y ahora, se encuentra con el reto de hacer frente a estos avances para continuar el camino de la digitalización.

El desafío no es otro que el de integrar la inteligencia artificial y el machine learning a sus sistemas y su oferta de servicios, potenciar la ciberseguridad para proteger tanto la operatividad y reputación de las entidades como los datos de los consumidores, y adaptarse a los nuevos entornos normativos y regulatorios que surjan a raíz de la evolución de estas tecnologías.

El panel de Foro Futuro también analizó el papel de la inteligencia artificial en las finanzas personales. Santiago Carbó se ha mostrado convencido de los beneficios de esa integración: “La IA puede ser democratizadora, facilitando el acceso a todos y en todas partes. Su potencial es enorme y seguro impactará en todo lo que hacemos en educación financiera”. “Si no conseguimos que se entienda su función, se puede generar desconfianza”, ha señalado Carbó.

García-Herrero ha hablado de que los avances logrados en materia de educación durante los últimos años, pueden verse afectados por los cambios en el entorno: “La IA, por desgracia, no está lo suficientemente regulada como para no generar desinformación”.

Carmen Herrero ha seguido en esta línea y mostró su preocupación al respecto: “Cada vez hay mucha más gente vulnerable al mal uso de la IA”. Herrero hizo referencia a la desinformación respecto a los distintos productos financieros que puedan recomendar herramientas como ChatGPT y llamó a tener confianza en la banca “Sé que los bancos están preocupados con este aspecto, pero creo que es muy importante también que la gente entienda de quién se puede fiar y de quién no”, ha concluído la profesora investigadora del IVIE.

Alejandra Kindelán ha hablado de la velocidad a la que cambia el contexto y se ha acercado al posicionamiento de Carbó: “Tenemos que poner la inteligencia artificial a nuestro servicio, que nos ayude en todo este proceso y no genere más confusión”. Kindelán ha añadido que “en España, nuestros bancos están a la cabeza de la investigación en este campo, contratando miles de expertos, no solo en la parte tecnológica, también de la parte humanística y ética”.

Los conocimientos financieros de los españoles

Encuesta.  El Banco de España dio a conocer este martes su Encuesta de Competencias Financieras del año 2021, la segunda edición, tras la realizada en 2016. El trabajo de campo se desarrolló desde noviembre de 2021 y julio de 2022


Margen de mejora.  El estudio habla de que, a pesar de que se han producido algunas mejoras en el nivel de competencias financieras de la población española entre 2016 y 2021, aún existe un amplio margen de mejora, incluso para converger a los niveles de competencias financieras de otros países de nuestro entorno


Datos.  El 65% de los encuestados respondió correctamente a la pregunta de inflación, un 41% supo a que se refieren cuando se habla de tipo de interés compuesto, y un 52% entiende de que se trata la diversificación del riesgo. Solo un 19% respondió correctamente a las tres preguntas

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