El Eurogrupo trata de acercar sus posturas sobre reglas fiscales aún lejos del acuerdo

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE celebran este lunes y martes en Luxemburgo una reunión en la que intentarán acercar posturas sobre la reforma de las reglas de control del déficit y la deuda

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño acompañada por el presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa, y ministros y representantes se dirigen a posar en la anterior reuni´n del Eurogrupo y Ecofin.Lavandeira jr (EFE)

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea celebran este lunes y martes en Luxemburgo una reunión en la que intentarán acercar posturas sobre la reforma de las reglas de control del déficit y la deuda, aunque no se espera que la cita permita lograr ya un acuerdo como tenía previsto la presidencia española del Consejo.

La reunión comenzará el lunes con un encuentro entre los ministros de la eurozona (el Eurogrupo) cuyo punto más relevante será el diálogo con la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, sobre temas de interés transatlántico, tras lo cual los socios comunitarios abordarán los trabajos sobre el euro digital, la implementación de los planes de recuperación pospandemia y las iniciativas para impulsar la unión de mercados de capitales, temas recurrentes en este foro.

El martes la reunión continuará con debate sobre las reglas fiscales como punto clave en la agenda, después de que en septiembre la presidencia española de la UE asegurase que se había resuelto la mayoría de cuestiones técnicas y las negociaciones podrían entrar su fase más política con el fin de cerrar un acuerdo entre los países antes de fin de año.

“Las discusiones han avanzado con muy buen espíritu, la presidencia española está haciendo unos esfuerzos tremendos para acercar a todo el mundo”, expresó un alto funcionario europeo antes de augurar “conversaciones intensas” en Luxemburgo.

Los contactos mantenidos a todo nivel desde la reunión en Santiago de Compostela no han permitido cerrar la brecha que separa a aquellos que quieren más garantías de que se reducirán efectivamente los niveles de deuda y déficit - una docena de países con Alemania a la cabeza - y aquellos que demandan más margen para ciertas inversiones, con Francia e Italia como principales exponentes.

Por lo que varias fuentes europeas consideran que no será posible un acuerdo el martes, tal y como habría querido España, y apuntan a la reunión prevista para noviembre o incluso diciembre como fechas más factibles para un pacto que, después, tendrá que ser negociado con el Parlamento Europeo.

“Creemos que hay manera de avanzar, que debe de haberla porque es bueno llegar a un acuerdo, pero somos conscientes de que, siendo la primera vez que los ministros debaten todos estos temas juntos, sería una tarea enorme hacerlo el martes”, apunta una de ellas.

Se espera que la reunión en Luxemburgo sirva para debatir, sobre la base de un documento preparado por la presidencia española, los puntos más conflictivos de la reforma, especialmente las salvaguardias comunes para asegurar que los países más endeudados reducen su ratio de deuda de manera inequívoca.

Otra cuestión clave todavía abierta es el conjunto de reformas e inversiones que permitirán a los países extender el periodo de ajuste fiscal desde los cuatro hasta los siete años y en concreto qué tipo de gastos se deben tener en cuenta en este sentido.

La propuesta original requiere que estas reformas e inversiones estén encaminadas a apoyar el crecimiento, aborden los desequilibrios de cada economía o impulsen las transiciones verde o digital, pero algunas capitales quieren incluir otras prioridades, como inversiones en defensa y seguridad.

Sí que hay ya consenso en la idea de que el principal indicador para medir el esfuerzo fiscal sea el gasto primario neto, pero los socios comunitarios debaten todavía qué partidas se pueden excluir del mismo además del gasto por intereses de deuda y las prestaciones por desempleo cíclico.

Más allá de las nuevas reglas fiscales, los ministros tienen previsto aprobar el plan de recuperación revisado de España tras el visto bueno de Bruselas, debatir el impacto económico de la guerra de Ucrania, incluido el trabajo la UE para intentar que los réditos de los activos rusos congelados puedan usarse para la reconstrucción, y actualizar la lista negra de paraísos fiscales.

Por otro lado, la cita de Luxemburgo no servirá para desbloquear las negociaciones sobre la futura presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), un cargo al que aspiran la vicepresidenta española Nadia Calviño y otros cuatro candidatos, entre ellos la danesa Margrethe Vestager.

Ni Francia ni Alemania han decidido formalmente a quien apoyan y el Gobierno belga, que dirige este asunto, sigue buscando cuál de ellos podría tener el beneplácito de una mayoría de capitales teniendo en cuenta que el mandato del presidente actual, Werner Hoyer, no expira hasta el 31 de diciembre.

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