Ciclos de mercado y máximos históricos: ¿qué será lo siguiente para las criptomonedas?
A medida que más actores institucionales entran en el espacio cripto, los inversores españoles pueden esperar menor volatilidad.
El 2024 comenzó lleno de optimismo e incertidumbre a la vez. El mercado se enfrentaba a la alta inflación, elecciones en 64 países y numerosas tensiones geopolíticas. Hubo muchos factores que sembraron el mercado de dudas. Y si hay algo con lo que los inversores no se sienten cómodos, es justo eso: la incertidumbre. Sin embargo, conforme han ido pasando los meses, hemos conocido los resultados electorales mientras se reducía la inflación y los mercados cambiaban su tendencia. Las criptomonedas no son una excepción. Ahora que Bitcoin está cerca de su nuevo máximo histórico, podemos incluso estar entrando en una nueva fase. Pensando solamente en los inversores, el hecho de que comprendan el ciclo actual de las criptomonedas es crucial para tomar decisiones informadas dentro de un escenario que evoluciona rápidamente. Para ayudar tanto a los más experimentados, como a los que se acaban de llegar, conocer el ciclo del mercado en el que nos encontramos es imprescindible a la hora de configurar la estrategia de inversión.
Como la mayoría de los mercados financieros, las criptomonedas tienden a pasar por cuatro fases principales. En primer lugar, hablamos de la fase de acumulación, en la que, tras una caída o corrección significativa, los precios se estabilizan y los inversores comienzan a comprar activos con precios más bajos. Esta fase suele caracterizarse por una baja actividad en el mercado, pero ofrece a los inversores la oportunidad de invertir a largo plazo; posteriormente, pasaríamos a fase alcista, en la que a medida que vuelve la confianza del mercado, los precios comienzan a subir. Esto se produce por una serie de factores, como noticias positivas, inversión institucional, la caída del coste de vida o, en general, cualquier suceso que inspire confianza y optimismo. Este es el momento del ciclo en el que se producen las subidas de precios más significativas; tras ello, entraríamos en la fase de distribución. Aquí los precios alcanzan su máximo y los primeros inversores comienzan a vender sus activos. Esta fase suele presentar una mayor volatilidad a medida que entran nuevos inversores con la esperanza de subirse a la ola; por último, encontraríamos la fase bajista, en la que, tras el máximo, el mercado se enfría y los precios comienzan a bajar, al reducirse la confianza de los inversores en el producto. Esto suele llevar también a una corrección en el mercado.
Actualmente, nos encontramos saliendo de una fase bajista y entrando en una de acumulación. Después de una tendencia bajista, que se ha prolongado a lo largo de 2022 y 2023, los mercados parecen creer que ya se ha tocado fondo. Hay muchos factores que apoyan esta perspectiva optimista. Las elecciones más importantes del año (en términos de su impacto en el mercado) tendrán lugar el próximo mes, y varios bancos internacionales importantes han recortado las tasas de interés para estimular el crecimiento económico. Con Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas importantes recuperando impulso, podríamos estar entrando en una nueva fase de acumulación.
¿Por qué debería importarles a los inversores?
Se ha producido un aumento importante de la participación tanto minorista como institucional en las criptomonedas este año, además, se han producido varios eventos positivos que han tenido lugar en segundo plano que han sido silenciados por el mercado en general. Estos factores siguen impulsando el mercado, y cuando se tienen en cuenta, es fácil entender por qué Bitcoin está acercándose actualmente a un nuevo máximo histórico. Al observar estos eventos en el contexto del ciclo actual del mercado, es decir, el del inicio de una fase de acumulación, los inversores españoles que compren ahora podrían beneficiarse enormemente de la próxima tendencia alcista. Históricamente, quienes invierten durante la fase de acumulación de un ciclo disfrutan de rendimientos sustanciales. La carrera alcista de Bitcoin de 2020, por ejemplo, recompensó a los primeros inversores con ganancias masivas en 2021.
Más concretamente en España, hemos visto un interés significativo en las criptomonedas por parte de grandes instituciones, lo que ayuda a estabilizar y legitimar el mercado. Los bancos españoles tradicionales ya han comenzado a explorar servicios relacionados con las criptomonedas. A medida que más actores institucionales entran en el espacio, los inversores españoles pueden esperar menor volatilidad. Sin embargo, es importante recordar que los mercados cripto son muy volátiles. Los precios pueden fluctuar, e incluso en la fase de acumulación, pueden producirse caídas. Los inversores españoles deben tener cuidado de no comprometerse en exceso y asegurarse de diversificar sus carteras en diferentes clases de activos. Las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum han existido durante más de una década, lo que demuestra su resistencia, pero las altcoins emergentes conllevan un mayor riesgo.
La regulación también jugará un papel importante en el movimiento del mercado a futuro. MiCA, que se implementará por completo en 2025, jugará un papel clave en la configuración del futuro de las criptomonedas en nuestro país. Estas regulaciones tienen como objetivo aumentar la transparencia y la protección del consumidor, pero los inversores deben mantenerse informados sobre cómo estos cambios pueden afectar al mercado. Nadie puede negar que las criptomonedas han recorrido un camino increíble en los últimos años, lo que demuestra cómo una nueva clase innovadora de activos comienza a remodelar el mundo de las finanzas tradicionales. Los próximos años serán críticos a medida que el mercado se desarrolle aún más y dé a los inversores nuevas oportunidades, a la vez que ofrece nuevos productos que satisfagan las necesidades cambiantes de los inversores en 2024.
Mireya Fernández es country lead del Sur de Europa y CEE de Bitpanda