El secreto de Inditex está en los costes: “Estarán de acuerdo: nuestro desempeño ha sido ejemplar”
Sus ingresos en el tercer trimestre volvieron a crecer por encima de los gastos de explotación, al contrario que en los dos anteriores, algo que maximiza su generación de beneficios
Los resultados del tercer trimestre que Inditex presentó el pasado miércoles, muy superiores a los previstos y que ha disparado su ...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
Los resultados del tercer trimestre que Inditex presentó el pasado miércoles, muy superiores a los previstos y que ha disparado su cotización bursátil desde entonces, vuelve a poner en el foco la efectividad de su modelo de negocio. Este, más allá de apostar por tiendas de gran tamaño, de su presencia global o de virar, cada vez más, por propuestas de mayor valor, tiene en un milimétrico control de los costes la base donde se asienta todo lo demás.
Algo con lo que la propia empresa, normalmente poco dada a mensajes grandilocuentes, sacó pecho esta semana, prueba de la importancia que tenían estos resultados de cara al mercado. Su responsable financiero desde mayo, Andrés Sánchez Iglesias, fue elocuente en sus respuestas a los analistas. “Espero que estén de acuerdo conmigo en que nuestro desempeño como compañía ha sido ejemplar”, dijo al referirse a la evolución de los nueve meses del ejercicio. Desde su inicio, Inditex está afrontando un importante impacto de los efectos cambiarios sobre su cuenta de resultados. Su presencia global en 214 mercados le obliga a trabajar con multitud de divisas, que luego son convertidas a euros. La fortaleza de la moneda comunitaria está restando a Inditex entre 3,5 y 4 puntos porcentuales a su cifra de negocios, lo que hace más compleja la conservación de los márgenes y la generación de beneficios a los ritmos que el grupo gallego tiene acostumbrado al mercado.
De ahí que la gestión de los costes de explotación haya sido aún más disciplinada de lo habitual. “En los nueve meses de ejercicio, hemos sido capaces de monitorizar y controlar de cerca los gastos operativos en todos los departamentos y áreas del negocio”, dijo Sánchez Iglesias. Esto cristalizó en el tercer trimestre. Entre agosto y octubre, los ingresos de Inditex volvieron a crecer por encima de lo que lo hicieron sus costes de explotación: un 4,9% los primeros, frente a un 3% los segundos. No había pasado en los dos trimestres anteriores, lo que explica que, con un alza de ingresos del 1,6% en el primer semestre, el beneficio apenas creciese un 0,8%.
En el periodo de agosto a octubre sucedió lo contrario: con una mejora de ingresos del 4,9%, el beneficio creció un 9%. “Aquí no se están produciendo cambios estructurales. Es, puramente, el resultado de la buena ejecución y un buen ejemplo de la flexibilidad del modelo de negocio y de nuestros costes”, analizó el responsable financiero de Inditex.
Esos casi dos puntos porcentuales de diferencia entre la mejora de los ingresos y el alza de los costes es lo que en la jerga financiera se denomina apalancamiento operativo. Conseguirlo permite a empresas con elevados costes operativos poder cubrirlos con independencia de una mejor o peor evolución de las ventas: cuando estas crecen por debajo de lo habitual, su impacto en el beneficio operativo es menor, gracias a esa gestión constante de los costes.
Control sistemático
En el caso de Inditex, los principales gastos de explotación son los de personal, los de alquileres de tiendas, los suministros generales, los logísticos y los de transporte, por ejemplo, de la operativa online, entre otros. Aparte se contabilizan los aprovisionamientos para la confección de las prendas.
Los dos primeros, personal y alquileres, son los más relevantes, y además tienen un componente variable vinculado a la evolución de las ventas, como los incentivos por objetivos. El grupo textil actúa sobre todos ellos con el objetivo de que representen, por regla general, en torno al 30% de sus ingresos totales. No más. Así lo mantiene de forma sistemática, como se comprueba analizando trimestre a trimestre. En el tercero de este año, los mismos representaron el 29,5%, medio punto menos que un año antes, y uno por debajo de todo el primer semestre.
Ese menor peso de los costes, y el apalancamiento operativo alcanzado, tiene efecto directo en la rentabilidad. Si el ebitda, el resultado de explotación antes de impuestos, intereses, depreciaciones y amortizaciones, creció un 1,5% en la primera mitad del año, en el tercer trimestre lo hizo un 9%. Lo mismo ocurre con el ebit, el beneficio antes de intereses e impuestos: frente a un alza del 0,9% en la primera mitad del año, uno del 11% en el tercer trimestre.
Sobre estas bases de gestión constante de los costes se asienta la estrategia de Inditex para conseguir trimestre tras trimestre unos beneficios récord. Un modelo que, a su vez, permite al grupo maximizar la venta de sus productos a precio completo, es decir, sin promociones ni descuentos, lo que a su vez incrementa la rentabilidad de cada prenda, o dicho de otro modo, su margen bruto. Inditex se compromete a mantener un margen anual en línea con el del ejercicio anterior, que fue el 57,8% de las ventas.