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Vivek Badrinath (GSMA): “Europa tiene una oportunidad única de cambiar su destino”

El director general de la patronal mundial de las ‘telecos’, que organiza el Mobile World Congress de Barcelona, reclama cambios legislativos que permitan mayor consolidación en el sector y faciliten el despliegue de infraestructuras

Vivek Badrinath (Francia) fue nombrado, en abril de 2025, director general de la GSMA, la asociación internacional de empresas de telecomunicaciones que organiza el Mobile World Congress de Barcelona. Además de mantener el evento como una cita central del sector, el directivo canaliza la voz de una industria que, en Europa, está demasiado fragmentada, advierte. Pide cambios: una revisión de las normativas de fusiones que permita una mayor consolidación en el mercado; y que la Digital Network Act (DNA) —la norma que busca armonizar las reglas para facilitar el despliegue de redes en Europa— no ...

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Vivek Badrinath (Francia) fue nombrado, en abril de 2025, director general de la GSMA, la asociación internacional de empresas de telecomunicaciones que organiza el Mobile World Congress de Barcelona. Además de mantener el evento como una cita central del sector, el directivo canaliza la voz de una industria que, en Europa, está demasiado fragmentada, advierte. Pide cambios: una revisión de las normativas de fusiones que permita una mayor consolidación en el mercado; y que la Digital Network Act (DNA) —la norma que busca armonizar las reglas para facilitar el despliegue de redes en Europa— no quede en unos pocos cambios sin importancia. “En ese caso, no estará a la altura de los desafíos que tenemos por delante”, avisa.

Conoce las entrañas del sector que representa: 14 años en Orange (uno de ellos como consejero delegado adjunto), dos en Nokia, tres y medio en Vodafone, y otros tres al frente de Vantage Towers. Hoy, como líder de la patronal global, recibe a CincoDías en el vestíbulo del hotel Villa Real de Madrid, a escasos metros del Congreso de los Diputados.

Pregunta. ¿Por qué Europa necesita una mayor concentración de sus compañías de telecomunicaciones?

Respuesta. En China, tres grandes operadores atienden a 450 millones de clientes. En Estados Unidos, hay tres para 150 millones. Sus compañías son capaces de invertir e innovar. En el mercado único europeo —que, por desgracia, no es tan único— hay más de 100 operadores repartidos entre 27 países. Así, la media de suscriptores por operador ronda los cinco millones. Les cuesta competir porque su cuota de mercado es demasiado pequeña. Sin una escala mayor, no pueden generar los beneficios necesarios para invertir. El mercado europeo está fragmentado, y eso debe corregirse. Para lograrlo, a los operadores se les debe autorizar crecer.

P. Además de facilitar la consolidación, ¿qué otros cambios deberían adoptar los reguladores europeos para mejorar la situación del sector?

R. Cualquier medida que simplifique las normas de construcción, los derechos de paso y la asignación de emplazamientos para que el despliegue de redes sea más sencillo es importante. Espero que la Digital Network Act respalde esta ambición y facilite la implantación de nuevas infraestructuras. El acceso a los servicios digitales es hoy esencial: estar desconectado equivale a quedarse al margen. Por eso, desde el punto de vista regulatorio, es fundamental simplificar el despliegue de redes.

Si uno observa Estados Unidos y la rapidez con la que actúan —por ejemplo, el presidente de la FCC, el regulador estadounidense de las telecomunicaciones, anunció recientemente que simplificarán el despliegue del 5G para facilitarlo a todos—, uno se da cuenta de que Europa necesita una agenda de simplificación similar.

P. Más allá del despliegue de infraestructura, ¿qué otros objetivos persigue la Digital Network Act?

R. Aprovechar todo el potencial de un verdadero mercado único. Eso implica licencias de espectro más largas y armonizadas y normas más claras y coherentes entre países. Todos esos pasos harían de Europa un mercado más homogéneo y facilitarían la inversión de los operadores.

Licencias de Espectro

El espectro es un recurso limitado del espacio que se utiliza para transmitir de forma inalámbrica señales de voz, datos o vídeo. Está formado por bandas de frecuencias electromagnéticas, y cada una se asigna a distintos usos: telefonía móvil, televisión, wifi, satélites, radares, etc. En el caso de las telecomunicaciones, los gobiernos asignan licencias a las operadoras para usar determinadas bandas.

P. ¿Todos los agentes del sector apoyan los cambios propuestos?

R. Sí, hay consenso. Tanto el informe Draghi como el informe Letta muestran que, para que Europa sea una región fuerte, hacen falta cambios. En la forma en que funciona la Comisión, en cómo los países actúan juntos como grupo, como continente. No estamos aprovechando las ventajas de nuestra escala. Con cinco millones de clientes algo falla. No se tiene capacidad para negociar con los proveedores, impulsar cambios o proyectos de mayor alcance. Se es receptor de tecnología, no promotor de ella.

Con cinco millones de clientes se es receptor de tecnología, no promotor de ella.

P. ¿En qué punto están esos cambios?

R. Esperamos una propuesta ambiciosa sobre la DNA por parte de la Comisión, que debería publicarse en diciembre. Han realizado consultas durante los últimos meses y nosotros hemos enviado nuestras aportaciones. Es un proceso largo, porque cualquier gran decisión en Europa requiere el acuerdo del Parlamento, el Consejo y la Comisión. La revisión de las normas de competencia en materia de fusiones, anunciada por Ursula von der Leyen, se espera para comienzos del próximo año. Es una oportunidad única, una ventana para que Europa cambie su destino en este sector, y no debemos dejarla pasar.

P. Pasemos de Bruselas a Barcelona. ¿El Mobile World Congress sigue siendo un evento relevante?

R. Sí. El número de asistentes sigue creciendo porque somos un evento centrado en las tecnologías del futuro. De un encuentro inicial donde los operadores se reunían con los fabricantes de teléfonos y fabricantes de equipos de red, pasamos a incorporar start-ups, porque nuestros miembros querían presentar nuevos productos y servicios. Después nos abrimos a los sectores industriales.

P. ¿Por qué?

R. Porque el 5G, en gran medida, es una tecnología industrial. En el ámbito industrial hay un mayor interés por áreas muy cercanas a las telecomunicaciones que utilizan nuestras redes. Puede que no seamos el centro de su actividad, pero somos muy útiles para ellos. Aproximadamente el 84% del acceso de banda ancha en el mundo pasa por el móvil. Así que, si alguien quiere hacer algo en el mundo digital, necesita una buena relación con la conectividad.

Puede que no seamos el centro la actividad industrial, pero somos muy útiles para ellos.

P. ¿Para usar la inteligencia artificial, por ejemplo?

R. Sí. La IA necesita la red móvil para acceder a los servicios con los que interactuamos —como ChatGPT, Perplexity u otros—. Además, ahora tenemos nuevos socios gracias a nuestras iniciativas vinculadas a la conectividad por satélite. Todos estos temas enriquecen la conversación del MWC y la hacen más interesante.

P. ¿Cómo va el despliegue del 5G en Europa?

R. Llegamos tarde. En China, el 75% de las conexiones son de 5G autónomo; en Estados Unidos, alrededor del 25%; y en Europa, apenas unos pocos puntos porcentuales. Es importante que Europa invierta en el despliegue de esta tecnología. Ya existe y se utiliza en otras regiones, pero en Europa no la hemos desplegado lo suficiente. La mayoría de la gente sigue en 4G, que usa para conectarse a internet, ver películas o escuchar música y pódcasts. El 5G aporta mejoras al consumidor —una conexión móvil más rápida y eficiente— y ayuda a gestionar el creciente tráfico de datos. Pero su verdadero potencial, especialmente el del 5G autónomo, apenas se ha desarrollado.

P. ¿Por qué se habla de 5G “autónomo”?

R. El 5G autónomo es el verdadero 5G porque permite aprovechar todas sus capacidades. Una de las funciones clave es la segmentación de red, que permite a los operadores crear distintos canales para diferentes servicios. Por ejemplo, se puede dedicar un canal al tráfico de vídeo durante un gran evento, y mantener otro para las llamadas de voz para que no se vean afectadas. Es muy útil en fábricas, aeropuertos, juzgados y otros entornos donde distintas aplicaciones requieren canales fiables y separados al mismo tiempo.

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