Just Eat da beneficios en España tras pactar una inyección de casi 13 millones anuales de su matriz
La compañía firmó en 2021 un acuerdo por el que dejaba de asumir algunos costes y recibía un abono en concepto de “apoyo”. El auditor cuestiona su clasificación
Just Eat, la plataforma de entrega de comida a domicilio, registró en 2022 su mayor nivel de beneficios desde que opera en España, tal y como reflejan las cuentas anuales de ese ejercicio que ha depositado ahora en el Registro Mercantil. La filial que aglutina su negocio en el país, Just Eat Spain SLU, obtuvo un resultado de explotación de 3,3 millones de euros, el primero positivo desde 2019, y un beneficio neto de 7,3 millones, el más elevado desde que inició su actividad en España.
Sin embargo, y pese...
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Just Eat, la plataforma de entrega de comida a domicilio, registró en 2022 su mayor nivel de beneficios desde que opera en España, tal y como reflejan las cuentas anuales de ese ejercicio que ha depositado ahora en el Registro Mercantil. La filial que aglutina su negocio en el país, Just Eat Spain SLU, obtuvo un resultado de explotación de 3,3 millones de euros, el primero positivo desde 2019, y un beneficio neto de 7,3 millones, el más elevado desde que inició su actividad en España.
Sin embargo, y pese a que sus ingresos mejoraron un 12% hasta un récord de 86,5 millones, la explicación a estos buenos resultados está en un acuerdo que la filial española firmó con su empresa cabecera, Takeaway.com Central Core B.V., radicada en Países Bajos. Este fue firmado durante 2021, y ofrece dos importantes ventajas contables a Just Eat Spain. La primera, la recepción de “importes anuales en virtud de market support” [soporte de mercado], como detalla la propia filial española en su memoria anual. En 2021, su cabecera le inyectó 13 millones de euros, y en 2022, 12,6 millones, que no contabilizan ni como pasivo ni como una contribución de capital, que iría al balance, sino como un ingreso dentro del apartado de “otros gastos de explotación” de la cuenta de resultados, y que no es reembolsable. Esa cantidad se establece según el resultado neto que obtenga la filial cada año.
El segundo punto es que, en virtud de ese mismo acuerdo, Just Eat Spain deja de asumir ciertos costes, que pasan a ser cargados a la mencionada cabecera neerlandesa. Si en los ejercicios 2019 y 2020, previos a este acuerdo, la filial se apuntaba cerca de 20 millones de euros como “otros gastos de explotación”, siendo los más relevantes los publicitarios, en 2021 esa factura pasó a 7 millones, y en 2022 incluso se convirtió en una cifra positiva de 113.000 euros. Si en 2021 Just Eat Spain gastó 10,5 millones en publicidad, en 2022 fueron apenas 317.000 euros.
Según las cuentas, esa caída se debe a “la finalización de ciertas iniciativas en el periodo”, pero también a la “asunción de determinados gastos por parte del grupo al que pertenece la sociedad” por el citado acuerdo.
A consulta de este periódico, la empresa justifica que el acuerdo se produce dentro del marco de precios de transferencia del grupo, “habitual en sociedades multinacionales”. “Just Eat España recibió un pago de soporte, que ha sido clasificado compensando los gastos operativos locales”, explican fuentes de la misma, con el objetivo de apoyar a la filial a “aumentar su base de usuarios en el mercado nacional y reforzar la posición de la marca y la plataforma Just Eat en toda Europa”.
Pero el acuerdo suscita dudas en su auditor, Deloitte, que firma su informe con salvedades, precisamente por este motivo. “Durante la realización de nuestro trabajo no hemos obtenido evidencia suficiente que nos permita concluir respecto a si los gastos asumidos por la mencionada empresa del grupo deberían haber sido reconocidos, total o parcialmente, por la sociedad en su cuenta de resultados”, dice el informe, que añade, respecto al abono cercano de 13 millones, que tampoco puede determinar si este “debería haber sido reconocido como pasivo, resultado del ejercicio o aportación de socios, ni sobre el efecto fiscal de dichas consideraciones” en las cuentas. Just Eat España indica que el acuerdo se mantiene en la actualidad en las mismas condiciones que las reflejadas en las cuentas de 2022.
Traspaso de operativa
Este no fue la única modificación contable realizada por Just Eat Spain. En 2022, esta traspasó los servicios de delivery, básicamente los repartidores asalariados de forma directa por la plataforma, a otra filial española del grupo, Takeaway Express Spain SL. Por tanto, la primera ha dejado de soportar directamente los costes ligados a estos, aunque, a cambio, pagó un canon de 32 millones a la segunda por esos servicios de reparto.
Por último, Just Eat Spain también refleja la liquidación, ya en 2023, de la participada El Cocinero a Cuerda, por la que cobró un importe de 3,9 millones de euros en febrero de este año. Una cantidad que se anota en la cuenta de resultados de 2022.