Lluvia millonaria en beneficios para El Turronero gracias al ladrillo
El holding del empresario gaditano dobla ganancias hasta los 16,3 millones y reparte 4,23 millones en dividendos. El grupo, no obstante, mantenía en 2023 una deuda de 122 millones a corto plazo
El empresario José Luis López Fernández, conocido como El Turronero, bien podría organizar una de sus multitudinarias fiestas con famosos y políticos para celebrar los últimos resultados de su holding empresarial. Esta sociedad de cabecera, llamada Grupo Lomar 2011, ganó el pasado año 16,3 millones de euros, un 115% más de forma interanual, lo que permitió repartir dividendos extraordinarios a la familia López por 4,23 millones, según se desprende de las cuentas de 2023 presentadas recientemente en el Registro Mercantil.
El Turronero, nacido en Ubrique (Cádiz) en 1963, recibe esta lluvia de millones gracias, principalmente, a su apuesta por el ladrillo. Grupo Lomar 2011, del que María del Carmen López Mariscal, hija del empresario, ejerce como administradora única, se embolsó el pasado año 81,7 millones en facturación (un 40% más que en 2022) fundamentalmente debido al buen año de su negocio promotor. De hecho, de esa cifra de ingresos, 76,9 millones (un 43,7% superior) proceden de la actividad inmobiliaria.
La principal compañía del Turronero, bautizado así debido a que su familia se dedicaba a la venta ambulante de turrones en las ferias de los pueblos, es la inmobiliaria López Real. De hecho, la filial llamada López Real 09 aportó 13,8 millones al beneficio del holding y otra llamada López Real Inversiones 2021 sumó otros 3,6 millones.
La inmobiliaria López Real se dedica a construir parques y centros comerciales, grandes locales para supermercados y plataformas logísticas. Entre sus proyectos actuales más relevantes se encuentra el del centro comercial Isla Chica en Huelva, situado en los antiguos terrenos del estadio Colombino, donde levantará 20.000 metros cuadrados de superficie para tiendas.
El empresario gaditano se ha hecho conocido, sobre todo en el papel couché, por las fiestas en la que invita a multitud de rostros conocidos. La última más llamativa fue una feria que montó a finales de junio en Jerez de la Frontera (Cádiz) para 1.500 invitados por la primera comunión de su nieta. Entre los asistentes a sus macrofiestas se encuentran famosos como Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Paz Padilla, Carlos Herrera, Susanna Griso, Vicky Martín Berrocal, Joan Laporta, Rosa López, Los Morancos, Bertín Osborne, Pitingo, Bárbara Rey, Manu Tenorio, Hiba Abouk, Carmen Lomana, Carlos Sobera, Florentino Fernández, Isabel Gemio o Álvaro Muñoz Escassi, entre muchos otros. Entre los invitados a sus saraos también han aparecido personajes del mundo político como Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, José Bono, Albert Rivera, Ángel Acebes, Miguel Ángel Revilla o Susana Díaz. En la celebración de su 60 cumpleaños, el pasado año, invitó a Sevilla a más de 3.500 personas.
De momento, estos macroeventos con famosos tendrán que esperar un poco, porque esta semana se conocía que El Turronero ha cancelado la próxima fiesta navideña. “Me han intervenido de una hernia que tenía y se ha complicado un poco con un hematoma grande que me ha salido y los médicos me han recomendado que sea prudente, que me tome la vida de otra manera y que baje el estrés”, explicaba el propio empresario a Europa Press.
122 millones de deuda a corto plazo
Las cuentas del holding recogen también una deuda global de 127,6 millones, de los que 122,6 millones (12,8% más) corresponden a deuda a corto plazo (de vencimiento menor a 12 meses). Ni la empresa explica en su memoria por qué esta cifra de créditos ni el auditor, la firma Inure, tampoco incluye nada relativo al endeudamiento en su informe a pesar de que el ratio de apalancamiento es de 7,5 veces respecto al beneficio.
En cualquier caso, entra dentro de lo probable que este tipo de promotoras se endeuden de forma relevante para financiar obras de construcción, a cambio de una garantía hipotecaria de los inmuebles a favor de los bancos, en plazos de edificación que pueden durar alrededor de dos años, hasta que se entregan los inmuebles terminados al comprador. Igualmente, las entidades financieras suelen otorgar hipotecas en el caso de activos dedicados al arrendamiento. En el caso de Grupo Lomar 2011, 53,9 millones del apalancamiento a corto plazo corresponden a préstamos y 48,4 millones a pólizas de crédito.
El grupo detalla en sus cuentas que no repartió dividendo ordinario a la familia López Mariscal, pero sí que convocó sendas juntas extraordinarias para distribuir dividendos con cargo a reservas de libre disposición del grupo por 1,9 millones en mayo y otros 2,3 millones, también con cargo a reservas, en septiembre. Además, pagó 1,6 millones como remuneración a la administradora (la hija del Turronero) y a cuatro personas de la alta dirección.
Otra curiosidad de las cuentas del holding es que, a pesar de los 16,3 millones de beneficio atribuidos a la sociedad dominante, apunta pérdidas de 1,3 millones a socios externos.
Diferentes negocios
Aunque esas ganancias provienen fundamentalmente del ladrillo, El Turronero, quien empezó de joven como intermediario en la venta de terrenos, tiene muy variados negocios. Entre la veintena de filiales dependientes del holding se encuentran inmobiliarias, corredurías de seguros, fabricación de textil, producción de mascarillas, de marroquinería (no hay que olvidar que el pueblo gaditano de Ubrique es uno de los puntos claves de la artesanía del cuero), producción de energía y fabricación de pan. Además, como socio minoritario participa en sociedades con intereses en clínicas, gabinetes de estética, producción cinematográfica, comercialización de combustibles, relaciones públicas, panadería y comercio de maquinaria, entre otras.
El pasado año, además, el empresario gaditano constituyó nuevas sociedades como Inversiones y Promociones GL 2023 (dedicada al sector inmobiliario), Special Selección (explotación de derechos de propiedad intelectual) e Inversiones Verlop (arrendamiento de inmuebles).
Entre los reveses en la trayectoria del Turronero se encuentra la condena por la conocida como Operación Karlos, por un fraude a la Seguridad Social debido a la elaboración de informes falsos de incapacidad y que tuvo como beneficiaria a María José Campanario, esposa del torero Jesulín de Ubrique, entre otras personas. También fue sentenciado por prevaricación en la compra de un inmueble, en un caso que supuso la inhabilitación del andalucista Pedro Pacheco, quien fuera alcalde de Jerez.