Correos lanza una entidad de dinero electrónico, no un banco: ¿qué diferencias hay?
El presidente de la compañía pretende atender a 2 millones de personas que sufren de exclusión financiera
El presidente de Correos, Pedro Saura, ha anunciado el lanzamiento de un nuevo banco en 2025, si bien lo que prevé en realidad la empresa pública es solicitar una licencia ante el Banco de España para operar una Entidad de Dinero Electrónico (EDE). Bajo esta fórmula, Correos podrá proporcionar los servicios básicos de un banco, como la apertura de una cuenta o la gestión de pagos, pero de ninguna manera captar depósitos o dar hipotecas a sus clientes. Con este nuevo paso, Saura pretende “atender a 2 millones de personas” y apoyar a los que sufren de exclusión financiera.
A diferencia de...
Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS
El presidente de Correos, Pedro Saura, ha anunciado el lanzamiento de un nuevo banco en 2025, si bien lo que prevé en realidad la empresa pública es solicitar una licencia ante el Banco de España para operar una Entidad de Dinero Electrónico (EDE). Bajo esta fórmula, Correos podrá proporcionar los servicios básicos de un banco, como la apertura de una cuenta o la gestión de pagos, pero de ninguna manera captar depósitos o dar hipotecas a sus clientes. Con este nuevo paso, Saura pretende “atender a 2 millones de personas” y apoyar a los que sufren de exclusión financiera.
A diferencia de un banco clásico o una caja de ahorro, las Entidades de Dinero Electrónico (EDE) solo pueden emitir dinero electrónico, y prestar y realizar servicios financieros clásicos. No pueden ni captar depósitos (recibir dinero del público con el compromiso de devolverlo) ni dar hipotecas para los clientes que quisieran comprar una vivienda.
El camino para concretar la creación de esta entidad es largo. A pesar de que Saura lo anunció para 2025, el Banco de España tiene que recibir una comunicación de la autoridad supervisora para poder inscribir la sucursal en el Registro Mercantil y otorgar previamente a la empresa postal una licencia para que pueda operar como un banco comercial. Solo después de estas etapas, Correos podrá abrir oficinas propias y prestar servicio financiero en España.
Si bien el Plan Estratégico (2024-2028) de Correos fue respaldado por el Ministerio de Hacienda, Sepi y los sindicatos, Saura tuvo que enfrentarse a muchos desafíos desde que asumió la presidencia de Correos a finales de 2023, desde la pacificación de las relaciones laborales a la renovación del comité de dirección de la empresa. El lanzamiento de una EDE supone ahora una nueva etapa de convivencia con los bancos privados, que ven en la apertura de este EDE una nueva competencia con el sector público.
En un contexto marcado por el cierre masivo de oficinas bancarias en zonas rurales y la concentración bancaria ― que aún debería acelerarse por la opa de BBVA sobre Sabadell ― el presidente de Correos recalcó que el objetivo es atender a los multitudinarios municipios que no cuentan con servicio financiero físico. “Todo el mundo tiene derecho a tener una cuenta bancaria, pero en la práctica no es así” señaló el presidente. Según aseguró Saura, de los 8 000 municipios que cuenta España, 3 400 municipios no tienen cajero, lo que representa casi la mitad (un 46%). Saura también presentó esta nueva EDE como una solución para las personas mayores, que utilizan más el dinero en efectivo que las demás generaciones.
La Banque Postale, filial del servicio postal nacional La Poste en Francia, ha logrado luchar contra la desaparición de las oficinas bancarias e implementarse en zonas rurales. De las 6 600 agencias postales que cuenta la empresa, el 90% se ubican en pueblos poco densos. Desde abril de 2024, la empresa desplegó un nuevo servicio de oficinas itinerantes: unos camiones amarillos que recorren el territorio francés para proporcionar a los habitantes un servicio financiero físico y poder sacar hasta 500 euros en efectivo. Sin embargo, con solo 10 millones de clientes activos, la banca está lejos de alcanzar el nivel de otras bancas privadas francesas como BNP Paribas que cotizan en el Eurostoxx 50 y cuentan con más de 30 millones de clientes activos.